La Jornada miercoles 27 de enero de 1999
Los funcionarios no tienen por qué ocultar su fe católica, afirma
Querida Carmen: Leo con sorpresa, en el editorial que aparece en la página 2 del lunes 25 de enero "La otra cara de una visita", en medio de críticas ųjustísimas por otra parteų a "vergonzosos ejercicios de mercantilismo" que se han desatado con motivo de la visita de Juan Pablo II en esta capital, leo con sorpresa y escandalizada que quien escribió tal editorial se haya a su vez escandalizado por los "desfiguros inadmisibles de funcionarios gubernamentales".
Pienso que la embajadora Carmen Moreno Toscano, subsecretaria de Relaciones Exteriores, no tenía por qué ocultar su fe católica ni reprimirse de hincarse frente al obispo de Roma, si así le nacía, besándole el anillo papal.
Vivimos en un país libre en el que, sin mediar consignas en un sentido o en otro, sin represiones de ninguna especie, podemos manifestar libremente nuestra fe cristiana, judía o musulmana, o simplemente nuestra ausencia de fe. ƑQue se trata de una funcionaria pública al servicio de un Estado laico? Como funcionaria, saluda efectivamente al jefe de un Estado extranjero, y como católica que no tiene por qué caer en disimulos, se postra de rodillas ante el líder espiritual de los católicos y le besa el anillo, como signo de redoblado respeto.
La actitud de la embajadora Moreno Toscano me parece no solamente respetable sino, además, valiente.
Atentamente
Elena Urrutia
Expresan solidaridad y apoyo a José Galán, ante las amenazas
Estimada Carmen Lira: Te solicitamos atentamente la publicación de esta carta
C. José Galán:
Como ciudadanos y servidores públicos manifestamos nuestra solidaridad y nuestro apoyo ante las amenazas de que ha sido objeto por parte de la organización Antorcha Campesina, al tiempo que ratificamos nuestro reconocimiento a su labor de comunicador social, que se ha caracterizado por su objetividad, veracidad y compromiso.
Así, a través de su periódico, reiteramos a usted y a todos los medios de comunicación que mantendremos nuestra lucha por la defensa de la libertad de expresión comprometida en nuestra Constitución, especialmente si se trata de una labor periodística éticamente realizada.
Atentamente
Rosario Robles, Leonel Godoy, Carlos Imaz
Piden la liberación de los maestros de la Sección nueve del SNTE
Señora directora: Solicitamos la publicación de la presente:
Doctor Ernesto Zedillo Ponce de León
Presidente de México
Los Pinos
México, D.F.
Señor Presidente:
El Congreso de Trabajo de Canadá (CLC) que representa a más de 2.3 millones de trabajadores/as, se dirige a usted para solicitar su intervención con el objeto de la Sección nueve del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, detenidos desde el 1o. de enero de 1999.
Nos referimos a la profesora Blanca Luna Becerril, secretaria general de la Sección nueve del SNTE, y los profesores Néstor Trujano Medina, Elio Bejarano Martínez, Alonso Raúl Vargas Vallejo y María del Refugio Jiménez, que han sido inculpados de motín, robo y secuestro, acusaciones que nos parecen francamente desproporcionadas en relación con los acontecimientos ocurridos en noviembre pasado.
Según las informaciones que nos han llegado, los hechos por los cuales están siendo procesados los maestros se enmarcarían dentro del desconocimiento oficial de la elección democrática del Comité Ejecutivo Seccional en la Sección nueve, a mediados del año pasado. En vista de lo anterior, le instamos a adoptar las medidas necesarias para avanzar en la resolución de ese conflicto sindical en términos legales, con cabal respeto al Comité Ejecutivo Seccional de la Sección nueve, la democracia y la libertad sindical.
Asimismo, Señor Presidente, nos unimos a las voces dentro y fuera de México que reclaman con urgencia la liberación inmediata de los cinco dirigentes sindicales, así como una investigación imparcial e independiente de este caso.
A la espera de su pronta intervención en este asunto, lo saludamos.
Atentamente
Robert White
Presidente del Congreso de Trabajo de Canadá
Advierte sobre una engañosa publicidad del concierto de Creedence Clearwater
Señora directora: Sé de antemano que el espacio que se destina para esta sección está dirigido a publicar otro tipo de comentarios, sin embargo, y considerando que más de una persona estará interesada en que no le "tomen el pelo" los negociantes del mundo del espectáculo, permítame distraer su atención con mi observación-advertencia.
El domingo 17 de enero de 1999 se publicó en la sección de Cartelera de La Jornada un anuncio que promueve un concierto del grupo de rock Creedence Clearwater Revival, para el cual se usa una fotografía de los cuatro miembros del citado grupo. Dicho anunció está "firmado" por la estación de radio MIXfm y por el Teatro Metropolitan. Estoy seguro de que no sólo a mi me llamó la atención que a un grupo que se desintegró en octubre de 1972, y del cual no se tenía noticia alguna ųúnicamente del trabajo como solista de John y Tom Fogertyų, casi 27 años después, y como por arte de magia, se tuviera la oportunidad de verlo y escucharlo en el Distrito Federal. Hay que hacer notar que hasta Tom Fogerty, ya muerto, aparece como parte de lo que llegaría al Metropolitan, y lo que es peor, John Fogerty también aparece en la fotografía, ƑY por qué peor? Pues debido a que el miércoles 20 de enero del año en curso, se publica la "última llamada" para que corran a comprar sus boletos para ver y escuchar al grupo Creedence Clearwater Revisited (que no es lo mismo que Revival, señores de OCESA, MIXfm y Teatro Metropolitan). Creedence Clearwater Revisited es un grupo que muy recientemente formaron Stu Cookl y Doug "Cosmo" Clifford, sin John Fogerty, quien, por otra parte, tiene el suyo.
En el citado anuncio, y ya hecha la corrección del nombre, vuelven a publicar la misma fotografía, con el muerto y con el que no va a venir, el verdadero creador del sonido bayou, John F., ah, pero esta vez tapado por los nombres de algunas de las canciones que ninguno de los que sí van a venir compuso. Taparon al fantasma, pero no al muerto.
Y así las cosas, llega el 24 de enero. Le dan santa sepultura a Tom, y a John lo mandan de regreso a casa. La fotografía que acompaña al anuncio que se publica en la sección Cartelera, y que hace alusión al multicitado concierto špor fin! es ocupada por los miembros del Creedence Clearwater Revisited, imagen que es tomada del disco del grupo y cuyo título es Recollection (1998). Al centro aparecen "Cosmo" Clifford y Stu Cook, ya bastante entrados en años, mismos que, junto con Tom Fogerty, y durante el tiempo que duró unido el grupo original, siempre le reprocharon a John F. El hecho de que todas las composiciones, o eran de él, o de otras personas, pero nunca de alguno de ellos. Esto cambió hasta el último disco del CCR. Mardi Gras ųel, por mucho, menos bueno de todos-, en donde se oye con absoluta claridad que Creedence Clearwater Revival fue un grupo cuya marca registrada aún le pertenece a John F., y los otros fueron una buena, pero inevitablemente, banda de apoyo del talento de John Fogerty. Gato por liebre. La voz de John Tristao y la guitarra de Elliot Easton, por la voz y la guitarra de John Fogerty. Revisited por Revivial.
Sirva esta carta entonces para dos cosas. No se vale engañar a la gente de forma tan prepotente, y, por otro lado, creo que si se le va a hacer publicidad a un concierto como este, en un diario que, gracias a su excelente calidad, se ha ganado un respeto incuestionable, se debe tener mucho cuidado de no ser cómplice de un engaño, aparentemente planeado para lograr una buena venta de boletos.
De antemano, un agradecimiento por si esta carta llega a publicarse.
Atentamente
Francisco Mulliert Carlín
Denuncia que fue asaltado en un autobús foráneo
Señora directora: El 19 de enero de 1999 los pasajeros del autobús 3565, México-Chilpancingo de las 17:16 horas, de la línea Futura fuimos asaltados por tres individuos: dos armados con pistola y otro con una daga. Los asaltantes abordaron el autobús en la propia terminal de la ciudad de México, que de forma atropellada hicieron doble fila y no fueron revisados por los dos policías (sólo se limitó a sonreír uno de ellos, diciendo que se nos había metido a la fila), en tanto que a otros pasajeros los revisaron hasta en dos ocasiones. El chofer también mostró una actitud sospechosa al detener el autobús antes y después de cruzar la caseta de Tlalpan justificando (posteriormente) que la cajuela estaba descompuesta y se abría otra para dar paso a un supuesto checador. Curiosamente después del asalto ya no hubo necesidad de detenerse a cerrar la cajuela y junto con el supuesto checador se asomó al autobús otra persona sin identificación ni uniforme de la empresa.
Los asaltantes se bajaron en la entrada de la ciudad de Cuernavaca y el chofer se detuvo a preguntar a los pasajeros hasta casi llegar a la salida de Cuernavaca (el polvorín), entonces los pasajeros preferimos presentar la denuncia y queja a la empresa hasta llegar a Chilpancingo. Ya en la terminal de Chilpancingo, nos recibieron unos sujetos con uniforme de pantalón y playera negra que aparentaban ser vigilantes o choferes de la línea Futura ofreciéndonos comprarnos los boletos sin explicar para qué y al informarles que habíamos sido asaltados y que queríamos presentar nuestra queja con el administrador, tomó dos de los boletos y se dirigió a la oficina del encargado indicándonos que enseguida nos recibiría. Más tarde, al requerirles nuestros boletos se hicieron los desentendidos diciendo que los habían extraviado en dicha oficina.
El encargado, quien dijo llamarse Víctor Manrique López, se limitó a levantar una lista de los nombres de los pasajeros diciendo que la denuncia debió levantarse en el lugar del asalto. Le indicamos que el asalto inició en la ciudad de México (Parres) y terminó en la de Cuernavaca; también se nos intentó disuadir diciéndonos que la seguridad estaba a cargo de otra empresa distinta.
Los asaltantes amagaron a los pasajeros llevándose todo el dinero, relojes, aretes, chamarras y otras cosas. En aproximadamente 40 minutos revisaron hasta en dos ocasiones maletas y a los pasajeros.
La impuntualidad y la falta de seguridad de servicios que se dicen de primera o plus no corresponde con el costo del pasaje que aumentó, inclusive antes que el diesel y la gasolina.
Los hechos y las conductas del personal de la empresa Estrella Blanca no nos puede llevar más que a sospechar que se encuentran coludidos con los asaltantes.
Las autoridades piden a los ciudadanos tomar precauciones ante la delincuencia y a esta empresa nadie le exige nada. Nuestra indignación es porque este tipo de asaltos pueden ser evitados y es responsabilidad directa y absoluta de ellos. El chofer del autobús 3565 es Sergio Núñez Piña.
Al abordar un taxi, éste nos comunicó que poco antes se había reportado otro asalto en otro autobús de la misma empresa de autobuses.
Atentamente
Fernando Vargas Manrique