Ť La Ley de Coordinación Fiscal, vuelta al proceso de centralización, afirma


El neoliberalismo, de derecha: Bartlett

La Jornada de Oriente, Puebla, Pue., 22 de enero Ť Severas críticas al centralismo y el modelo neoliberal "que imperan en el país", así como a la recientemente aprobada Ley de Coordinación Fiscal, fueron vertidas esta mañana por el gobernador del estado y aspirante a la candidatura presidencial del PRI, Manuel Bartlett Díaz, quien sin embargo declinó comentar la sentencia dictaminada a Raúl Salinas de Gortari.

El mandatario poblano, que dejará su cargo el próximo primero de febrero e iniciará su precampaña un día después, dijo que no participará en el linchamiento que, según él, se está haciendo al gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid ųpresuntamente implicado en actividades del narcotráficoų, aunque se negó a reiterar que el PRI debe defenderlo, como pidió el pasado miércoles.

Bartlett Díaz dio una conferencia en el Congreso Internacional de Economía efectuado en la Universidad de las Américas. Allí manifestó: ''He condenado al sistema neoliberal, en su aspecto político, desde hace seis años, porque hemos visto que en la mayoría de los países donde se implementa se ha hecho más grande la brecha de la desigualdad''.

Agregó que el neoliberalismo ''es una postura conservadora, es de derecha'', y no corresponde a los ''objetivos de bienestar popular del país''.

Precisó que el problema no es privativo del país, sino que ''existe una falla en el sistema mundial'', por lo que se manifestó por instaurar a nivel internacional otra opción económica: ''Una tercera vía, tal y como la tenemos en México, porque no estamos a la derecha ųcomo ya saben quiénų ni a la izquierda ųcomo ya saben quiénesų'', comentó entre sonrisas, en alusión al PAN y el PRD.

Luego pasó al tema de la Ley de Coordinación Fiscal, la que, aseguró, trató de superar la Ley para el Federalismo Hacendario ųmejor conocida como ley Bartlettų, y ''vuelve a dejar los recursos de los estados en un proceso de centralización que imposibilita la realización plena de los programas regionales''.

Definió la medida aprobada por el Congreso de la Unión como una "forma de centralismo", la cual ''es una violación constitucional, porque la Federación está interviniendo en el orden de los estados de la República''.