n Según Ortiz, la economía del país es sólida y se generarán empleos


Mantendrá el BdeM la restricción

monetaria; prevé inflación de 13%

n La política es básicamente la misma del año pasado n La base de circulante aumentará 18.1%

Roberto González Amador n El Banco de México anunció ayer que este año mantendrá la política monetaria restrictiva que aplicó en 1998 y se fijó la meta de cerrar 1999 con una inflación de 13 por ciento. La mayoría de los analistas considera que este objetivo no es alcanzable, pero el banco central se empeñó en defenderlo.

Al presentar el programa de política monetaria para 1999, que ayer mismo se entregó al Congreso, el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, afirmó que la economía del país es sólida y pronosticó que se mantendrán el crecimiento y la generación de empleos; asimismo, destacó la necesidad de que las políticas fiscal y monetaria sean congruentes.

En una conferencia de prensa --la primera que ofrece en este año-- el gobernador del banco central calificó de ''inconveniente y riesgoso'' el repunte de la inflación en 1998. El año pasado el crecimiento del Indice Nacional de Precios al Consumidor fue de 18.61 por ciento, 6.61 puntos arriba de la meta original.

''En consecuencia, la Junta de Gobierno (del banco) reitera su intención de lograr en un futuro próximo una inflexión en la tendencia alcista del crecimiento de los precios, para lo cual hará el uso necesario de los instrumentos'' de política monetaria a su alcance.

Guillermo Ortiz anticipó que el objetivo central del programa monetario para 1999 es disminuir la inflación a 13 por ciento. ''El mayor impacto inflacionario ocurrió en el segundo semestre de 1998 y fue también en ese periodo cuando se registró la mayor restricción monetaria. El Banco de México está actuando de manera preventiva para moderar las expectativas inflacionarias'', dijo el funcionario.

En 1998 el banco central aplicó en seis ocasiones el mecanismo conocido como corto monetario, que restringió la liquidez en el sistema financiero para hacer frente a los choques externos, pero que provocó un repunte de las tasas de interés, con el consecuente perjuicio para el sector productivo y los usuarios de créditos.

''Las tasas de interés reales (descontada la inflación) fueron en el segundo semestre de 1998 el doble de las registradas en la primera mitad de ese año'', dijo Ortiz. El funcionario admitió que la restricción monetaria ''tiene un costo que hay que pagar'': el alza de las tasas de interés domésticas; sin embargo, sostuvo, la mejor forma en que el banco central puede contribuir ''a una verdadera política social'' es abatiendo la inflación porque ''nada perjudica más a la gente de carne y hueso que el aumento de los precios y la incertidumbre que ello genera''.

Ortiz Martínez, quien ofreció la conferencia flanqueado por los cuatro vicegobernadores del Banco de México, afirmó que la mejor contribución que puede hacer el instituto para que los salarios reales aumenten en forma sostenida y la economía crezca es con una política que contribuya a disminuir la inflación. Esto ''ciertamente tiene costos inmediatos, pero a la larga, si el banco central no actúa, las tasas de interés resultarían más altas que el incremento propiciado por la restricción monetaria''.

 

Un programa calcado

 

El programa de política monetaria para 1999 contiene pocas variables de fondo, comparado con el que se aplicó en 1998 y que cumplió las metas de acumulación de reservas, crecimiento de la base monetaria (monedas y dinero en circulación) y comportamiento del crédito interno (base monetaria menos reservas internacionales), pero no cumplió la meta de inflación (ver recuadro).

Guillermo Ortiz dijo que el objetivo del programa monetario de este año será contribuir a reducir la inflación a 13 por ciento, lo que se podrá conseguir con una política monetaria ''adecuadamente restrictiva''.

Este año el Banco de México seguirá ajustando diariamente la oferta de dinero, de tal forma que corresponda a la demanda. Esto garantiza que el instituto central no acumule excedentes de base monetaria y que sólo cubrirá la demanda diaria de medios de pago.

Como lo ha hecho desde hace tres años, el banco central dio a conocer sus proyecciones de crecimiento de la base monetaria, que en 1999 aumentará en 23 mil 780 millones de pesos para ubicarse en diciembre en 154 mil 889 millones de pesos, cantidad 18.1 por ciento superior a la reportada al cierre de 1998.

Ortiz explicó que cuando las desviaciones de la base monetaria respondan a circunstancias que impliquen presiones inflacionarias adicionales el banco central aplicará una política monetaria más restrictiva.

El programa presentado ayer incluye límites al crecimiento del crédito interno neto del Banco de México (es decir, la diferencia entre la base monetaria y los activos internacionales netos): para el primer trimestre se anticipa una caída del crédito interno de 7 mil 776 millones de pesos; en el segundo trimestre el descenso será de 10 mil 49 millones de pesos, en el tercero de 10 mil 239 millones y en el cuarto trimestre de 23 mil 780 millones de pesos.

Otro elemento del programa monetario es el compromiso de ''no desacumular reservas internacionales netas'', lo que implica que estos activos cerrarán 1999 en un nivel por lo menos igual al registrado en diciembre de 1998, que fue de 23 mil 480 millones de dólares. En el programa monetario del año pasado se fijó la meta de acumular reservas de por lo menos mil millones de dólares.

Un tercer punto clave de la política monetaria anunciada ayer por Ortiz Martínez es que el Banco de México aplicará medidas monetarias aún más restrictivas ''en caso de que se presenten circunstancias inesperadas que lo hagan aconsejable'': cuando se detecten presiones incongruentes con el objetivo de abatir la inflación o cuando las expectativas inflacionarias se alejen de las metas fijadas.

En 1999 continuarán las subastas de dólares para contener las presiones cambiarias, aunque ''el Banco de México se reserva el derecho de actuar discrecionalmente en el mercado cambiario si así lo determinan las condiciones''.

 

Insisten dirigentes empresariales en dolarizar la economía nacional

 

Antonio Vázquez y Laura Gómez n Dirigentes de la cúpula empresarial señalaron que el propósito de controlar la inflación mediante cortos es un buen principio y una medida complementaria para evitar mayores desequilibrios. Los empresarios tambien fijaron plazos y dejaron abierta la posibilidad de analizar otras estrategias si en tres meses no cede el problema .

El gobernador del Banco Central se reunió ayer por la tarde con los integrantes de la Comisión Ejecutiva del Consejo Coordinador Empresarial para explicar los objetivos de la política monetaria para 1999.

Ortiz aseguró que los cortos no son la única alternativa y que las medidas aplicadas por el banco central han fortalecido a la economía mexicana ante las crisis internacionales, pero ''debemos reforzarlas''.

El presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, Eugenio Clariond Reyes Retana, dijo que la mayoría del sector empresarial está convencido de que debe establecerse gradualmente una unión monetaria con Estados Unidos, es decir, dolarizar la economía nacional.

A su vez, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Eduardo Bours Castelo, dijo que el control de la inflación no puede ser la única meta; coincidió con Ortiz en que puede tener costos, ''pero éstos son inferiores a los beneficios que pueda traer''. Un ejemplo de ello, comentó, son las tasas de interés.