n Comentaron el volumen Area Maya: Bonampak


Tovar: acción sin parangón para

preservar la riqueza prehispánica

n Ejemplo de las nuevas modalidades de investigación en la UNAM

Merry Mac Masters n Como una acción ''sin precedente en la preservación del patrimonio y la investigación de nuestra historia prehispánica", fue como Rafael Tovar se refirió a los dos tomos del segundo volumen Area Maya: Bonampak (UNAM, 1998), del proyecto La Pintura Mural Prehispánica en México, dirigido por la investigadora Beatriz de la Fuente, y que se presentaron anteanoche en el anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso.

Tovar, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), anotó que cuando se habla de la conciencia pública del patrimonio en ocasiones se convierte en palabras algo a lo que "debemos darle contenido diario".

Cuando se habla de patrimonio ''debemos saber cuál es, dónde está y qué es". Afirmó que obras como la presente son las que ''nos permiten tomar el camino adecuado".

Tovar recordó que el seminario que dio nombre al proyecto, no sólo ha producido los volúmenes sobre Teotihuacán y Bonampak, sino a Fragmentos del pasado. Murales prehispánicos, muestra curada por María Teresa Uriarte, integrante del proyecto y directora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, y que fue exhibida en San Ildefonso.

Lo expresado por Rafael Tovar coincidió con lo dicho por María Teresa Franco, directora del Instituto de Antropología e Historia, quien al considerar la ''grave y pesada" tarea que tiene el INAH de analizar y preservar la ''abrumadora" cantidad de las obras heredadas del pasado, ésta ''en ocasiones parece sobrepasar los esfuerzos institucionales y profesionales mejor encaminados". La funcionaria afirmó que el descubrimiento de Bonampak en 1946 propuso desde su hallazgo un parteaguas en las investigaciones sobre los mayas prehispánicos.

En seguida Mercedes de la Garza, directora del Museo Nacional de Antropología, dijo que el proyecto La Pintura Mural Prehispánica en México es de particular importancia para los estudios mesoamericanos, ya que la pictórica tuvo un sitio principal entre la creación de estos pueblos.

Por su parte, Francisco Barnés de Castro, rector de la UNAM, aseguró que el presente volumen, cuya composición se apoya de manera importante en los medios electrónicos de procesamiento de imágenes, promete una coexistencia enriquecedora de éstos con el libro como lo hemos conocido hasta el momento.

 

Refrendar el trabajo multidisciplinario

 

Para Humberto Muñoz García, coordinador de Humanidades de la máxima casa de estudios, la obra en cuestión es un ejemplo claro de las nuevas modalidades de investigación que se siguen hoy en día en los institutos y centros de humanidades de la Universidad Nacional.

Beatriz de la Fuente, investigadora emérita del Instituto de Investigaciones Estéticas, refrendó la forma de trabajar multidisciplinaria, ya que colaboraron arqueólogos, arquitectos, biólogos, dibujantes, diseñadores gráficos, epigrafistas, especialistas en computación, historiadores y restauradores, entre otros.

Agregó la investigadora que el proyecto que ya ha contado con el apoyo del CNCA y el INAH, seguirá adelante por los sustentos de la Dirección General de Asuntos de Personal Académico y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), así como del fideicomiso que recientemente se ha establecido por iniciativa de Leopoldo Paasch.

Si en su momento (1208, de acuerdo con una fecha pintada en el edificio 1 de Bonampak) las escenas plasmadas en sus paredes quizá no fueron conocidas por todos los habitantes de la ciudad maya, porque era la nobleza que tenía acceso a estos recintos, hoy estas valiosas imágenes y sus análisis son publicados para conocimiento de los mexicanos y del mundo, afirmó Leticia Staines Cicero, coordinadora de los dos tomos.

Finalmente, María Teresa Uriarte recreó el ambiente del seminario que tiene lugar desde hace nueve años todos los jueves a partir de las 10:30 horas.

Entre el público que asistió al anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, se encontraban dos secretarios de Estado, Juan Ramón de la Fuente (de Salud), hijo de doña Beatriz, y Francisco Labastida Ochoa (de Gobernación), cuya esposa es María Teresa Uriarte.