Ť Las palabras de Juan Pablo II no deben chiapanizarse: Aguirre Franco
El mensaje, señal contra la marginación
Alma E. Muñoz y Triunfo Elizalde Ť El mensaje de Juan Pablo II en el avión que lo transportó a la ciudad de México, en relación con el conflicto chiapaneco, se percibió entre integrantes de la jerarquía católica como una señal para cuestionar la marginación de los indígenas no sólo en el sureste del país, sino en todo el continente.
Por lo tanto, hablar de teologías indigenistas con tintes marxistas es acusar a quienes utilizan a las etnias como ''rehenes'' o ''bastión'' para la defensa de ideologías, señaló el obispo de Tuxtla Gutiérrez, Felipe Aguirre Franco.
Genaro Alamilla, obispo emérito de Papantla, Veracruz, dijo que en el mensaje se llamó a no actuar con tintes ''excluyentes'' y considerar que sólo un sector debe recibir apoyos de parte de autoridades, incluso eclesiásticas.
No obstante que el pontífice, en sus primeras declaraciones se refirió al conflicto entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y el gobierno, Aguirre Franco recalcó que las palabras del Papa no deben ''chiapanizarse'', porque situaciones semejantes se viven en todo el continente americano.
En sus declaraciones, interpretó, Juan Pablo II refirió que las teologías indígenas son aquellas que nada más utilizan a la persona a favor de una ideología, sin tomar en cuenta que es necesario ''enriquecer, por reflexión de Dios, toda su experiencia cultural para hacerlo comprender mejor el mensaje cristiano del Evangelio''.
Por ello, añadió, ''sería injusto tener al indígena como un rehén de ideologías materialistas cuando el Papa quiere defender su libertad y sus derechos para lograr la promoción integral, no nada más desde un punto de vista materialista o marxista, sino con la apertura que da el Evangelio''.
Obispos vinculados con los indígenas, como Alejo Zavala, de Tlapa, Guerrero; y Luis Gabriel Cuara, de Tuxpan, Veracruz; coincidieron en que el Papa refrendó su opción por los pobres y la necesidad de denunciar y apoyar en la defensa de los derechos humanos, en especial de los más marginados.
Alusión a los conflictos en
Chiapas, Guerrero y Oaxaca
Después de la llegada de Juan Pablo II a la ciudad de México, defensores de derechos humanos consideraron que el mensaje en el hangar presidencial, referente a la necesidad de concordia entre los mexicanos, fue una alusión velada a la situación prevaleciente en Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
Edgar Cortés, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, mencionó que el pontífice llegó a un país y a un continente donde no se respetan los derechos humanos. Benjamín Laureano Luna, presidente del Frente Mexicano Pro Derechos Humanos, hizo notar que el tema principal del mensaje pronunciado por el jerarca católico ''tiende a apoyar la autodeterminación indígena, los derechos humanos y la paz''.
Criticaron que el presidente Ernesto Zedillo hablara de democracia plena cuando ésta es incipiente y se multiplican las violaciones a las garantías fundamentales y los indígenas se encuentran en una total marginación.