Una ``villanía'', la escalada oficial; acorralar a zapatistas, su objetivo, opina López y Rivas
Alonso Urrutia Ť Las insinuaciones gubernamentales de vínculos entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el narcotráfico sólo contribuyen a polarizar el clima de confrontación en el conflicto chiapaneco y alejan la posibilidad de que el coordinador para el diálogo y la negociación, Emilio Rabasa, comience conversaciones con su contraparte, sostuvo el senador priísta Pablo Salazar Mendiguchía, integrante de la Cocopa.
Con ello se pretende dar un nuevo justificante para el reposicionamiento de las fuerzas armadas y, a futuro, señalar que ``no los detuvimos por zapatistas, sino por narcotraficantes'', agregó Salazar, quien consideró muy impertinentes las declaraciones de Rabasa.
Por su parte, el diputado perredista Gilberto López y Rivas, calificó de una ``villanía'' la mera insinuación de vínculos entre el EZLN y el narcotráfico. Lo calificó como una nueva escalada gubernamental para tratar de acorralar a los zapatistas en vísperas de la realización de la consulta.
Advirtió que la Cocopa no puede contribuir a una estrategia como esa, que ya ha sido probada en otras partes de América Latina. López Rivas destacó que la continuación de esos operativos conduciría al serio riesgo de llegar a una confrontación entre ambas fuerzas.
Salazar Mendiguchía deploró que las insinuaciones se den en vísperas de la visita papal, y aseveró que Rabasa no actuó de manera similar ``cuando hace poco, en declaraciones del Ministerio Público recientemente detenido, que involucra al Ejército Federal en la matanza de Acteal, Rabasa no llamó al Ejército para que lo ayudara a aclarar la situación''. Entonces, el secretario de Gobernación, Francisco Labastida actuó con prudencia, aduciendo que era un asunto del Poder Judicial, que puede ser el mismo caso de ahora.
El legislador priísta consideró obvio que la intención de las declaraciones es desprestigiar al EZLN en vísperas de la visita papal, tendiendo a dar una justificación para el reposicionamiento del Ejército en la zona de conflicto.
Por ello, consideró, en nada ayudan esas declaraciones a la solución del conflicto en Chiapas, ``es una más de las opiniones impertinentes de Rabasa''.
A su vez, López y Rivas consideró las declaraciones como una nueva fase de la ofensiva contra el EZLN ``ya saturaron el terreno militar y hoy quieren saturar el terreno político'', dijo.
Recién llegado de Colombia, donde acudió a las pláticas entre el gobierno y las FARC, comentó que ``mientras allá intentan salir de esa estrategia contrainsurgente, acá se comienza a utilizar''.
López y Rivas no descartó que los sembradíos hayan sido hechos por grupos paramilitares con la clara intención de montar un escenario más de confrontación.
El perredista lo definió como ``una clara provocación tendiente a golpear, por un lado la consulta organizada por el EZLN; por el otro, buscar otros pretextos para penetrar aún más en las comunidades zapatistas''.
Recordó que desde el inicio del conflicto ``no se ha dado ningún indicio de vínculos entre el EZLN y el narcotráfico; aún más, es conocida la postura de rechazo de los zapatistas a esa actividad, por lo que la Cocopa no tiene que involucrarse en esta nueva estrategia de contrainsurgencia.''