La crisis, ``costosa'' por el avance de la oposición: Bartlett
La Jornada de Oriente, Puebla, Pue., 15 de enero Ť Al rendir su sexto y último informe de labores, el mandatario poblano, Manuel Bartlett Díaz, aseguró: ``Goberné para todos, cumplí mi palabra para trabajar en la más estrecha relación con el pueblo, sin barreras protectoras''.
Destacó que durante su mandato se transformó la capital del estado, se impulsó la igualdad y la justicia social, se atacó el rezago social de las zonas indígenas del estado y se garantizó una convivencia democrática, en la que su administración respetó y dialogó con todas las fuerzas políticas de oposición.
Bartlett manifestó que durante su gestión refrendó sin reservas su pertenencia al Partido Revolucionario Institucional (PRI), y defendió públicamente la ideología del tricolor y a sus candidatos.
Destacó que para consolidar el desarrollo equilibrado y equitativo del estado, impulsó, junto con la fracción parlamentaria del PRI del Congreso local, la Ley para el Federalismo Hacendario. Su promulgación expresó la visión estatal del nuevo federalismo, la autonomía de los poderes de Puebla y la decisión de preservar las políticas públicas.
En la última parte del Informe, Manuel Bartlett reflexionó: ``El crecimiento debe ser incluyente. Todo ciudadano es titular de los mismos derechos civiles, garantías y derechos sociales. La renuncia a las responsabilidades sociales del Estado es excluyente. La equidad exige incorporar a todos, a los marginados, a los campesinos, a los indígenas''.
El acto, que duró casi dos horas, realizado en la sede del Congreso local, reunió a toda la clase política del PRI en Puebla, a representantes del clero, el sector privado y educativo. Asistieron también el gobernador de Morelos, Jorge Morales, y el de Veracruz, Miguel Alemán Velasco, quien fue el segundo político que más atención causó en el acto por parte de la prensa y de los priístas. Asimismo, Bartlett destacó la presencia del alcalde panista de la capital, Gabriel Hinojosa Rivero.
A las 9 de la mañana, Bartlett arribó al recinto oficial, vestido de traje azul con corbata roja, se mostró receptivo a todo tipo de saludos, que en algunos casos fueron despedidas de políticos que le desearon buena suerte en su búsqueda hacia la candidatura de la Presidencia de la República.
La lectura del Informe concluyó con una remembranza: ``Desde Zacapoaxtla, donde inicié mi campaña, hasta este honorable recinto, los poblanos recorrimos el largo camino que trazó nuestra común voluntad de progreso. Esta Puebla única, de Zaragoza y de Serdán, se unió para continuar la lucha por la soberanía, la libertad, la democracia, la justicia social y el progreso'', palabras que despertaron un largo aplauso que se prolongó por casi tres minutos. El mandatario cruzó los brazos para recibir el agradecimiento, después volteó a ver a los miembros de su gabinete, ubicados a los costados, y al mismo tiempo él les comenzó a aplaudir.
A lo largo de la lectura del mensaje, Bartlett logró que en dos ocasiones los casi 200 invitados al acto fijaran su atención en dos personajes sentados en las gradas del palacio legislativo, ellos fueron el gobernador electo, Melquiades Morales Flores, y el arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca Pacheco.
Del primero dijo: ``encarna la esperanza de los poblanos. De origen popular y campesino, el gobernador electo destacó en sus estudios, en el servicio profesional y público, en su vocación política y de servicio... su triunfo es del pueblo. Melquiades Morales le debe su cargo exclusivamente al pueblo''.
Relación con las iglesias
Antes de iniciar su mensaje final, de forma novedosa, el mandatario destinó un pequeño segmento de su informe para hablar de la relación de su gobierno con las iglesias. Bajando la voz, abandonando un poco su estilo de dirigirse a la concurrencia, Bartlett calificó al arzobispo de Puebla, Rosendo Hueca Pacheco, como ``un hombre sabio, equilibrado''. Después continúo: ``no olvido la valiosa relación que sostuve en mis primeros años de gobierno con el obispo de Tehuacán, hoy cardenal de México, monseñor Norberto Rivera''.
El gobernador saliente narró en su discurso que en 1992, cuando realizó su campaña electoral, las condiciones del estado eran de una elevada marginación rural y urbana, ``el dinamismo del sector moderno se debilitaba'', la economía estaba estancada y la atención en materia de salud era ``modesta''.
Para combatir tales rezagos, explicó, se conformó un programa de Desarrollo Social que se compuso de cinco vertientes: mayor acceso a la igualdad de oportunidades, infraestructura para el desarrollo social, ataque a la pobreza, empleo e inversiones, proyectos de desarrollo social.
Como resultado de este programa social reconoció: ``Nuestro desempeño fue desigual'', sin embargo los logros alcanzados fueron: ``Avanzamos en la cobertura de los servicios de salud y de educación, aunque el efecto es lento y los indicadores respectivos permanecen aún entre los más deficientes del país. Aumentamos la cobertura de los servicios públicos, aunque el crecimiento poblacional redujo los logros. Atacamos la pobreza extrema, pero las limitaciones de recursos dejaron aún a muchos fuera de los programas de atención''.
Especial mención dio Bartlett al Programa de Desarrollo Regional Angelópolis, mediante el cual, destacó, se consolidó el área metropolitana de la capital como un centro internacional competitivo, desencadenó el desarrollo de la región conurbada de la ciudad y atendió rezagos en infraestructura y servicios públicos. ``Angelópolis fue una estrategia integral'', abundó.
El último informe de Bartlett fue para hacer una evaluación de cómo estaba el estado de Puebla en 1992 y cómo lo deja. Pero además fue la oportunidad para despedirse y valorar la relación que tuvo con el clero, los medios de comunicación, las fuerzas armadas, las comunidades indígenas y la clase política local. En lo político realzó:
``En todos los procesos electorales, el gobierno ofreció igualdad de trato a todos los partidos, alentó el diálogo, respetó las libertades, mantuvo el estado de derecho y aseguró la competencia equitativa. Como ciudadano siempre expresé mi posición y participé en el debate público.''
``Al gobernar asumí los costos de la crisis. Estos se expresaron con todo su peso en las elecciones de 1995, no obstante defendí públicamente la ideología y los candidatos de mi partido. Ejercí un derecho constitucional y al mismo tiempo todos reconocimos el significado de las elecciones.''
Agregó que la crisis fue costosa y las oposiciones avanzaron, pero el resultado de los comicios fueron escrupulosamente respetados y en ningún momento abandonó su compromiso popular, ``mis principios o los programas de mi gobierno estuvieron comprometidos con los intereses mayoritarios. A la postre, la mayoría'' se manifestó por ellos.
Subrayó que gobernó para todos, sin exclusión. Procuró la relación entre la sociedad y el gobierno, la primera alerta y demandante respondió con participación y esfuerzo, mientras el segundo sostuvo compromisos y fue responsable de su gestión. Mi mandato, agregó, quedó definido por la oferta de campaña: luchar sin reposo por recuperar la grandeza poblana, servir los intereses mayoritarios, cumplir los fines del Estado, traducidos en la seguridad jurídica y la convivencia pacífica.
Por otro lado, Bartlett Díaz destacó que la autonomía financiera es un resorte esencial del federalismo. ``Desde 1993 propusimos que una conferencia de autoridades hacendarias del país examinara el sistema de colaboración fiscal en vigor y restaurase una práctica equilibrada y consecuente con la autonomía de los estados. Reiteramos que el federalismo es un pacto de unidad que incluye criterios compensatorios, que vive de la solidaridad entre sus partes y que propone colmar y no ahondar las brechas de la desigualdad que separa a entidades y regiones''.
Reiteramos, dijo, que la unidad no significa uniformidad ni la colaboración fiscal obliga a la subordinación.
Al inicio de su gestión, indicó, Puebla confrontaba los viejos y nuevos problemas de una sociedad desigual. Años luz distanciaban modernidad y pobreza, mientras la marginación rural y urbana se enraizaba y expandía, el dinamismo del sector moderno se debilitaba al mismo tiempo. Mejorar requería de una fuerza integrada: ni una renovación del sector moderno que no redujera la marginación, ni la lucha por la justicia social desprovista de bases reales saldarían cuentas, por lo que para aspirar al desarrollo era indispensable impulsar juntos -sociedad y gobierno- crecimiento económico y justicia social.
Para ello, dijo, se fijaron tres ejes articuladores de la acción del gobierno. El primero fue la recuperación del crecimiento económico alentado por la certidumbre jurídica, la seguridad pública y la calidad de la convivencia; el segundo fue establecer una política al servicio de la justicia social decidida a superar rezagos ancestrales y nuevos, moderar los extremos de la pobreza y revertir el deterioro del sector campesino; y el tercero, bajo el cual se lograron alcanzar los dos primeros, fue la capacidad de movilizar la voluntad y los recursos de Puebla a partir de un método democrático, la construcción de una nueva forma de gobierno caracterizada por la democracia, la libertad y la participación ciudadana, sustentada en la ley, la tolerancia y el diálogo con todas las fuerzas.
Manuel Bartlett sostuvo que el Plan Estatal de Desarrollo postuló la meta de ejercer un presupuesto equilibrado, incrementar la inversión y la infraestructura, determinar políticas públicas para el crecimiento, impulsar la producción agropecuaria, integrar un sistema carretero que entrelazara el estado y a todas las cabeceras municipales, apoyar el desarrollo urbano y acrecentar los servicios públicos.
Trabajé, puntualizó, en la más estrecha relación con el pueblo, sin barreras protectoras, sin filtros, inspirado por sus demandas, orientado por la crítica y el pluralismo, leal a mis principios. Seré juzgado, afirmó, por mi tarea y habrá de expresarse la población de Puebla y de México.
Después de abandonar el recinto legislativo, Bartlett Díaz se reunió por última vez con los 216 presidentes municipales de Puebla para informarles de los avances logrados en los últimos seis años de su gobierno. En el acto, el secretario de Gobernación, Carlos Meza Viveros -quien ha declarado que se incorporará a la campaña electoral del mandatario saliente- resaltó la obra realizada durante su mandato y de los logros alcanzados en beneficio de todos los poblanos.