Ť Persiste la crisis pese al duro ajuste fiscal del presidente Cardoso
Nueva devaluación de la moneda brasileña; ahora fue de 7.5%
Ť Temen mayores recortes e incluso una moratoria Ť Sigue la salida de divisas del país sudamericano
Afp, Reuters y Ap, Brasilia, 21 de enero Ť Tres días después de que el gobierno brasileño confirmara la libre flotación del real y aumentara los tipos de interés, la moneda volvió a devaluarse hoy y continúa la fuga de dólares, pese a una victoria legislativa clave del duro plan de ajuste fiscal del presidente Fernando Henrique Cardoso.
Ante este sombrío panorama, muchos economistas temen mayores recortes e incluso una "moratoria" de la deuda externa. "La factura de este año es de 60 mil millones de dólares y Brasil no tiene de dónde sacar ese dinero", advirtió el ex ministro de Planificación Celso Furtado.
El dólar cerró este jueves a 1.72 reales por unidad, con una desvalorización de 7.5 por ciento respecto del miércoles y más de casi 30 puntos porcentuales desde el pasado 12 de enero.
El principal índice de la Bolsa de Valores de Sao Paulo cerró con una pérdida de 4.6 por ciento, luego de ganar 51.7 puntos porcentuales en cuatro jornadas desde que el Banco Central dejó el real libre a la fuerza de los mercados.
También continuó la salida de divisas del país, pese a que además de la devaluación el Banco Central elevó las tasas de interés.
"Vemos 300 millones de dólares dejar el país todos los días y el Banco Central no está interviniendo más con las reservas. El mercado agotó los dólares", aseguró un operador bursátil.
La persistente inestabilidad aumentó las preocupaciones de que la crisis pueda extenderse a sus vecinos, principalmente Argentina, que dirige a Brasil 30 por ciento de sus exportaciones.
El secretario argentino de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería, Jorge Campbell, se reunió hoy con altos funcionarios brasileños, al tiempo que el gobierno uruguayo anunció el recorte del gasto público para enfrentar las consecuencias de la crisis brasileña.
La caída del real y de las acciones brasileñas este jueves se registró pese a que la noche del miércoles la Cámara de Diputados aprobó un polémico proyecto de ley que aumenta la contribución de los funcionarios a la previsión social, y establece aportes para jubilados y pensionistas del sector público.
La iniciativa, que se descuenta será aprobada en el Senado, era una medida clave en el plan de ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un crédito de 41 mil millones de dólares.
Cardoso celebró la aprobación al asegurar que demuestra "que es posible superar dificultades momentáneas, siempre que se mantenga un equilibrio, la firmeza y el rumbo", aunque los líderes de las bancadas aliadas al gobierno advirtieron que el Congreso precisa de una contrapartida: la baja de las tasas de interés y señales de la recuperación de la economía en 90 días.
Sin embargo, las medidas más importantes del programa de ajuste fiscal sólo tienen media sanción, y para recuperar la confianza en la vapuleada octava economía del mundo, Cardoso también debe convencer a los estados y municipios del país de que ajusten sus cuentas.
El ex presidente y gobernador de Minas Gerais, Itamar Franco, declaró una moratoria de 90 días de su deuda con el gobierno central, inmediatamente después que asumió el primero de enero.
Para sancionar la rebeldía, el Banco de Brasil bloqueó anoche el equivalente de los 12 millones de dólares de la deuda en recursos que iban a ser depositados en las arcas de Minas Gerais.
En París, mientras tanto, el financista internacional George Soros estimó hoy que Brasil cometió un error al aumentar sus tipos de interés, aunque sostuvo que "la devaluación era inevitable" y pronosticó que "a menos que los tipos de interés bajen, Brasil sufrirá una seria recesión".
Por su parte, el economista jefe de la firma de corretajes Lehman Brothers, José Barrionuevo, afirmó en Nueva York que "si el programa de reducción presupuestaria no es aplicado rápidamente (por las autoridades brasileñas), las presiones sobre el real no van a disminuir".
Asimismo, los analistas financieros brasileños estiman que los cambios operados en la política monetaria modifican significativamente las bases del acuerdo alcanzando con el FMI.
"La devaluación del real cambió todos los números", dijo Carlos Geraldo Langoni, ex presidente del Banco Central, mientras que para la diputada izquierdista María da Conceicao Tavares, el gobierno "hará una moratoria técnica cuando las reservas lleguen a los 20 millones de dólares... No hay ajuste posible".
Con los recortes presupuestarios, el alza de impuestos y el aumento de las contribuciones, el gobierno del socialdemócrata presidente Fernando Henrique Cardoso sólo ha garantizado 50 por ciento de los 18 mil millones de dólares de superávit fijados como meta para 1999.
De su lado, el economista Celso Furtado, ex ministro de Planificación (1961-1964) y de Cultura (1985-1990), afirmó que Brasil está muy mal administrado.
"Lo digo con tristeza porque soy muy amigo del presidente Cardoso, pero formó un equipo de inexpertos que vive de fantasías", afirmó.
"Brasil marcha hacia la moratoria de la deuda externa", pronosticó Furtado en declaraciones publicadas este día por el diario Folha de Sao Paulo, y se pronunció contra "esa política recesiva, con el aval del FMI, que aumentó las tasas de interés para las inversiones productivas, estimuló la especulación y cerró fuentes de trabajo".
Mientras tanto, el Banco Central informó este jueves que la deuda externa ascendió en noviembre a 229 mil millones de dólares, mientras la deuda interna es de 317 mil millones de reales (cotizados a 1.68 por dólar), y desde octubre el gigante sudamericano ha perdido 40 mil millones de dólares de sus reservas internacionales.