n Discreta alusión del Papa al asesinato de Posadas
Las élites política y empresarial asistieron a misa en la nunciatura
David Aponte, José Antonio Román y Alonso Urrutia n Misa privada, misa selecta, misa para las élites política, empresarial, burocrática y religiosa oficiada por Juan Pablo II en memoria del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
Presente entre los fieles devotos, el procurador general de la República, Jorge Madrazo, escuchó la discreta alusión al ''deplorable asesinato'', al ''cruel asesinato'' según la versión del dirigente nacional del PAN, Felipe Calderón.
Lejos de los tumultos, los feligreses de ayer en la nunciatura fueron los empresarios, los políticos, los miembros del gabinete presidencial, los patrocinadores de la visita papal, los propietarios de las cadenas televisivas ųque han difundido hasta la saciedad la giraų o los ''amigos personales'' del nuncio Justo Mullor.
Con trajes sastre y abrigos oscuros, algunos protagonistas del censurado neoliberalismo en México arribaron a bordo de Mercedes Benz, Suburbans blindadas y convivieron con algunos políticos, religiosos y hasta uno de los posibles tapados, Esteban Moctezuma. Eso sí, llegaron con apenas una hora de anticipación.
Paso franco a ''bienhechores''
Nada de hacer largas filas ni de pasar la noche en vela; mucho menos de padecer el polvoriento llano del Autódromo Hermanos Rodríguez, los olores de las inmediaciones de la Basílica o los empujones para entrar al Estadio Azteca.
No rogaron por un boleto de los ''infalsificables''. La invitación para los aproximadamente 250 asistentes a la capilla Rinconada de los Angeles ųconstruida en el terreno que fue la cancha de tenis del ex nuncio Girolamo Prigioneų llegó directamente a sus casas y oficinas.
Los patrocinadores, los ''bienhechores'', los hombres que pagaron los gastos de la cuarta visita papal, recibieron su premio: una misa privada en memoria del asesinado cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, y la posibilidad de ver de cerca a Karol Wojtyla.
Un perredista
Pese al entorno, la selecta asistencia y la dedicatoria del mensaje pastoral al finado cardenal, el procurador capitalino, Samuel del Villar, no le vio a la ceremonia connotación política más allá de las personales convicciones religiosas de los asistentes. Habló de una celebración eucarística en ocasión de San Pablo.
Acaso el único perredista asistente a la misa privada, Del Villar habló de la alusión al asesinato de Posadas: ''Nos invitó a orar por el cardenal (Posadas) y lamentó su muerte. No huno ninguna connotación de orden político o social. Fue un mensaje eminentemente pastoral'', dijo.
Más explícito, el panista Calderón Hinojosa abundó en los pormenores de la homilía. ''La misa fue básicamente en conmemoración de la conversión de San Pablo. El Evangelio fue precisamente la lectura del capítulo de Damasco y la expresión de Pablo ƑPor qué me persigues?''
Calderón abordó también el mensaje religioso de los últimos días: ''Quienes se escandalizan por las afirmaciones de que hemos sido engañados, son quienes quieren continuar con el engaño''.
El movimiento alrededor de la nunciatura apostólica comenzó minutos antes de las seis horas. La misa estaba marcada en la agenda papal a las nueve. Sin embargo, los hombres del poder económico y político de la nación comenzaron el desfile desde las 6:35 de la mañana, casi al mismo tiempo que llegaron los mariachis.
Antonio Ariza, uno de los ejecutivos de la firma Domecq, fue el primero en llegar a la calle Juan Pablo II, antes Felipe Villanueva. Una tarjeta con el rostro del pontífice, para los lujosos automóviles, y la invitación personal de Mullor, fueron requisitos indispensables para traspasar las vallas de seguridad a cargo del Estado Mayor Presidencial.
Así, iniciaron su breve peregrinar hasta las puertas de la representación diplomática del Vaticano. Lo mismo el procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuéllar; el secretario de Energía, Luis Téllez; el titular de la Sedeso, Esteban Moctezuma, que los empresarios y también Agustín Téllez Cruces, quien fuera representante personal de Carlos Salinas de Gortari ante Juan Pablo II.
Amigos personales
Entre los amigos personales de Mullor hubo políticos de diversos signos e importantes hombres de negocios, como Eduardo Bours, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, y Carlos Abascal, uno de los ex dirigentes de los organismos cúpula del sector privado.
No podían faltar los banqueros ni los ''bienhechores'' de la asistencia privada. Tampoco, los dueños de los consorcios de la televisión. Sin tocar las puertas de la nunciatura, entraron a esa casa Antonio del Valle, dueño de Bital; José Barroso Chávez, cuestionado ex presidente de la Cruz Roja Mexicana; Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa; Joaquín Vargas, concesionario de MVS y Stereo Rey, y otros importantes funcionarios de periódicos de circulación nacional.
Pero también hubo religiosas y religiosos, y por supuesto no faltaron los miembros del Opus Dei, amigos del nuncio, aunque también estuvieron presentes miembros de la academia y conocidos constitucionalistas, como José Luis Soberanes.
La ceremonia religiosa duró casi una hora, conforme al programa original, lapso en el cual el Papa se dio tiempo para bendecir desde el balcón de la nunciatura a unos feligreses no tan privilegiados, pero al fin y al cabo con la suerte de haber sorteado la férrea vigilancia del Estado Mayor Presidencial.
Circunspectos y fortalecidos
Redimida por el mensaje papal, la élite de este país salió lentamente de la sede apostólica. Los más de ellos reservados aprovecharon el cerco de la seguridad para evitar entrevistas. Otros asintieron a dar la entrevista y hasta sus valoraciones políticas sobre el mensaje pastoral de este larguísimo fin de semana religioso.
Secretario de Estado y responsable de la política social encargada de resarcir, en lo que cabe, los efectos del neoliberalismo, Esteban Moctezuma Barragán se dijo reafirmado en sus principios y valores religiosos, para luego destacar la importancia de definir como pecados la desigualdad social y el ecocidio.
Plena comunión de ideas
En sintonía con el mensaje papal, el líder de la bancada panista y asiduo asistente a ceremonias religiosas, Carlos Medina Plascencia, olvidó los cálidos debates sobre el Fobaproa y su polémica aprobación para reivindicar la condena religiosa al neoliberalismo y asumirla como suya, tan suya como la propuesta de la economía humana ''de la que habla el santo padre''.
El secretario de Energía, Luis Téllez, tuvo algunas reservas para contestar a los periodistas. Abocado a los futuros del petróleo, no halló cómo vincular su presencia en esa misa con su jerarquía de secretario de Estado. ''Primero déjenme ver dónde estoy parado'', pidió inicialmente, para concluir que era un asunto ''estrictamente personal''.
Las fotos del recuerdo
Los invitados fueron saliendo poco a poco y muchos de ellos aprovecharon las facilidades que les brindó el Estado Mayor Presidencial para tomarse fotos y videos con la fachada de la sede apostólica como escenario.
Otros más vieron la ocasión para platicar y tomarse la foto del recuerdo con algunos obispos, quienes más tarde sostuvieron una reunión con el pontífice.
A lo lejos, la gente común y corriente ya se acomodaba en las aceras aledañas a la legación del Vaticano para ver la salida de Wojtyla rumbo al Estadio Azteca. En el inter atestiguaron la salida de los políticos y empresarios, así como la llegada de los altos jerarcas católicos de Latino-américa invitados a comer con el Papa.
Así, a la distancia, miles de personas fueron testigos del desfile de los poderes laico y religioso.