n En el aire, el destino de 152 millones de francos
Kyra Núñez, corresponsal, Ginebra, 25 de enero n La sentencia de 50 años de prisión a Raúl Salinas de Gortari por haber ordenado el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, ha reabierto en Suiza el debate sobre el acceso de dinero sucio al sistema bancario helvético y sobre las reglas de distribución de fondos del crimen organizado congelados por las autoridades judiciales, como es el caso de los 152 millones de francos del hermano del ex presidente de México, que la procuradora Carla del Ponte ordenó bloquear en octubre de 1998 con el argumento de que procedían del tráfico de drogas y habrían sido depositados en Suiza con objeto de ser blanqueados Este asunto está en espera de una decisión del Tribunal Superior, que podría dictaminar su eventual confiscación en provecho del Estado.
Raúl Salinas no es menos conocido en Suiza por sus actividades ilícitas puestas al descubierto en noviembre de 1995 que su hermano Carlos, entonces presidente de México, y que buscó el apoyo de Suiza para obtener el cargo de primer director general del restructurado organismo de comercio multilateral. Pero a Carlos el sueño de administrar la potente OMC se vino a tierra al descubrirse los negocios criminales del hermano mayor y desatarse la devaluación del peso mexicano.
El debate generado y argumentado por cotidianos como Le Matin, a raíz de la sentencia a Raúl Salinas, se calienta con la perspectiva de un segundo proceso penal, también en México, sobre su participación en los cárteles de drogas. Si la justicia mexicana confirma los resultados de la investigación de Carla del Ponte sobre que las cuentas de Raúl que en 1995 llegaban a 114 millones de francos (congeladas desde entonces) procedían del tráfico de drogas, se podría acelerar el proceso en el Tribunal Superior de Justicia helvético donde se examina y confiscarlas.
El dinero y quién se lo quede es lo que interesa en Suiza. Los fondos bloqueados o congelados, como el de Salinas, son trabajados por los bancos donde fueron depositados, siguen generando intereses y los bancos siguen cobrando sus servicios, según Cédric Dietschy, portavoz de la Unión de Bancos Suizos. Esto, hasta que las autoridades judiciales exijan su retiro o se modifique la gestión de la fortuna del cliente, esté o no en la cárcel.
La banca suiza, con casos como el del ex presidente de Mali, Moussa Traoré ųde 1.5 millones de francos recibió 3.9 millones gracias a los intereses generadosų; el de Ferdinand Marcos ųle bloquearon 450 millones pero se le restituyeron a Filipinas 850 millonesų; o el de Benazir Bhutto ųde quien Paquistán solicitó el bloqueo de 20 millones de francosų, no cobra por sus trabajos de investigación, "corren por cuenta del Estado", adujo Franco Galli, portavoz de la policía. Pero cuando la orden judicial conlleva la confiscación, se apropia de las cantidades bloqueadas y, como ya ha sucedido, las invierte en programas de lucha contra la pobreza o de modernización de sus estructuras de justicia.
En Ginebra, según el procurador de este estado o cantón, Bertossa, de 1995 a 1997 más de la mitad de las ganancias de la justicia provinieron de confiscaciones, o sea más de 15 millones de francos en 1995, unos 2 millones en 1996 y 6 millones y medio en 1997. En 99 por ciento de los casos las sumas confiscadas provenían del tráfico de drogas y se han usado en provecho de los pobres y los desempleados.
Suiza, afirmó el procurador ginebrino Bertossa en noviembre pasado, está en un proceso de serias modificaciones legislativas para formular pasos precisos ante los nuevos problemas que enfrenta la justicia. Por ejemplo, en caso de que el dinero de Salinas fue a confiscado "en beneficio del Estado", Ƒdebe repartirse entre los órganos que intervinieron en la investigación judicial?, Ƒcuáles son los porcentajes del reparto?, Ƒcómo utilizar el dinero confiscado? A nivel federal el gobierno suizo estudia el expediente desde octubre y su resultado será conocido a mitad de año.
El procedimiento hasta ahora era aleatorio: en el caso de Filipinas, todo está siendo reintegrado al Estado. En el de Sheila Arana (una fortuna de 250 millones generada por tráfico de cocaína desde Colombia), la decisión de Suiza tomada en octubre fue confiscar y repartir: la mitad se dio a Estados Unidos, con el que se trabajó a dúo en este espectacular caso del crimen internacional organizado, y el otro 50 por ciento se distribuyó entre la Confederación, la Oficina Federal de Policía, y los cantones de Vaud y de Zurich.
Por lo que toca a Suiza, cada parte administró esas fortunas de acuerdo con su libre albedrío. En lo general fueron depositadas en las tesorerías respectivas, aunque, como en el caso del cantón de Vaud, de los 50 millones recibidos, 3 millones se destinaron a un fondo para la lucha contra las drogas y la prevención de la toxicomanía.
El actual caso en Suiza es de Salinas. La confiscación de los 152 millones de francos ųque gracias a los bancos siguen produciendo interesesų se encuentra detenida a consecuencia de un recurso de amparo interpuesto por los abogados del cliente bancario. Si la confiscación procede antes de que las nuevas reglas federales sean decididas, mucho dependerá del interés político de Suiza si accede a su reparto con México y con Estados Unidos, los dos países con los que los helvéticos trabajaron durante los tres años de la investigación, hasta el pasado 20 de octubre en que la Policía Judicial suiza descartó llevar ante sus tribunales a Raúl Salinas. Ello, puesto que entre Suiza y México no existe acuerdo de extradición y en virtud de que por un lado el investigado está bajo arresto en México, sujeto a proceso penal por su relación con el asesinato de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu y por el cual ha sido ya sentenciado, y por el otro, porque la Procuraduría General de la República abrió un proceso penal contra Raúl Salinas por los mismos motivos de asociación delictuosa, enriquecimiento ilícito y blanqueado de dinero.