Ť Aceptan los trabajadores alza salarial de 18%, más 2.13% en prestaciones
Conjurada, la huelga de tranviarios
Juan Antonio Zúñiga Ť Con las banderas rojinegras desplegadas, ya transcurridos los primeros minutos de hoy, autoridades y trabajadores de la Alianza de Tranviarios de México alcanzaron un acuerdo que conjuró el estallamiento de huelga anunciado para las cero horas de este jueves.
Los tranviarios aceptaron un incremento salarial de 18 por ciento directo al tabulador, más 2.13 por ciento en prestaciones y una alza de 2.5 por ciento condicionada a factores de productividad. De este modo, se pone fin a lo que pudo ser el primer paro de labores de trabajadores del gobierno capitalino en la actual administración.
El servicio de trolebuses, tren ligero y unidades terrestres para el transporte de personas con discapacidad funciona con normalidad desde las 5 de la mañana y es muy probable que colabore en el traslado de feligreses a los diferentes actos del papa Juan Pablo II.
El arreglo se alcanzó a las 0:14 horas de hoy, luego de que las partes habían acordado una prórroga de 30 minutos antes del estallamiento oficial. Sin embargo, la orden de cerrar las instalaciones centrales del Sistema de Transportes Eléctricos se dio a las 11:58 de ayer, y en ese momento se desplegó una gran bandera rojinegra de 30 metros de largo por ocho de ancho, y en punto de las cero horas se clausuró el paso a las instalaciones de los tranviarios.
En la premura, los trabajadores pasaron por alto que dentro del inmueble aún permanecían aproximadamente 30 personas, entre compañeros suyos y personal de confianza.
El líder de la Alianza de Tranviarios de México, Benito Bahena, explicó que se dio la orden de colocar las banderas y clausurar las instalaciones como una medida de presión para alcanzar las mejores condiones salariales para su gremio.
El éxito de la negociación entre autoridades y trabajadores impidió la paralización del servicio de transporte eléctrico que cubre fundamentalmente rutas del centro y sur de la ciudad de México, y que sería cubierto, de haberse llevado a cabo la huelga, con unidades del Consejo de Incautación de Ruta 100, transporte público concesionado, combis y microbuses.
Antes de alcanzar el acuerdo, los tranviarios se mantenían firmes en la petición de un incremento salarial de 20 por ciento directo al tabulador, sin considerar las prestaciones.
El arreglo, que permitió conjurar la huelga, amplía la posibilidad de que el Sistema de Transportes Eléctricos se consolide como un medio opcional para el traslado de los capitalinos en condiciones competitivas frente a otros medios públicos concesionados, a partir de que mantiene en 1.50 pesos su tarifa de pasaje.
Asismismo, esta negociación sienta el precedente de que en la próxima negociación, que se llevará a cabo en el Sistema de Transporte Colectivo Metro puedan fijarse objetivos de productividad que repercutan en mayores ingresos para los trabajadores.
Por lo pronto, los tranviarios acumulan un aumento salarial de 39. 2 por ciento directo al tabulador, luego de las dos revisiones en las que participaron funcionarios del primer gobierno electo de la ciudad de México. Esta situación contrasta con el incremento de 29. 96 por ciento que acumulan hasta ahora los trabajadores al servicio del gobierno federal, lo que significa una diferencia de casi 10 puntos porcentuales.
La huelga de los 3 mil 800 tranviarios sienta un precedente de respeto a las legítimas demandas laborales de los trabajores, en un contexto de estrechez financiera en el que las autoridades del gobierno capitalino lograron elevar al máximo posible las remuneraciones, mejorar las condiciones de trabajo, garantizar la planta laboral y sostener una tarifa de acceso a los grupos sociales de menores ingresos de la capital.
La Alianza de Tranviarios de México forma parte de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), que agrupa a sindicatos que durante la década de los setenta y ochenta mantuvieron una línea de independencia frente al Congreso del Trabajo y a las políticas impulsadas por la Confederación de Trabajadores de México. La UNT ha manifestado su intención de transformarse en una asociación política.
Durante los últimos 30 años, hasta 1997, el Servicio de Transportes Eléctricos no había recibido impulso ni recursos de inversión para lograr la expansión de uno de los medios menos contaminantes, junto con el Metro, y más baratos de todo el país.
Las inversiones en el Sistema de Transportes Eléctricos incluyen la ampliación del parque vehicular en 200 trolebuses más, la rehabilitación de la vía del tren ligero, la incorporación del sistema de capacitación en electrónica.