n Aprovecha el acto masivo en el autódromo para reiterar condenas al aborto
''Que ningún mexicano se atreva a vulnerar el don de la vida": Wojtyla
n Juan Pablo II deposita en los jóvenes la responsabilidad de proteger ''la inocencia de los niños''
David Aponte y José Antonio Román n Durante el segundo día su visita a México y ante miles de feligreses, el papa Juan Pablo II lanzó una advertencia: "Que ningún mexicano se atreva a vulnerar el don precioso y sagrado de la vida en el vientre materno".
Como respuesta recibió una ovación y la aprobación generalizada de los católicos que acudieron al acto masivo más importante de su cuarta visita a tierras mexicanas.
''Pongo en su cuidado maternal a los jóvenes de esta patria la vida e inocencia de los niños, especialmente los que corren el peligro de no nacer. De esa forma confío su amorosa protección a la causa de la vida'', dijo enfático.
Una vez más, Juan Pablo II manifestó que México requiere de la luz de la fe para poder construir una sociedad más justa, fraterna y solidaria con los que nada tienen y que esperan un futuro mejor.
Momentos antes de iniciar la misa que estuvo concelebrada por el secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano; el cardenal Norberto Rivera; el nuncio Justo Mullor, y el presidente del Episcopado Mexicano, Luis Morales Reyes, el Papa dio lectura al Angelus dominical para destacar la importancia de la nueva exhortación apostólica del continente americano.
El documento denominado Ecclesia in America invita a este ''amado continente'' a dar un renovado sí a la evangelización en todas las naciones de la región.
Juan Pablo II dedicó gran parte de su homilía a los jóvenes. Les dijo que tienen una enorme responsabilidad en la construcción de una sociedad mejor, más justa y fraterna. Pero también los invitó a seguir a Cristo en el sacerdocio.
"šNo permitan que las redes les impidan seguir el camino de Jesús! Síganle para ser, como los apóstoles, pescadores de hombres. La Iglesia necesita más evangelizadores. América entera, de la que ustedes forman parte y en especial esta querida nación, tienen una gran responsabilidad de cara al futuro".
Igualmente, animó a los padres y madres de familia a ser los primeros en alimentar la semilla de la vocación sacerdotal en sus hijos, por medio del ejemplo de amor de Cristo en sus hogares, con esfuerzo y sacrificio, con entrega y responsabilidad. "Queridos padres: formen a sus hijos según los principios del Evangelio para que puedan ser los evangelizadores del tercer milenio".
Argumentó que cuando hay una fe suficientemente arraigada difícilmente se puede caer en las seducciones que desgarran a la Iglesia y no se presta atención a quienes predican la división y el odio. "Hijos e hijas de México y América entera, no busquen en ideologías falaces y aparentemente novedosas la verdad de la vida. Jesús es la verdadera novedad que supera todas las expectativas de la humanidad y así será para siempre", advirtió.
Seria advertencia a los jóvenes
En este encuentro, al que acudieron miles de jóvenes, el pontífice no dejó pasar la oportunidad de dar su mensaje de rechazo a la práctica del aborto. Incluso, lanzó una seria advertencia a los mexicanos para que ninguno de ellos se atreva siquiera a atentar en contra de la vida en el vientre maternal.
Al igual que el sábado, cuando entregó la exhortación postsinodal a los obispos de América, el pontífice encomendó a la Virgen de Guadalupe cuidar de los pobres, de los pueblos indígenas, que con su propia cultura esperan alcanzar sus legítimas aspiraciones y el desarrollo al que tienen derecho. "En sus manos pongo también a los trabajadores, empresarios y a todos los que con su actividad colaboran con el progreso de la sociedad actual", concluyó.
En la celebración religiosa de casi tres horas, los asistentes corearon en diversas ocasiones frases de bienvenida, agradecimiento por su presencia y porras. En algunos sectores del autódromo, habilitado provisionalmente como recinto religioso, los asistentes hicieron la "ola" que regularmente se ve en los juegos de futbol.
La segunda jornada de la visita papal incluyó un encuentro con enfermos en fase terminal en el hospital Adolfo López Mateos del ISSSTE.
El obispo auxiliar de Monterrey y presidente de la Comisión Episcopal Pastoral para la Salud, José Lizares Estrada, dio lectura a un mensaje papal dirigido a todos los enfermos de México, mientras el obispo de Roma recorría el cuarto piso del nosocomio para reconfortar a los pacientes, quienes en su mayoría padecen cáncer o sida.
Para el tercer y penúltimo día de estancia en México, Karol Wojtyla iniciará su jornada con una misa privada en el salón de usos múltiples de la nunciatura apostólica, en la que están invitados miembros del comité organizador, "amigos", políticos, personal de servicio de la nunciatura y patrocinadores, calificados éstos últimos como "bienhechores", según el manual entregado a la prensa.