n Despierta y lee, nuevo libro del escritor que circula ya en México


Hoy quizá soy más moderado que

anarquista, reconoce Savater

n La ética no es un clima que mejore o se vuelva crudo, dice el autor de Malos y malditos

César Güemes n Si dijéramos que ha escrito todos los libros, que ha recibido todos los premios, que ha impartido todas las cátedras posibles en su área, que ha ofrecido todas las conferencias y que ha visitado con motivo de su obra todos los países, sería exagerar, pero apenas un poco. Fernando Savater ha puesto a circular un nuevo volumen en México, Despierta y lee (Alfaguara), en el que habla, y muy largo por cierto, de sus preferencias en cuanto a lectura se refiere. Además, tiene en puerta un viaje a nuestro país a propósito de otro libro, ya en prensa, Las preguntas de la vida. Desde Madrid conversa en corto con La Jornada.

Un hecho incontestable respecto de su obra es que a ella acuden numerosos lectores a cada nuevo título. Parece desmentir la especie de que en los países de habla hispana se lee muy poco.

La verdad es que tengo la suerte de que desde hace bastante tiempo he encontrado un público lector que sigue mis libros, no sólo en España sino en América Latina y en especial en México, a donde viajo casi cada año desde hace dos décadas. Y creo que hoy por hoy cada vez más en nuestros países hay un interés creciente por aquellos libros que sean, digamos, inteligibles y que traten de temas de pensamiento, que por cierto cada día son más necesarios para la salud moral e intelectual de las personas.

 

Escribir con honradez y claridad

 

Cualquier escritor quisiera tener la llave de acceso a las preferencias de los lectores y que después lo sigan.

No hay fórmula única. Hay escritores que tardan mucho en abrirse paso, en encontrar sus lectores, y luego no han sido abandonados. Nietzsche en vida lograba vender unas docenas de ejemplares, si acaso. Y hoy es un autor muy leído. En cambio hay otros que desde su comienzo despiertan interés. Eso depende de muchos factores.

''Creo que lo importante es que uno trate de escribir con sinceridad, honradez, claridad y que tampoco esté obsesionado con la audiencia.

''Vivimos ahora en un mundo de records, de los grandes tirajes, de las ventas abundantes. A todos los autores nos gusta que los libros se vendan bien, pero no hay que vivir obsesionado con ese tipo de valores porque esterilizan, crean angustias e impaciencias impropias de quien tiene otra tarea qué hacer.''

Se dice con razón que el asiduo a la lectura viaja por dentro y vive más existencias de la que le tocó en suerte. En su caso, además, el viaje físico es real.

Es así, aunque me considero muy sedentario. Soy hombre de rutinas, mi mayor placer es estar tranquilo en casa, con las pantuflas puestas, un libro en la mano y con la conciencia de que no he de moverme de mi cuarto. Pero la vida a veces te hace llevar un tren muy distinto. He estado efectivamente en muchos lugares. Me he visto obligado a viajar, en ocasiones, claro, por el interés, la curiosidad u otros factores.

''Llevo una existencia demasiado nómada. Me hubiera gustado estar más tranquilo. Siento que tengo muy poco tiempo para mí, pero es difícil romper con los compromisos y los hábitos que se crea uno.''

Ya que buena parte de sus escritos y de su labor docente han versado sobre la ética, le pregunto si el cambio de siglo implica algún avance en cuanto a ésta.

La ética es lo que es, no creo que cambie, es una reflexión de los seres humanos sobre su propia libertad, sobre la búsqueda del arte de vivir y convivir mejor. Eso es lo mismo hoy que en la época de Aristóteles. La ética no es un clima que mejore o se vuelva crudo.

''Cada persona llevará a cabo su búsqueda de ideales de humanidad. Ahora, la ética versa sobre problemas concretos. Es decir, la reflexión de hoy se enfrenta a millones de seres humanos, hay grandes desigualdades entre norte y sur, existe la amenaza de destrucción de poblaciones enteras, están por ahí un número pavoroso de minas antipersonales; en fin, hay una serie de problemas globales que imponen una forma de pensar distinta.''

En Despierta y lee dice que en algún momento buscó usted la ''voluntad de estilo". Al paso del tiempo lo cierto es que consiguió uno muy identificable, ya es parte de su personalidad.

La verdad es que en el libro ironizo un poco con esa manía juvenil de crearse un estilo propio. Pienso que con el tiempo uno adquiere una cierta experiencia y alguna habilidad para escribir, lo mismo que el carpintero que lleva muchos años en su trabajo suele ser mejor luego de 20 años de hacer sillas.

''Igual pasa con los escritores, conoce uno ciertos trucos y se va llenando también de algunas frondosidades innecesarias. Eso es lo que creo que ha ocurrido conmigo, me he ido depurando un poco, quitándome ciertos énfasis o barroquismos que no me llevaban a nada. Lo que escribimos se nos parece, eso sí.''

ƑDentro de su trabajo habrá un particular apartado con el título de pensamiento vasco?

He tenido que reflexionar mucho sobre el nacionalismo, no tanto porque sea un tema que a mí teóricamente me apasione, aunque sea importante. Quizá no es el problema al que me hubiera dedicado tanto como lo he hecho, lo que pasa es que me ha correspondido. He vivido en el País Vasco y primero tuve que soportar el nacionalismo imperialista de Franco y luego el nacionalismo racista que hoy se ve. Digamos que he terminado por estudiarlo tanto como un enfermo de sida que se preocupa por leer al respecto, saber qué es y cómo se puede combatir.

En una opinión vertida sobre usted, lo señalan como ''anarquista moderado". Al paso de los años, Ƒqué piensa de esa manera peculiar de definirlo?

Esa definición me la dio la policía en un época ya lejana, cuando mi juventud universitaria. Lo de ''anarquista moderado" estaba escrito en mi ficha policial, y el término me gustó mucho. Siempre he sido algo así. Hoy quizá soy más moderado que anarquista. De todas formas creo que sigo teniendo un poco de las dos cosas.

''He creído siempre en los valores de la libertad individual y he desconfiado de que los gobiernos logren resolver la vida humana, además de que soy contrario a todo sistema que utiliza medios crueles o violentos. En fin, aquello que empieza por agravar los males con el pretexto de que luego los va a resolver me parece que es contrario a la naturaleza social.''

Cuando dio a conocer Malos y malditos, encontré a un pensador que entendía a la literatura como lo que originalmente es, una forma de la felicidad.

Sin duda. He leído por placer. Luego con los años uno tiene que leer a veces por estudio, por información, por cultura. Pero para mí los libros básicamente son un deleite. Y, por tanto, para mí antes que nada la literatura y la lectura son fuente de gozo.

''Mis libros tratan de transmitir esa idea, leer a los otros, de ahí el título de Despierta y lee, es una celebración de los escritores que he frecuentado y un intento de contagiar la pasión por ellos.''

 

Las preguntas de la vida, próximo título

 

Tiene en puerta un nuevo libro, como es usual. Y se sabe en México que vendrá a presentarlo. ƑEs correcta la información?

Lo es, se trata de un viaje que haré dentro de poco, tengo que ir a Monterrey, Querétaro y el Distrito Federal. Daré unas charlas y conversaré un poco sobre una especie de introducción a la filosofía que he escrito.

ƑQué título tiene?

Se llama Las preguntas de la vida.

Circula de usted una fotografía en que aparece sentado frente a la computadora. Da la idea de que se pasa buena parte del día escribiendo. ƑEs una idea certera?

Esa foto corresponde a la primera vez en que estaba utilizando Internet. Es algo que he aprendido a emplear en América. Soy un fanático de la prensa diaria, y una de las cosas que más extraño cuando viajo es que no puedo leer los diarios de mi país. Pero ya con Internet las cosas cambian, es algo estupendo que pueda ver lo que publica tu periódico o algún diario vasco, todo desde mi escritorio.

''Esa foto me la tomaron en un viaje por Sudamérica. Pedí a los que me habían invitado a ese periplo que me permitieran acceder a Internet para leerme algunos periódicos y fue cuando me tomaron la imagen. Paso bastantes horas, pues, frente al ordenador, porque en él escribo. Pero, vamos, no soy un fanático de la máquina ni me la paso jugando con ella.''

ƑNavega por Internet, don Fernando? Sería con seguridad el primer filósofo y escritor de su talla en reconocerlo.

Navego, sí, pero poco. Primero, porque mi tiempo es escaso y tengo miedo de que entre a la red una tarde y se me vaya el día entero. Además, en España las conexiones son bastante lentas aún, entonces para cualquier cosa sencilla se lleva uno dos horas.

''Esa navegación me sirve para encontrar textos que me interesan o bibliotecas a las que de otro modo no tendría acceso. Soy navegante de Internet, pero discreto.''