n Ana Paula Gerard viajó con Adriana Salinas
Gustavo Castillo García n Platicadora, alegre, casi sin maquillaje y empujando la carreola en la que viajaba su hija, Ana Paula Gerard Rivero, esposa de Carlos Salinas de Gortari, retornó a México procedente de La Habana, Cuba, acompañada de familiares del ex presidente mexicano. La llegada ocurre después de que el ex mandatario publicó en la prensa internacional una crítica contra el neoliberalismo; de que columnistas de medios nacionales especularon sobre el posible retorno de Carlos Salinas a México, en caso de que el juez Ricardo Ojeda Bohórquez declarara inocente a su hermano Raúl, y a dos días de que se diera a conocer que la familia Salinas Gerard viajó de Dublín, Irlanda, a La Habana, Cuba, para reunirse con algunos familiares y el abogado Mariano Albor.
Quien fue secretaria técnica del gabinete económico de la Presidencia de la República durante el mandato de su hoy marido, descendió del avión como cualquier otro pasajero que viaja acompañado, la única diferencia consistió en que tanto ella como sus acompañantes fueron escoltados por cuatro integrantes del Estado Mayor Presidencial hasta el salón oficial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Seis personas viajaron con Ana Paula Virginia Gerard Rivero, entre ellas Claudia Ruiz Salinas, hija del fallecido José Francisco Ruiz Massieu, y Adriana Salinas.
Con su pelo atado en forma de "cola de caballo", con muy poco maquillaje en el rostro, y ataviada con una blusa negra y un pantalón de vestir beige, la que fue docente del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) hasta 1989 descendió de la nave de Mexicana de Aviación al filo de las dos de la tarde empujando una carreola de color rojo, en la cual iba la hija de Carlos Salinas y ella, Ana Emilia Margarita, de nacionalidad cubana.
Sólo los elementos del Estado Mayor Presidencial prestaron atención al grupo. A diferencia de cuando arriba al aeropuerto un secretario de Estado, no se montó un operativo de vigilancia del acceso al salón oficial a la sala de llegada. Tampoco hubo mucho movimiento: las cuatro escoltas y una funcionaria de Relaciones Públicas del AICM los guiaron de la sala 19 al salón oficial.
El paso de Ana Paula Gerard y el grupo de familiares del ex presidente por las salas del aeropuerto fue un tanto rápido, aunque no dejaron de bromear entre ellos.
Nadie del grupo pasó por los módulos que Migración y Hacienda tienen en el área internacional.
Los trámites migratorios y hacendarios los realizaron en el salón oficial, en donde se presta atención especial a cancilleres, embajadores y personajes del arte y la política.
El nombre de Ana Paula Gerard o de Claudia Ruiz Salinas no fueron mencionados en la "lista de atenciones" en Relaciones Públicas del AICM.
Sin embargo, por lo menos desde una hora antes, cuatro vehículos de lujo fueron colocados en el área de estacionamiento que da justo enfrente al salón oficial. De ellos descendieron 12 miembros del Estado Mayor Presidencial e ingresaron al sitio donde recibieron a Ana Paula y sus acompañantes.
De las 12 escoltas, sólo cuatro accedieron a la zona denominada como salas de última espera. Los cuatro fueron los encargados de cuidarlos hasta su ingreso al salón oficial, también de reclamar su equipaje y subirlo a los vehículos.
Fue hasta que las maletas estuvieron en los autos cuando la esposa de Carlos Salinas y sus familiares salieron del salón oficial. La única diferencia con lo visto en las salas de última espera fue que Ana Paula Gerard llevaba en brazos a su hija, mientras la carreola era cargada por un elemento de la escolta.