Surge Argos-Becker-Jinich, en el Julio Castillo, con Molière


Teatro vivo, sólo con magia y excelencia: Singer

Eduardo Villegas Ť Con el restreno de Molière de Sabina Berman en el teatro Julio Castillo, el pasado 14 de enero, surge una nueva empresa dedicada a la producción de obras teatrales: Argos-Becker-Jinich. Los productores contarán con un espacio propio: el teatro San Jerónimo --antes Independencia--, mismo que obtuvieron en arrendamiento en la pasada convocatoria mediante la cual el IMSS ofreció sus espacios a la comunidad teatral, pero lo ocuparán hasta abril, después de que lo hayan remodelado.

Enrique Singer, quien funge como coordinador de la empresa, comentó que quieren sumar sus esfuerzos al buen teatro que se hace en México y continuar con esta tradición. "Tenemos un buen público y les ofreceremos lo mejor del teatro comercial, así como aquellas obras de calidad del teatro subvencionado. Nuestra aspiración, como toda empresa independiente, es tratar de crecer económicamente pero al mismo tiempo influir en el medio social. Sabemos hacer un teatro exigente, donde la calidad, entendiendo ésta como la buena manufactura, aparezca en todos los elementos del espectáculo: dramaturgia, actuación, escenografía y demás.

"Nuestras obras estarán dirigidas al público asiduo al teatro, aquel que elige dentro de la cartelera su opción para divertirse. Creemos --agregó-- que al Estado le corresponde la formación de los nuevos públicos, sin que esto quiera decir que abandonemos los vasos comunicantes, pues ambos campos, lo comercial y lo subvencionado, tienen sus vanguardias. Así que apoyaremos aquello que nos permita atraer al público sin descuidar la calidad del espectáculo.

"El espectáculo debe atraer por la magia y la excelencia de sus intérpretes. Haremos de la exigencia una virtud en nuestros montajes y, a la manera de Peter Brook, trataremos de ofrecer un teatro vivo. Sin olvidar que la buena manufactura puede estar en lo comercial, pero también en lo experimental. Además, nos interesa que las obras incidan en la realidad, que denuncien, incluso --cuando sea el caso-- llegaremos a la autodenuncia. Para nosotros es claro que también nos interesa aportarle algo a la sociedad".

Enrique Singer, actor y director en innumerables obras, comentó que a la empresa no sólo le interesa ganar dinero rápidamente, sino que el aspecto lucrativo les permitirá ofrecerle al público una buena calidad en sus propuestas. Reconoció que la dramaturgia es el pilar del teatro nacional de cualquier país y que por lo mismo Argos-Becker-Jínich, apoyará y encargará nuevas obras a dramaturgos mexicanos. Por esta misma razón decidieron empezar como producciones como Molière de Sabina Berman, obra que ofrece una reflexión sobre el teatro, es decir, sobre el arte y sus implicaciones políticas y sociales.

Otra de las opciones que le brindarán al público es la comedia Pop Corn, de Ben Elton, obra donde se reflexiona muy seriamente sobre el conflicto de la violencia en la sociedad contemporánea. Dentro de este fenómeno se revisa el papel que juegan los medios de comunicación y la incidencia que tienen en la sociedad. En este proyecto participarán Fernando Ciangherotti, Juan Manuel Bernal, Cecilia Suárez y Fernando Becerril, entre otros, bajo la dirección de Mario Espinosa.

Cómo aprendí a manejar, de Sandra Voguel, obra que recibió el premio Pulitzer, reflexiona sobre las relaciones humanas; cuenta la historia de un hombre mayor y una joven, y la posibilidad o la imposibilidad de establecer el amor entre ellos; es un montaje que sólo tiene considerado a Otto Minera como director.

Enrique Singer comentó que dentro de la empresa se eligen las obras en común acuerdo. "Sin desechar la posibilidad que cada uno de los productores trabaje por separado. Pero como empresa se tiene la responsabilidad de generar mejores producciones, (se trata de) alentar la aparición de nuevos actores que convivan con los ya reconocidos, crear fuentes de trabajo para la gente de teatro, que es la mejor manera de obtener buenos resultados económicos. Estos objetivos se lograrán con la buena calidad del espectáculo y que sería nuestra principal característica. La calidad no le hace mal a nadie y sí ayuda al teatro en México.

"Trataremos de crear polémica --concluyó Enrique Singer--. Buscaremos cuando menos que se hable de nuestras obras, sin olvidar que en estos tiempos es ineludible el compromiso social. En esta búsqueda de nuevos acomodos sociales, nuestro compromiso lo tenemos que resolver en nuestro campo de trabajo: el teatro de buena manufactura que deseamos ofrecerle al público".