Las niñas y niños que nacen en estos días, cuando sean adultos se preguntarán si viven en un país mejor que el de sus padres, o recibieron uno peor como herencia. Lo que suceda las próximas semanas y meses podría significar la diferencia. El gobierno se dispone a poner en vigor la ley del Fobapan, que descarga sobre el pueblo una deuda que en el transcurso del tiempo superará la cifra de un millón de millones de pesos. Es el costo del rescate bancario, al cual habría que añadir el del rescate carretero. ¿Qué puede hacerse -vale preguntar- si PRI y PAN ya convirtieron en ley este mecanismo que quita dinero a todos -ricos y pobres- para transferirlo a un pequeño grupo de beneficiarios? Vale recordar que ni en el reino de Dios hay leyes inmutables; Jesús derogó la ley del Talión (``ojo por ojo, diente por diente'') y la sustituyó con la del perdón. No es la primera vez, por lo demás, que en México se imponen leyes injustas. Hubo una que permitió la esclavitud hasta que el gran Morelos la abolió. En época más reciente -en los tiempos de Díaz Ordaz- la legislación penal establecía el delito de disolución social por el cual muchas personas fueron atropelladas en sus derechos, pero los ciudadanos obligaron al gobierno a derogarlo. ¿Ustedes creen que, ante el Fobapan, estemos sujetos a un destino inescapable? Imagínenlo: por un lado, un centenar de financieros y políticos embolsándose tranquilamente un millón de millones de pesos; por el otro, 95 millones de mexicanos sacrificándose durante los siguientes 30 años para pagárselos. ¿Así de fácil?
Prestigios
En la escaramuza que precedió a la aprobación del Fobapan, los dirigentes de PAN y PRD, Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador, varias veces debatieron el tema en distintos foros. Tenían algunas coincidencias, aunque siempre los separaron desacuerdos fundamentales. Coincidían en que el instituto que substituyera al Fobaproa -lo que luego fue el Fobapan- quedara a cargo de mexicanos de insospechable honestidad. Llegaron a mencionar los nombres de don Julio Scherer y don Gabriel Zaíd, dos de los grandes prestigios del país. En alguna ocasión también se mencionó a don David Ibarra. Sin embargo, la cúpula panista dio a las cosas el rumbo torcido que ustedes conocen. Acordó con el PRI ``en lo oscurito'' poner en manos del Presidente de la República la atribución de designar a los encargados del Fobapan, con el único control de la aprobación del Senado -dominado por el PRI. ¿Quiénes serán los encargados del Fobapan?. Estos días se especula sobre los candidatos. Se trata de gente menor, burócratas del sector financiero o empleados y desempleados bancarios en busca de mejor suerte. Pareciera ser que el requisito principal es que no tengan muchos escrúpulos -de preferencia ninguno- y la aptitud de decir ``si señor''. La paga será excelente.
Tareas
¿Qué tareas deberán desempeñar? Dos, por encima de todas. La primera sería ``no hacer olas'', es decir, no transparentar, mantener oculto, como hasta ahora, lo que hay en el fondo del sótano. La otra tarea se las marcó a los diputados de PRI y PAN, en un desplegado que publicó La Jornada, el presidente de la Asociación de Banqueros, don Carlos Gómez y Gómez, y seguiría siendo válida: no tocar los pagarés ni los intereses que generan; pueden cambiarles de forma, mas no de cuantía. De cualquier modo, sea que cambien o queden como están, su origen sería el mismo. Fueron librados por funcionarios del Ejecutivo sin autorización previa del Congreso.
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