Ť En los muros, gran cantidad de información sobre hechos y costumbres
Publican en dos tomos la totalidad de la pintura mural de Bonampak
Ť La edición, parte de un proyecto de difusión de ese arte, coordinado por Beatriz de la Fuente
Merry Mac Masters Ť Por vez primera se podrá apreciar en una publicación la pintura mural de Bonampak en su totalidad. Para lograrlo se ideó un dispositivo para la toma de las fotografías, con un alcance de más de cuatro metros de altura, que así permitió llegar a lo más elevado de la bóveda del Edificio de las Pinturas, en la antigua ciudad maya. De paso se descubrieron 31 personajes más que se suman a los más de 200 ya conocidos.
Ya están listos los dos tomos del segundo volumen, Area maya: Bonampak (1998 UNAM, con un tiraje de 5 mil ejemplares), del proyecto académico y editorial La pintura mural prehispánica en México, coordinado por Beatriz de la Fuente, maestra en historia del arte, doctora en historia y miembro del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM y de El Colegio Nacional. Un primer volumen, sobre Teotihuacán, se dio a conocer hace dos años; su tiraje se agotó en nueve meses. La empresa que también incluye lo restante del área maya, Costa del Golfo, Oaxaca y altiplano central, nació hace más de una década cuando la editorial inglesa Mac Millan le encargó un artículo "grande" (Mural painting in Mesoamerica) para la Encyclopedia of World Art, trabajo que le costó mucho esfuerzo por la falta de fuentes en que apoyarse para tener una noción clara de lo que eran las pinturas.
Entrevistada en las instalaciones del IIE, De la Fuente, quien es conocida por sus estudios sobre escultura prehispánica, explica que la "diferencia" entre los volumenes sobre Teotihuacán y Bonampak es la "información" arrojada. Mientras en el primero la "escasa" narrativa se remite a hechos mitológicos o a rituales, en Bonampak es de acontecimientos y hechos. De ahí la importancia de ese gran conjunto de pinturas, llamado por algunos "la Capilla Sixtina de México", ya que "no hay un monumento equivalente en el resto de Mesoamérica". La secuencia narrativa de la pintura mural de Bonampak ofrece, al decir de la especialista, una información muy completa de "todo": las costumbres cotidianas, los rituales, las deidades, los significados astronómicos, lo que relataban las inscripciones jeroglíficas, cómo las personas se vestían, se decoraban, qué lugares ocupaban jerárquicamente, cómo eran las personas comunes y corrientes, los esclavos, cómo se hacían los sacrificios y los autosacrificios.
Por vez primera elementos que antes no se habían dado a conocer, como pisos, banquetas, jambas, se publican "exhaustivamente". "Creo que no dejamos ninguna evidencia de pintura, apunta De la Fuente. No solamente la que está en el llamado templo de las pinturas, con sus tres famosos cuartos, sino los vestigios de otros edificios que también estuvieron pintados". Si antes, para fotografiar los murales, se subían con escaleras de mano, ahora éstos "no se tocan". La estructura metálica diseñada por el astrofísico Daniel Flores, también miembro del proyecto, en el Instituto de Astronomía de la UNAM, es independiente de los murales. El aparato permite la movilidad de la cámara fotográfica de manera que no hay "desviación" en la toma.
El registro total de los murales les permitió, por medio del área de cómputo del proyecto, "coser" las fotografías, una junto a la otra, y hacer unos "desplegados", a fin de ver los tres cuartos de Bonampak. Es un testimonio de cómo se encuentran las pinturas en la actualidad, mientras que el estudioso podrá analizar la posición de los murales en relación con los edificios. Para De la Fuente esto constituye una "gran contribución" porque antes se había hecho con base en los dibujos, pero la lectura era "incompleta". En los estudios de campo participaron todos los investigadores; no obstante, el encargado de hacer el catálogo, el historiador Alfonso Arellano, y el dibujante José Francisco Villaseñor, encontraron la presencia de 31 nuevos personajes.
Igual que en el caso de Teotihuacán, el segundo tomo del volumen comprende los estudios, mismos que son firmados por Jorge Angulo, Sonia Lombardo, Diana Magaloni, José Francisco Villaseñor Bello, Gerardo A. Ramírez Hernández, Sophia Pincemin, Jesús Galindo Trejo, María Elena Ruiz Gallut, Daniel Flores Gutiérrez, Lourdes Navarijo, María Teresa Uriarte, Mary Miller, Stephen Houston, Alfonso Arellano y Leticia Staines, a su vez coordinadora del proyecto. Para el mismo se estableció una relación académica entre el proyecto Bonampak, mural painting, que coordina Mary Miller, de la Universidad de Yale, que les facilitó fotografías infrarrojas que permiten ver la línea que perfila los contornos. Respecto de la participación de Miller y Houston, mayista de la Brigham Young University, sus escritos se relacionan con el mencionado proyecto.
Sin restarle importancia a ninguno, para De la Fuente hay dos estudios que son "fundamentales". Se trata de El arte en el hacer: técnica pictórica y color en las pinturas de Bonampak, de Magaloni, y Diálogo con los abuelos, de Arellano. Sobre el primero, la entrevistada anota: "Se había hablado desde hace tiempo de que la pintura maya, a diferencia de otras, tiene elementos orgánicos. Con base en el análisis químico de las muestras tomadas directamente, en Bonampak se ha podido determinar que, en efecto, hay un componente orgánico, no sabemos exactamente cuál sea, pero debe ser alguno de los arbustos o árboles que se encuentran en la zona de tierras bajas. No sólo se ratifica esta versión antigua --porque antes se hablaba del azul maya como el color que tenía la mezcla de materias orgánicas e inorgánicas--, sino que se extiende en el sentido de que estas propiedades orgánicas también se encuentran en otros colores, como los verdes y los amarillos".
Acerca del artículo de Arellano, la doctora considera: "Será una aportación significativa a todos los estudios epigráficos, es decir, sobre la lectura de las inscripciones que hay en los sitios". Por primera vez el historiador hace "una lectura completa de las dinastías gobernantes en Bonampak. Quiénes fueron los jefes, los padres de los jefes, los abuelos de los jefes, la relación familiar que se estableció con diversas ciudades mayas cerca y no tan cerca de Bonampak, cómo fue, digamos, la sucesión de esos gobernantes a lo largo de más o menos 400 años".
Si De la Fuente considera "fundamentales" ambos estudios es porque, a su manera de ver, "marcan un nuevo modo de hacer historia del arte, que es conjuntar disciplinas para encontrar, con base en lo que permanece artísticamente, elementos que nos permitan tener una lectura más cercana de lo que fue la original, ya que carecemos de documentos escritos".
Precisa que llegó un momento en que todas las disciplinas tenían acceso a la historia del arte: "Todo el mundo (arqueólogos, etnólogos, literatos) podía y puede dar opiniones, generalmente subjetivas, muy pocas son fundamentadas, sobre objetos que por su artisticidad corresponden al campo de la historia del arte. Lo que hemos hecho es confrontar estas metodologías para tener una mejor lectura".
El proyecto La pintura mural prehispánica en México se inició en 1990, en el seminario del mismo nombre. De momento ha surgido el asunto de los nuevos hallazgos, concretamente aquellos realizados a finales del año pasado en Teotihuacán, y que, por ende, quedaron fuera del primer volumen. Si "ahorita" el seminario no va a hacer nada al respecto, De la Fuente recuerda que "afortunadamente" los libros "son abiertos" y lo suyo no es un trabajo "cerrado". Aclara, sin embargo: "Esperemos que haya descubrimientos en la medida en que pueden ser protegidos, porque es muy triste ver que al cabo de estos años algunos murales de Teotihuacán que estaban cubiertos por unas láminas, si esto se puede llamar cobertura, están terriblemente degradados. Los colores casi no se distinguen, las siluetas ya no se ven".
--ƑCree que debe de haber un mayor equilibrio entre los hallazgos y la responsabilidad de protegerlos?
--Definitivamente. Soy partidaria de que mientras no se tengan los recursos, nunca van a haber recursos suficientes porque los hallazgos son constantes en este país, que se dejen como se encontraron. Así han permanecido durante siglos conservados, entonces, muy bien si ya se encontraron, que se estudien, se vuelvan a cubrir y se dejen allí, sabiendo perfectamente en planos donde están esos hallazgos. Y que cuando haya recursos para mantenerlos, se vuelven a abrir al público.
El próximo 2 de febrero, Beatriz de la Fuente ingresará a la Academia Mexicana de Historia como miembro de número en el lugar que dejara vacante Roberto Moreno de los Arcos. Su discurso de ingreso será sobre los últimos 100 años de historia del arte prehispánico en México, es decir, "cuáles han sido las ideas, los avances, los logros, cómo se miraba, cómo se mira, el objeto de arte prehispánico a lo largo de este siglo". Eduardo Matos le dará la bienvenida.
(Los dos tomos del segundo volumen Area maya: Bonampak, del proyecto La pintura mural prehispánica en México, serán comentados por Leticia Staines, Mercedes de la Garza y Beatriz de la Fuente, con la participación de Francisco Barnés de Castro, María Teresa Uriarte, Rafael Tovar y María Teresa Franco, el martes 26 a las 19 horas en el Anfiteatro Simón Bolívar, Justo Sierra 16, Centro Histórico.)