PROTESTAS EN LA CENTRAL DE ABASTO
Humberto Ortiz Moreno Ť A partir de las 5 horas de ayer, la distribución de básicos en la Central de Abasto fue semiparalizada por alrededor de 3 mil transportistas y unos mil comerciantes de todos los giros, en perjuicio de la comercialización de alimentos en tianguis y mercados.
Toneladas de productos podrían pudrirse en las instalaciones en caso de que no haya acuerdo entre autoridades e inconformes sobre el cobro de peaje a vehículos.
Los inconformes, integrantes de 31 agrupaciones de transportistas y representantes de 7 mil distribuidores, determinaron llevar a cabo acciones de resistencia pacífica a partir de que hoy entre en vigor la nueva cuota: simplemente no cubrirla, con acceso a su libre albedrío, y la suspensión de pagos de derechos diversos.
Jorge Schiaffino, dirigente de la priísta Confederación Nacional de Organizaciones Populares en el Distrito Federal, intentó capitalizar el movimiento: encabezó las manifestaciones y llamó a no incurrir en actos violentos, tampoco cerrar calles ni tomar la central, si bien en ningún momento hubo riesgos de enfrentamientos, fue quien propuso la moratoria de pagos.
A su vez, Enrique Puebla, líder de la Liga Metropolitana del Transporte-El Barzón, calculó en más de 3 mil los taxistas y transportistas adheridos al paro, y aseveró que no cederán hasta que el gobierno capitalino revise la medida conjuntamente con los afectados o de plano se dé marcha atrás.
Los transportistas, comerciantes e introductores exigieron la renuncia de Gabriel Mendoza, director de ese centro de acopio distribución de alimentos, porque no los tomó en cuenta para fijar el cobro de peaje ni los ha recibido para dialogar, y optaron por demandar la presencia de Cuauhtémoc Cárdenas o Rosario Robles, a fin de resolver el conflicto.
Aproximadamente al mediodía, al cabo de ocho horas de protesta y paro, el funcionario tuvo que abandonar sus oficinas bajo resguardo de granaderos para no enfrentar a los manifestantes que, por momentos, lo insultaron e incitaban a salir para enfrentarlos.
``Este problema no puede aguantar más de seis días, porque se colapsa el abasto en la ciudad. Ya de diferentes estados del país los campesinos cancelaron sus en- víos. Los alimentos se estarán pudriendo. Chequen los precios a partir de hoy y verán las repercusiones'', dijo Ricardo Castro Medina, vicepresidente de la Unión de Comerciantes en Frutas, Legumbres, Abarrotes y Locales Comerciales de la Ciudad de México (Unconfil), quien dijo que si bien directamente a ellos no los perjudica directamente, sí a su clientela.
Células de granaderos, policía montada, uniformados pie-tierra, patrullas de la SSP y unidades de la Policía Judicial acordonaron y sitiaron prácticamente, desde muy temprano los principales puntos de la Ceda, si bien en ningún momento hubo riesgo real de enfrentamiento.
La Central de Abasto fue recorrida por los policías preventivos a caballo, entre taxis ecológicos, tolerados, combis, microbuses y camiones dedicados al transporte de suministros de básicos a diferentes zonas de la ciudad, pero que ayer de plano suspendieron el servicio.
Atemorizada por la eventualidad de enfrentamientos, la escasa clientela que acudió a abastecerse se vio obligada a salir de las instalaciones de la Ceda para abordar las pocas unidades que se acercaban al lugar. Hubo incluso algunos comerciantes que ofrecieron sus mercancías en algunos puntos del perímetro de la central.
Llama Schiaffino a no pagar diversos derechos
Por su parte, Schiaffino Isunza, quien por momentos estuvo a punto de verse rebasado por los quejosos, propuso a los transportistas e introductores no confrontar a la fuerza pública, ``porque eso es lo que quieren que hagamos'', y tampoco pagar los derechos que se pagan en la Ceda.
Sin embargo, la multitud congregada en la explanada de la Central de Abasto, frente a la dirección general, se manifestaba a gritos por bloquear las instalaciones, responsabilizando a las autoridades de cualquier enfrentamiento con la fuerza pública. Schiaffino hizo intentos, según él, por comunicarse vía telefónica con Rosario Robles o Leonel Godoy, secretaria y subsecretario general de Gobierno, respectivamente, sin tener éxito. Y esto exacerbó más los ánimos.
Y es que los distribuidores advierten malos manejos de los recursos y en la administración de la Ceda, pues el deterioro de las instalaciones es evidente pese a los programas de modernización comprometidos por Mendoza.
No obstante, Schiaffino matizó: ``Había 117 millones de pesos en el fideicomiso hace un año y pedimos una auditoría. No estamos pensando de ninguna manera que hay malos manejos. A lo mejor hay una mala administración''.
Fustigó la cerrazón de ``no querer hacer una pausa para hablar con las organizaciones, porque es resultado de una gestión autoritaria y dictatorial''.
Sugirió instalar mesas de trabajo para iniciar el diálogo, pero los inconformes rechazaron abiertamente la propuesta, solicitaron un plebiscito o referéndum sobre el cobro de peaje y en virtud de que Mendoza Manzo no los recibió, decidieron romper todo trato con el funcionario y emprender nuevas acciones de resistencia a partir de hoy cuando entre en vigor la nueva cuota de dos pesos por autos particulares y taxis y cinco pesos para vehículos de carga.
``Al rato nos van a cobrar por transitar en Insurgentes'', ironizó Schiaffino.
Pasadas las 15 horas, un centenar de manifestantes se mantenía ``de guardia'' frente a la dirección general de la Ceda, mientras las actividades en el más grande centro de distribución de alimentos en América Latina continuaba trabajando al 30 por ciento de su capacidad.