Repuntan Cetes 3.42%; las tasas, ``estúpidamente altas'': CCE
Antonio Vázquez, Alma Muñoz y La Jornada de Oriente Ť La actual política fiscal no pretende ``matar a la gallina de los huevos de oro'', tampoco establecer terrorismos fiscales y, mucho menos, desincentivar la inversión o la actividad productiva, aseguró el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Angel Gurría Treviño. A diferencia de otros años, dijo, las condiciones económicas para 1999 son propicias para otorgar a la sociedad seguridad plena de que en el futuro prevalecerá un crecimiento vigoroso, sostenido y estable que genere los empleos que demanda el país.
El funcionario afirmó lo anterior en el seminario Perspectivas Económicas y Fiscales para 1999 que organizó el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), luego de una discusión que mantuvo en los últimos días el sector privado con la Secretaría de Hacienda, en la que se afirmó que la política fiscal ``está llena de parches'' y se asemeja a un Frankenstein ansioso por detener el crecimiento económico sostenido.
Una vez que se retiró el secretario de Hacienda, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Eduardo Bours Castelo, discrepó del optimismo manifestado por el funcionario y comentó que elementos internos y externos amenazan con erosionar los avances hasta ahora alcanzados. Dijo que, de acuerdo con una encuesta realizada por el diario The Economist, el pesimismo de los mexicanos sobre su futuro económico está entre los peores del mundo.
Bours fue más allá, al denunciar ante especialistas, académicos y estudiantes de economía que, mientras se mantengan en México tasas de interés ``estúpidamente altas'', no habrá el crecimiento que el país requiere, y mucho menos se contará con los incentivos correctos para generar los empleos y la riqueza que tanta falta le hacen a México y a sus nuevas generaciones
La postura del dirigente empresarial fue compartida por el director del Centro de Investigación Económica del ITAM, Alejandro Hernández, quien también dudó de la certeza de las proyecciones oficiales y pronosticó una inflación al cierre de 1999 de 16 por ciento, en el mejor de los casos, siempre y cuando se mantenga una paridad cambiaria de 11 pesos por dólar. Asimismo, afirmó que en este año no se logrará la recuperación real de los salarios y advirtió que el entorno político podría convertirse en un factor negativo que podría influir en las inversiones nacionales y extranjeras.
José Angel Gurría acudió a este seminario con el propósito de hablar sobre las bondades de la nueva política fiscal. Por ello, destacó, ahora se promueve a los agentes económicos de manera efectiva en un clima de reglas más claras que se extienden a un periodo de dos años.
Con ello, dijo, se han planteado como objetivos mantener una tendencia positiva en el crecimiento económico y generar empleos; continuar con el combate a la inflación, la cual, ofreció, se reducirá a un solo dígito para el 2000 y establecer las condiciones necesarias para una transición ordenada hacia la próxima administración.
Gurría Treviño se refirió también a la deuda pública y comentó que se ha abierto ahora la posibilidad de que los inversionistas la adquieran a largo plazo. Por ello, comentó, se restablecieron los Cetes a 6 y 12 meses.
Ante la comunidad estudiantil del ITAM, el secretario de Hacienda habló sobre la informalidad y la ilegalidad. Se comprometió a combatirla, aunque pidió evitar el manejo ``simplista'' de que se obtendrá un propósito particular, o que se obtendrán resultados mágicos.
Al afirmar que en el combate no habrá abusos de autoridad, el secretario Gurría exhortó a las cúpulas de cualquier grupo a evitar crear expectativas que pudieran hacer pensar que habrá una enorme rentabilidad de carácter fiscal. Aseguró que quien defrauda al fisco, ``no defrauda a la Secretaría de Hacienda, sino a toda la sociedad mexicana''. Por ello, sostuvo, es que combatiremos la evasión y la elusión.
Sin atreverse a señalar si la dependencia estaría dispuesta a realizar nuevos ajustes monetarios ante una eventual caída en los precios internacionales del petróleo, Gurría comentó que ``estaremos pendientes para identificar cualquier tipo de variación importante'', aunque hoy existen ``buenas perspectivas'' de una clara mejoría para 1999 y el 2000.
Acorde a las actuales condiciones económicas, -disciplina fiscal, tipo de cambio flexible, deuda pública manejable, reservas internacionales históricas y el fortalecimiento del ahorro interno-, el funcionario concluyó que existen las condiciones propicias para que la actual política económica, otorgue a la sociedad las mayores seguridades de que en el futuro prevalecerá un crecimiento económico vigoroso, sostenido y estable que generará el número de empleos que demanda la población.
Demanda el sector empresarial más confianza.
Convencidos de que en la medida que se actúe con unidad y se hagan prevalecer los intereses generales del país sobre los de grupo, el sector privado hizo circular un documento entre las organizaciones afiliadas al CCE, en el que las exhorta a adoptar una ``actitud mucho más positiva y de confianza en nuestras capacidades de innovación, inversión, eficiencia y cambio''.
Eduardo Bours comentó que en la medida en que se actúe con unidad y se hagan prevalecer los intereses generales del país sobre los de grupo, se superarán los retos que impone un contexto internacional complicado, así como los obstáculos que continúan frenando nuestro potencial de crecimiento.
La clave, aseguró el dirigente empresarial, reside en que los mexicanos de una vez por todas, emprendan sin más demora y en unidad los cambios estructurales que están pendientes. ``No esperemos a que el siglo XXI nos rebase en espera de ponernos de acuerdo en aquello que la propia realidad nos impone''.
Bours Castelo señaló, sin embargo, que existen tres factores externos que podrían modificar e incidir en nuestro desempeño económico: los efectos negativos de la más severa crisis financiera internacional desde la gran depresión de los años treinta; la caída de los commodities que han descendido en términos reales a su nivel más bajo, y la desaceleración del crecimiento a nivel mundial a tasas cercanas al 2 por ciento que, si bien no representan una recesión, si se traducirán en mayores medidas proteccionistas.
Mientras, en Puebla, los presidentes locales del CCE, José Manuel Rodoreda Artasánchez, y de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Javier Maldonado Moctezuma, advirtieron que enviarán cartas de extrañamiento a sus dirigencias nacionales por la pasividad que han mostrado ante las autoridades hacendarias a pesar de las medidas fiscales que representan un retroceso para el desarrollo de la planta productiva.