Ť Se le reconoce una trayectoria intachable


Ojeda Bohórquez retomó el juicio más crucial del país

Ť Entre otros, intervino en los casos de La Quina y El Universal

Jesús Aranda Ť Cuando el juez que conoció inicialmente el caso José Francisco Ruiz Massieu, Diógenes Cruz, fue designado magistrado en enero de 1997, el Consejo de la Judicatura Federal se enfrentó a su problema "más importante", relacionado con la adscripción de juzgadores: encontrar a alguien "que no fuera cuestionado, ni por el lugar en que hubiera estado anteriormente, ni por casos controvertidos fallados; que no fuera muy viejo, como tampoco un bisoño en las lides judiciales", y se optó después de mucho trabajo por la elección de Ricardo Ojeda Bohórquez, quien de manera extraordinaria fue designado "por necesidades del servicio".

Se trataba de retomar "el asunto más importante en la vida judicial del país", razón por la que el Consejo de la Judicatura tuvo que aplazar posteriormente el nombramiento del propio Ojeda Bohórquez, cuando a mediados de 1997 resultó triunfador del concurso para ser magistrado, es decir, a pesar de tener el nombramiento "en la bolsa", tuvo que esperar 18 meses más para subir el escalón más importante del Poder Judicial ųúnicamente debajo de los ministros de la Corteų, "sacrificando no sólo un sueldo mayor, sino también las presiones de las partes que intervienen en uno de los juzgados más complicados a nivel nacional, por el tipo de asuntos que se deciden ahí".

Nacido en Miahutlán de Porfirio Díaz, Oaxaca, el 3 de abril de 1959, el hombre que condenó a Raúl Salinas de Gortaria a 50 años por la autoría intelectual del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu se tituló como licenciado en derecho en la Universidad Autónoma Benito Juárez, en 1983, año en que ingresó a la judicatura.

Durante este lapso, fue secretario general de juzgado, secretario de Estudio y Cuenta de Tribunal Colegiado y posteriormente de la Suprema Corte, y en 1992 fue designado juez de distrito.

En este cargo le ha tocado también tomar decisiones particularmente sensibles para el sistema político nacional; una de ellas fue la liberación en su momento de Fernando Yáñez Muñoz, quien para la PGR era el comandante Germán de la dirigencia del EZLN. En su momento, ordenó la detención con fines de extradición del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes; dictó sentencia en contra del brazo derecho de Joaquín Hernández Galicia, La Quina, Salvador Barragán Camacho, y negó el amparo al dueño del periódico El Universal.

También dictó auto de formal prisión, y posteriormente absolvió al ex gobernador de Jalisco, Flavio Romero de Velasco, acusado de lavado de dinero.

Para el ex consejero de la Judicatura, Ricardo Méndez, "si el juez Ojeda Bohórquez dictó la máxima sentencia de 50 años de prisión, es porque no hay duda de que para él Raúl Salinas es culpable".

Méndez Silva coincide con consejeros en funciones en el sentido de que Ojeda Bohórquez es un juez con una trayectoria impecable, "es uno de los pocos que tienen el grado de doctor".

De acuerdo con los informantes, una vez que dictó sentencia, se espera que en un plazo no mayor de un mes, el juez pase de ser un "magi-juez (término empleado en la judicatura para nombrar a los jueces que no habían asumido aún el cargo de magistrados por diversas razones)", a un magistrado en funciones, cargo que le fue aprobado desde hace 18 meses.