A: Juan Pablo II
De: Serapio Bedoya
Presente:
Bienvenido sea a la ciudad de México, porque llega en buena hora y con buenos cielos.
Desde ayer, se encuentra usted en el corazón de un país materialmente destrozado por la torpeza y la corrupción de sus gobernantes.
La Organización de Naciones Unidas, en mayo de 1994, y la prestigiosa revista Foreing Affairs, la semana pasada, dijeron, casi con las mismas palabras, que México está ``en peligro de desintegración''.
Foreing Affairs agregó: ``La situación es tan grave que Estados Unidos debería contemplar la posibilidad de una intervención para evitar mayores problemas''.
El Banco Mundial, por su parte, señala que ``80 por ciento de la población mexicana está en la pobreza'' (informe de septiembre de 1998).
La Presidencia de la República pronostica que 1999 ``no será un año difícil''.
Y la gente, al oír todo eso, se pone a temblar.
Por eso le reitero con alegría que llega usted en buena hora y con buenos cielos.
En la selva Lacandona se dice, y se repite, y se vuelve a decir, que en cuanto usted se vaya de México el ``gobierno'' federal desatará una nueva ofensiva paramilitar contra las comunidades indígenas, es decir, contra mujeres, ancianos, hombres, niños y fetos absolutamente indefensos, seres humanos desprovistos de todo pero llenos de esperanza en la fuerza simbólica de su pacífica rebelión.
Por el amor de Dios, extienda sobre Chiapas el manto protector de su palabra, y salve, como han hecho tantos otros viajeros ilustres, las desamparadas cabezas de quienes nada tienen, porque los quieren matar.
No permita usted que México ingrese al club de los países, como Argelia o Colombia, donde cada semana se comete una matanza.
Es todo lo que le pido.
No es poco.
Es un favor tan grande como el mundo.
Sin otro particular, deseo sinceramente que su estancia en la ciudad de México sea más placentera que en ocasiones anteriores (y disculpe que haya tantos baches y tantos arbotantes a oscuras; lo que pasa es que el ``gobierno'' federal, su partido y el de la derecha católica se niegan a entregar suficientes recursos al gobierno democrático de Cuauhtémoc Cárdenas).
Afectuosamente
Serapio Bedoya Arteaga
Hoy, durante la ceremonia religiosa que presidirá en la Basílica de Guadalupe, el papa Juan Pablo II recibirá el saludo y estrechará las manos de cuatro mujeres indígenas pertenecientes al grupo Las Abejas de Chenalhó, que sobrevivieron a la matanza del 22 de diciembre de 1997.
Las abejitas le obsequiarán un ejemplar del libro que imprimieron los jesuitas de Chenalhó, quienes desde hace algún tiempo desempeñan las funciones que realizaba el padre Michel Chanteau, cuando la Secretaría de Gobernación lo expulsó del país, según esto para siempre, acusado de participar en actividades políticas.
Según observadores de la región, sin la expulsión del padre Chanteau jamás se habría producido la matanza que exactamente cumplió 13 meses ayer, a la hora en que el 747-400 de Alitalia, llamado Giuseppe Verdi, aterrizaba en el aeropuerto internacional Benito Juárez de la ciudad de México.
Al planificar el encuentro del pontífice con las abejitas, los organizadores pensaron, en un principio, regalarle un estuche lleno con tierra de Acteal, pero tras discutir el tema en asamblea plenaria, Las Abejas resolvieron que no era conveniente hacerlo porque en esa tierra, dijeron, ``va la sangre de nuestros muertos y eso no se da''.
La Secretaría de Gobernación ha presentado recursos de apelación contra los amparos concedidos por el Poder Judicial a los italianos observadores de derechos humanos y al pacifista estadunidense Tom Hansen. Como el Papa indudablemente sabe -el asunto es un escándalo vivo en Italia-, el 10 de mayo de 1998, 40 ciudadanos italianos fueron detenidos en el aeropuerto de la ciudad de México y obligados a abordar un avión de Taesa, que despegó a las cuatro de la mañana del día siguiente y los condujo a Roma, previa escala en Gander, Canadá.
El 11 de diciembre de 1998, el juzgado tercero de lo penal en la ciudad de México dictó una sentencia que anula el valor legal de la expulsión, aunque abre la posibilidad para que Gobernación la reformule en otros términos. Meses antes de esa noticia, otro juzgado, el octavo también de la penal, protegió con el derecho de amparo a Tom Hansen, a quien Gobernación echó del país ``por haber participado como observador en los diálogos de San Andrés Larráinzar''.
Cuando se creía que el régimen había hallado al fin la manera de reparar semejantes errores diplomáticos -pues trató como delincuentes a ciudadanos de países amigos que vinieron en misiones de buena voluntad a tratar de frenar la guerra de exterminio contra los indios-, la Secretaría de Gobernación, en una actitud que forma parte de su política de endurecimiento hacia todos los sectores de la población en conflicto, ahora pide al Tribunal Superior que revise las sentencias de ambos expedientes y ratifique, con toda claridad, que los expulsados no podrán retornar a ``nuestro'' país.
En el caso de los italianos, Gobernación ha reconcentrado tanto celo -un rencor especial, que se antoja enfermizo- que ha maniobrado para apostar a dos agentes del Ministerio Público federal a la puerta del juzgado donde se ventilará el asunto.
Gobernación insiste en que los italianos ``hicieron alarde y ostentación de desacato'' a los mandamientos de las autoridades, y como prueba cita, en un collage sin referencias claras, diversas notas que aparecieron en La Jornada entre el 6 y el 7 de mayo de 1998. Copio un fragmento del alegato interpuesto por los abogados de Francisco Labastida Ochoa:
``...Tampoco asiste razón al emisor (la juez) del fallo que se combate (el amparo) cuando aforma (sic) que la autoridad responsable no expone razones concretas y particulares sobre las trasgresiones (que habrían cometido los italianos), ya que basta acudir a lo que es del dominio público, como lo es lo publicado en el periódico la `Jornada' (sic) en estas fechas (¿cuáles?), para, entre otras cosas, leer: `El pasado 6 de mayo, 135 italianos, entre ellos varios diputados de aquel país que se encontraban en Chiapas como observadores, y cuya estadía coincidió con la disolución de dos municipios autónomos, decidieron viajar a la comunidad de Taniperla donde había mujeres y niños secuestrados por paramilitares. La decisión de visitar aquel poblado provocó una airada respuesta de las autoridades federales... Elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) trataron de impedir la visita de los ciudadanos italianos a aquella comunidad (,) por lo que los observadores abandonaron los vehículos que los trasladaban desde la cabecera municipal de Ocosingo hasta el ejido enclavado en las Cañadas de la Lacandona. Era el 7 de mayo.- (sic) En Taniperla, un día después la delegación de observadores de los derechos humanos fue agredida por paramilitares...' -después de haber expuesto lo cual, Gobernación concluye a renglón seguido, metiendo una coma después de las comillas de paramilitares-, como puede advertirse, al no tomar en cuenta el juez de amparo lo que es dominio público trasgrede flagrantemente el precepto legal que se invoca al inicio del presente agravio, por ello debe revocarse el fallo que por ésta (sic) vía se combate y en caso de así estimarlo (el Tribunal Superior de Justicia) negar el amparo y la protección federal solicitado (sic).''
-¿Cuánto gana un abogado de la Secretaría de Gobernación? -pregunta una mujer de 30 años, llamada Pilar Guirucha.
-¿Por qué? -pregunta un bobo llamado Bob.
-Porque escriben con las patas -afirma Pilar, calígrafa y dueña de una papelería del vecino pueblo de Machitostitlán.
El tonto del pueblo entra en El Imperio de los Sentidos gritando:
-¡Gané! ¡Gané! ¡Agarré la chica!
Y pone delante de nosotros 20 billetes de cien pesos.
-¿Te acuerdas lo que publicamos la semana pasada? -me dice, atrayendo la atención del mesero a la izquierda con gesto de yo invito.
-¿Lo de la alianza de Carlos Salinas con Vicente Fox?
-Parece que armó revuelo -dice Bob.
-Incluso, Luis Javier Garrido mencionó ayer que Salinas y Fox están ``amafiados''.
-No -dice el tonto-, me refiero a las apuestas sobre el caso Raúl Salinas de Gortari. ¿Dijimos o no dijimos que el viernes pasado los momios estaban 10 a 1? -me increpa.
-Claro que lo dijimos -acepto.
-Pues el miércoles en la noche -agrega el tonto- se pusieron al doble: 20 a 1. ¿Y sabes a quién engatusé para que me jugara en contra? ¡A mi patroncito, el doctor Tellini!
-¿Tortellini? -dice Pilar Guirucha.
-Doctor Héctor Tellini -le explico-. En este pueblo viven montones de italianos. Imagínate que el alcalde se llama Rito Ornelo
-Pero qué pasó -dice Bob.
-Pasó que compramos una papeleta, yo pagué cien pesos, mi doctorcito 2 mil y en el momento menos pensado, chachachachán -hace el tonto-, el juez Ricardo Ojeda sentencia a Raúl Salinas a 50 años de cárcel. O sea que, ¡gané! ¡Gané!
-¿Ah, ganaste? -dice el mesero a la izquierda-. Ahora págame, canijo.
Y en un abrir y cerrar de ojos le arrebata los 20 papeles color salchicha Fud.
-Pe...
Perplejo, el tonto se sienta entre nosotros, Bob le ofrece un trago, Pilar recorre su silla.
-No te amargues -le digo-, más triste que tú debe estar el doctor Tellini.
-¿Triste? De hecho está furioso -dice el tonto-. Hace diez minutos me corrió.
-¿La sentencia contra Raúl Salinas es buena o es mala para los mexicanos?
-Para mí fue catastrófica -dice el tonto.
En 1990, la segunda vez que Juan Pablo II vino a la ciudad de México, esta columna se llamaba Cuarto de Plana, era más pequeña y salía en otro periódico. En aquella ocasión, los responsables de ese espacio informativo decidimos aprovechar la visita papal para hacer un ajuste de cuentas con nosotros mismos en beneficio de nuestros lectores. Así, presentamos una fe de erratas que, pese a ser no creyentes, nos trajo el cristiano alivio de la confesión.
Hoy, nueve años después, el momento es propicio para intentar algo parecido. En primer término, en la página publicada el 26 de diciembre (``Premios de la cítrica 1998''), omitimos involuntariamente decir que la Asociación de Citricultores Independientes y Democráticos Emiliano Zapata (ACIDEZ) confirió a Ricardo Rocha el galardón que lo distingue, por muchos conceptos, como Periodista del Año.
En segundo lugar, en la página del 9 de enero pasado (``Quintana Roo: acción inminente''), escribimos, por simple confusión mental agravada por destellos de alzheimer, que la directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia es ``la inefable Teresa del Conde'', crítica de arte de este diario, cuando se trataba evidentemente de ``la inefable Teresa Franco'', responsable, ella sí, de haber convertido las principales zonas arqueológicas del país en atractivos ``puntos de venta''.
Por último, en la página del sábado anterior (``Salinas-Fox: todo encaja''), apareció que Adolfo Aguilar Zinser, ``senador independiente, fue postulado por el Partido del Trabajo'', cuando en realidad le prestó el registro para su campaña electoral el Partido Verde Ecologista Mexicano. En forma hazañosa, Aguilar Zinser obtuvo el millón de votos que necesitaba para ganar su escaño.
Algunos párrafos de ese texto, por lo demás, suscitaron reacciones del politólogo Jorge G. Castañeda y del propio Aguilar Zinser. Con el fin de llegar hasta el fondo del asunto, uno de los dos -el otro no ha sido contactado- aceptó conceder una entrevista la semana próxima a La Jornada.
El ex presidente Salinas de Gortari no desmintió lo que se dijo en este espacio acerca de su alianza con Fox, pero en cambio Fox (Perot) se permitió declarar, que ``el presidente Zedillo tiene miedo del regreso del salinillas (sic)'', y al referirse así a la cabeza de la familia más incómoda de México dejó traslucir, en opinión del tonto del pueblo, cierta ternura no exenta de simpatía.
Ahora es ya muy tarde en la noche de El Imperio de los Sentidos. Pilar Guirucha se ha retirado en la última combi a su pueblo. Bob, el mesero a la izquierda y yo hablamos de mujeres con el poeta Mario Giraud, que nos ha caído por sorpresa. Bob nos revela.
-El otro día, en el supermercado, vi una francesa divina...
-¿Y? -le preguntamos los demás con los ojos. Bob agrega con pesimismo.
-Estaba carísima...