PANORAMA
Cisticercosis
Aproximadamente, a 2 por ciento de los individuos que fallecen en México se les detecta neurocisticercosis en el sistema nervioso central (SNC) al momento de practicárseles la autopsia, aunque no necesariamente ello es la causa de muerte, señala la doctora Edda Sciutto Conde, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBM) de la UNAM.
El cisticerco es un parásito que tiene distintas fases de desarrollo. Una es la larvaria, en la cual tiene forma como de uva y puede estar tanto en el cerdo como en el hombre. En el primero, se aloja en todos los tejidos de su cuerpo, en tanto que en el humano afecta principalmente el sistema nervioso. Su presencia en esa región del organismo causa la enfermedad conocida como neurocisticercosis.
El estadio adulto del parásito es la forma de gusano, más conocida como tenia, o solitaria, como se le llama comúnmente. Su alojamiento en el intestino del ser humano genera la teniasis y llega al organismo cuando una persona come carne de cerdo infectada por cisticercos.
Desde hace poco más de 10 años, en el IIBM se formó un grupo de trabajo que tenía como objetivo principal prevenir esa parasitosis mediante estrategias dirigidas para interrumpir la transmisión del cisticerco al humano.
Asimismo, se ha desarrollado una vacuna que actualmente se evalúa en conjunto con la Universidad de Puebla. Ese fármaco, elaborado de forma sintética, tiene como finalidad prevenir la cisticercosis porcina. Las medidas preventivas en un animal de consumo humano como el cerdo se deben a que su expectativa de vida es corta, con lo cual existen mayores posibilidades de controlar la transmisión del parásito.
Otra alternativa que también se estudia es tratar de aumentar la resistencia innata que posee el cerdo a la parasitosis por medio de la introducción de los llamados "genes de resistencia", con el propósito de que el animal se enferme menos, a pesar de que no se modifiquen las condiciones para que se desarrolle dicho padecimiento.
"Lo óptimo, manifestó la doctora Sciutto, sería tener una mejor inspección sanitaria y que existieran rastros en todas las comunidades, que hubiera un drenaje adecuado, así como agua potable suficiente; pero esto último es mucho más difícil de conseguir, así que las medidas tienden a prevenir la enfermedad a un plazo corto, sin olvidar que la solución definitiva de los problemas enumerados ayudaría en mucho a disminuir la propagación del parásito."
En el IIBM se desarrolló la vacuna, y los resultados experimentales hasta ahora son muy alentadores. El fármaco será aplicado sólo en los porcinos que se crían, ya que son los más expuestos a heces humanas. La puericultura rústica se practica en las zonas rurales y los cerdos son criados con desperdicios que los propios habitantes producen.
La expectativa con dicha vacuna es que, si funciona satisfactoriamente de acuerdo con criterios que serán establecidos por investigadores del propio IIBM, se pondría el medicamento a disposición de la Secretaría de Salud para que se aplique como una primera medida de prevención contra la cisticercosis porcina.