Ť La Nobel se defendió


Sin interés para Menchú polemizar con el diario NYT

Matilde Pérez U. Ť La indígena quiché y premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú Tum, defendió su derecho a escribir la historia de su pueblo y la de su familia y aclaró que no tiene nada que ocultar, pero tampoco entrará a una polémica absurda con The New York Times ni con el reportero Larry Rotter, que puso en tela de juicio su testimonio sobre los desaparecidos, masacres, violaciones y torturas en Guatemala.

En conferencia de prensa ųen la que Gustavo Meoño leyó el breve documento Rigoberta Menchú Tum: una verdad que desafía al futuroų la Nobel comentó que, de acuerdo con el reportaje, ''ahora los indígenas no sólo somos unos ignorantes sino también mentirosos'', y consideró que lo escrito por Rotter ''es un mensaje universal de los que están atacando a los pueblos indígenas, los cuales sólo tienen su dignidad y fuerza para defender su historia''.

Lamentó que ''ese tipo de mensajes'' encuentren eco en el mundo, ello obliga a renovar el trabajo y la lucha para defender los valores de los pueblos indígenas; ''nosostros, los indígenas en toda América y en cualquier rincón de este planeta nos sentimos atacados''. En el documento, la Fundación Rigoberta Menchú Tum subrayó que lo difundido por el NYT busca cuestionar ''la verdad de la historia colonial que todos los Estados del mundo reconocieron al nombrar a Rigoberta Menchú como embajadora de la buena voluntad del Año Internacional para las Poblaciones Indígenas y enterrar en el olvido los compromisos adquiridos''.

Hizo un llamado a los gobiernos, organizaciones sociales, organismos del sistema internacional y a la conciencia pública a ''reanimar la reflexión crítica, reafirmar los compromisos y a renovar la decisión y voluntad de encarar las deudas que tiene la humanidad con los pueblos indígenas, con la historia que hasta hace pocos años se negó a reconocer''.

Demandó un nuevo orden, fundado en el reconocimiento de la pluralidad y el respeto a la diferencia, en la tolerancia y el diálogo, en el desarrollo que lleva a la equidad y en la verdad que lleva a la justicia.

Ante los insistentes señalamientos de algunos de los corresponsales extranjeros de que Rotter ha demostrado su imparcialidad, profesionalismo y honestidad en la cobertura de los conflictos guatemalteco y de Chiapas, Menchú Tum reiteró que no entrará a una discusión intolerante y prepotente, pero sí puntualizó que su libro Yo, Rigoberta Menchú no es su autobiografía sino la presentación de los testimonios de las masacres cometidas durante la guerrilla en Guatemala.

Asentó que su madre, Juana Tum, fue secuestrada, torturada, violada y asesinada y esa historia se repitió una y otra vez entre cientos de familias y allí están las fosas comunes. De su hermano Patrocinio ųel reportaje afirma que fue fusilado y no quemado vivoų y los supuestos estudios que realizó en un colegio privado, señaló: ''No voy a volver a contar la historia, pero Ƒacaso tengo que pedir perdón por la masacre de mis padres y de las 60 familias que vivían en Chimel, mi pueblo?'' Sobre su hermano Nicolás, indicó que él dará su propio testimonio, pero aclaró que en la historia de las familias guatemaltecas se van a encontrar nombres iguales porque es una tradición.