n El programa monetario del BdeM anticipa que no se defenderá el peso, advierte Bursamétrica
Crecimiento de sólo 1.5%, pronostica Banamex-Accival para 99
Roberto González Amador, Antonio Castellanos y César Martínez n Banamex-Accival, el principal grupo financiero del país, arrojó ayer un balde de agua fría al optimismo gubernamental, al ajustar a sólo 1.5 por ciento el pronóstico sobre el crecimiento del producto interno bruto (PIB) para 1999, que implica apenas la mitad de la prevista oficialmente.
En un reporte especial elaborado por analistas económicos y financieros, Banamex recomendó a los inversionistas que consideran a México como destino de sus recursos mantener ''una actitud conservadora'' en los próximos meses ante un escenario de menor dinamismo económico.
El informe, que supone una divergencia absoluta de ese consorcio con las optimistas previsiones oficiales en materia macroeconómica, indica que la inflación de 1999 ųque el gobierno asegura insistentemente será de 13 por cientoų crecerá a una tasa de por lo menos 17 por ciento.
Según Banamex, la economía creció a una tasa de 4.8 por ciento en 1998, después de haber logrado un aumento en el PIB de siete por ciento en 1997; en cambio, en 1999 el incremento será de un modesto 1.5 por ciento, tasa que es, incluso, inferior a la de la dinámica de población, actualmente de 1.9 por ciento anual.
''Los estimados de 1998 y 1999 han sido supuestos con la información calculada a la fecha, pero podrían presentar fluctuaciones, dada su sensibilidad a cambios en variables económicas, particularmente en lo que toca al PIB, inflación, tipo de cambio y tasas de interés'', señaló Banamex, que en diciembre pasado había pensado que en 1999 habría un crecimiento económico de 2.4 por ciento.
En el informe divulgado ayer, el grupo financiero que dirigen Roberto Hernández y Alfredo Harp Helú, calcula que el tipo de cambio en diciembre de 1999 será de 11.80 pesos por dólar y que la tasa de interés interbancaria de equilibrio rondará 25 por ciento, también al cierre de este año.
Uno de los especialistas que participaron en la elaboración del documento indicó que los supuestos que llevaron a la reducción en la estimación del crecimiento económico tienen que ver con el adverso entorno externo y con un menor dinamismo del mercado interno, aquejado por falta de financiamiento, altas tasas de interés y una menor expectativa de consumo de la población.
El grupo financiero incluye también en sus supuestos un débil mercado petrolero en 1999. Es, precisamente, la debilidad del mercado petrolero, otra de los factores que los especialistas de Banamex ponderaron al momento de realizar su estudio sobre las perspectivas económicas del país.
Urgen reformas: Ramírez Cuéllar
El Congreso de la Unión debe llevar a cabo reformas constitucionales que le permitan tener facultades para definir los criterios generales de la política monetaria, porque en las actuales circunstancias, responde a las necesidades de rentabilidad de los capitales extranjeros. Si bajan las tasas de interés de manera brusca, se daría una fuga masiva de capitales.
Alfonso Ramírez Cuéllar, secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, planteó lo anterior y expuso que los resultados de una ''estampida de capitales'' se reflejarían en una devaluación acelerada y una mayor inflación. Adelantó que las metas gubernamentales para 1999 fracasarán, que en diciembre la inflación será de 20 por ciento y el déficit de las finanzas públicas, mayor a 1.25 por ciento.
Ramírez Cuéllar analizó la política monetaria del Banco de México, dada a conocer el martes, y sobre el instituto resumió: ''Para el presente año se encuentra entrampado en una fuerte contradicción, porque por un lado tendrá que cumplir la meta inflacionaria de 13 por ciento y por el otro, tendrá que proveer el marco monetario para lograr el crecimiento del PIB de tres por ciento establecido en los Criterios Generales de Política Económica.''
En los hechos, explicó Ramírez Cuéllar, el cumplimiento de estas dos metas resulta imposible de lograr de manera paralela, porque continuará con una política monetaria restrictiva que profundizará el ambiente recesivo en la economía.
A juicio del legislador, en materia de inflación los pronósticos ya fueron rebasados por la realidad. Los incrementos esperados para enero y febrero de alrededor de cuatro por ciento hacen imposible que en los siguientes diez meses se pueda lograr una inflación de 0.86 por ciento mensual. Por ello resulta un hecho innegable que tendremos una inflación a finales de 1999 entre el 17 y 20 por ciento real, dijo.
Subrayó que hay, además, descoordinación y ausencia de criterios comunes entre el Banco de México y la Secretaría de Hacienda. Mientras el titular de ésta, José Angel Gurría, se empeña en incrementar los precios y tarifas del sector público y en otorgar facilidades al aumento generalizado de precios de productos y artículos básicos, el gobernador del banco emisor, Guillermo Ortiz toma ''como religión'' combatir la inflación.
De manera paralela, agregó, los sectores más conservadores y beneficiarios de la apertura han lanzado una ofensiva para dolarizar la economía e instaurar un consejo monetario que, bajo el pretexto de combatir la inflación y las altas tasas de interés, sólo buscan debilitar más la política monetaria y profundizar la dependencia económica a las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Habrá escasez internacional . de
capitales: Bursamétrica
El objetivo de mantener inalterados los activos internacionales netos, incluido en el programa monetario de 1999 ųpresentado el martes por el Banco de Méxicoų aunque no lo dice expresamente, revela que la institución no utilizará sus reservas para defender el peso, observó Pablo Alvarez-Icaza, director de Estudios Económicos de Bursamétrica.
Dentro del programa se establece que el saldo de los activos internacionales se mantendrá en los mismos niveles actuales en los cuatro trimestres del año. Alvarez-Icaza advirtió que esta información contiene mensajes implícitos, porque permite deducir tres conclusiones básicas.
Por un lado, prosiguió, significa que el Banco de México reconoce que habrá escasez internacional de capitales. También da a entender que, dada la dificultad para obtener capitales externos no sólo en 1999, sino también más adelante, no está dispuesto a gastar sus reservas. La tercera conclusión es que revela su desatinada decisión de no echar mano a las reservas internacionales para evitar la depreciación del peso, puntualizó el economista.
En cambio, Bursamétrica pronosticó un crecimiento económico de sólo 1.5 por ciento para el presente año, una tasa inflacionaria de 17.61 por ciento y monetización negativa.
Mayor vulnerabilidad: Huerta
Para Arturo Huerta, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, el programa monetario del Banco de México es ''irracional''. Sostiene que su política restrictiva debilita los fundamentos económicos ųya que atenta contra la esfera productiva y el aumento de la productividad, lo que genera presiones sobre precios e importacionesų, y de ese modo provoca mayor vulnerabilidad externa y, por tanto presiones, sobre las tasas de interés y el tipo de cambio.
Aseguró ''el gobierno cree erróneamente que el problema de la inflación es monetario y que dotando de autonomía al Banco de México y contrayendo la oferta de dinero puede reducirla a los mismos niveles de Estados Unidos''. Sin embargo, no observa que México no posee la competitividad ni las condiciones financieras y macroeconómicas necesarias para reducir la inflación, y que la menor inflación que se logró respecto a 1995, se debió a la entrada de capitales, la disminución de los salarios, y la reducción del gasto público en infraestructura y bienestar social, y no de aumentos en la productividad, apuntó.
A su vez, Gerardo Aranda Orozco, presidente de la Coparmex, advirtió ayer que el entorno económico de 1999 presentará ''complejidades y dificultades'' para las empresas del país, porque el crédito será elevado y escaso, el ritmo de crecimiento continuará desacelerándose, y el mercado externo será débil.
El líder empresarial aseguró de todos modos las empresas ''sobrevivirán'' y que, para recorrer la transición que vive México, debe continuarse con el sistema de libre mercado, a la vez que adelantó que la Coparmex seguirá pugnando por la reforma fiscal y del Estado.
Finalmente, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) advirtió que a pesar de los esfuerzos hechos por el gobierno federal en materia de política económica el país aún no está a salvo de padecer una nueva crisis de fin de sexenio que esta vez podría ser más grave por factores políticos, y destacó que el problema del Banco de México no es de política monetaria sino la falta de credibilidad.
El analista y orador en la reunión mensual del Instituto, Jonathan Heath destacó que si bien es cierto México podría enfrentar una nueva crisis económica de fin de sexenio esta podría no ser tan grave como la que podría desatar las condiciones políticas que se están gestando en el país, debido a que "sería muy grave que un partido ganara con el uno por ciento de los votos".
Destacó que los índices de vulnerabilidad en materia de ahorro interno pueden ser críticos para el año 2000, y enfatizó que las cifras macroeconómicas que reportan crecimiento y mejoría del poder adquisitivo de la población nada tienen que ver con lo que se ha dado en llamar la economía real.