n Fueron sustraídos de la galería López Quiroga


Sin precedentes en México, el robo de 12 cuadros de Tamayo

n La Procuraduría General de Justicia del DF investiga el ilícito

En lo que al parecer se constituye como uno más de los hurtos sobre pedido en los anales de las artes plásticas en el planeta, la noche del jueves fueron sustraídos 12 cuadros del pintor Rufino Tamayo ųcon valor aproximado de 2 millones de dólaresų de la galería López Quiroga. Hecho sin precedente en México.

Las obras faltantes se exhibían desde diciembre pasado, junto con otras 40, en una exposición que formaba parte de las actividades emprendidas para celebrar este año el centenario del natalicio del artista oaxaqueño.

Todos los cuadros robados pertenecían a coleccionistas privados de México y Estados Unidos. Algunos de ellos eran propiedad de la familia de Olga Tamayo, esposa del pintor fallecido en 1991.

Al parecer, los delincuentes seleccionaron previamente la obra que se llevarían, pues ningún dibujo de Tamayo fue tocado ni tampoco tres óleos que el Museo de Arte Moderno aportó en préstamo para esta exposición, misma que hace tres meses se presentó en la Galería Latin American Masters de Estados Unidos.

El hurto, cual programado, sucedió 24 horas antes de que se clausurara la exposición y los cuadros retornaran a sus depositarios originales.

La muestra plástica de Tamayo incluía cuadros de pequeño formato pintados entre 1925 y 1988. Las 12 obras faltantes son: Los caracoles (1929), Naturaleza muerta (1930), Abejas agresivas (1953), Constelación (1958), Payaso (1958), Cabeza flotando (1960), Perfil amarillo (1961), Sandías (1965), Hombre confrontando el infinito (1967), Dos perfiles (1971), Figura (1972) y Hombre y mujer (1988).

A las 19:40 horas del jueves, en la galería López Quiroga ųubicada en Presidente Masarik 379, Polancoų había sólo unos cuantos visitantes y personal del recinto.

Cinco hombres, que parecían parte del público ordinario, ingresaron al lugar y momentos después amagaron a los presentes con armas de fuego. Luego, según versión de Ramón López Quiroga y su asistente, Laura López, introdujeron cuidadosamente los cuadros en bolsas de plástico y huyeron en una camioneta sin provocar daño físico a nadie.

Por su forma de operar, el cuidado con el que manipularon las obras ųaseguradas todas por la compañía estadunidense New Northern Fine Artų y la selección que supuestamente efectuaron, se especula que son delincuentes especializados y que se trató de un robo por encargo. Se prevé la intervención de la Interpol en las investigaciones para esclarecer ese ilícito. Desde ayer, de acuerdo con el titular de la Policía Judicial del Distrito Federal, Mauricio Tornero Salinas, se notificó a la corporación internacional, se enviaron fotografías de los cuadros sustraídos y hubo avisos de alerta en el extranjero para prevenir su venta.

Tornero Salinas afirmó que personal de Servicios Periciales de la Procuraduría capitalina determinará el valor de las obras. A reserva de profundizar en las averiguaciones, ''es un hecho que las personas que ingresaron a la galería para robar los cuadros, sí sabían lo que hacían'', enfatizó el funcionario. Por otra parte, se informó que la denuncia por el robo de las obras de Tamayo se presentó en la agencia del Ministerio Público número 30.

Frecuente, ese delito: Raquel Tibol Crítica de arte, periodista y conocedora de estos temas, Raquel Tibol opina que, en efecto, ''da la impresión de que se trató de un robo por encargo", pues seleccionaron las piezas, cometieron el atraco casi al término de la muestra y se llevaron sólo las obras de los coleccionistas privados.

ƑCuál será el destino de los Tamayos? Es aventurado decirlo, acota la maestra. Lo mismo pueden ser adquiridos por un narcotraficante con gustos sofisticados que por algún comprador extranjero. Eso resulta imposible saberlo. En México, sin embargo, la sustracción de arte es cotidiana, dice.

La corrupción aduanal, añade, es más de la que se pudiera suponer y la policía mexicana no está adiestrada para recuperar obras de este tipo como en otros países (la de Scotland Yard de Inglaterra, por ejemplo, que tiene una sección de arte). Ni siquiera la legislación es la adecuada, indica, antes de recordar que el mundo de la plástica mexicano sufrió antes graves robos, aunque ninguno de tal magnitud.

En el Palacio de Bellas Artes, detalló, un autorretrato de Luis Nishizawa fue hurtado y de la casa de Carlos Pellicer fueron cuadros de Velasco los que escogieron para llevarse, sin que hasta el momento se tengan noticias de ellos.

Hurtan un Rembrandt y un Bellini

La tarde de ayer también desaparecieron un Rembrandt y un Bellini del Museo de Arte de Nivaagaard, en el barrio Nivaa de Copenhague. Según reportes de las agencias internacionales, dos ladrones ingresaron al museo y tras pagar sus entradas correspondientes se llevaron los cuadros. Un guardia intentó detenerlos, pero resultó golpeado.

Las obras robadas son Retrato de una dama, pintado por Rembrandt en 1632 y que constituía la única pieza genuina certificada del maestro holandés conservada en Dinamarca. Su valor es de por lo menos 15 millones de dólares. El otro cuadro sustraído era del maestro renacentista italiano Bellini. Su valor no se determinó de inmediato. (Yanireth Israde y Daniela Pastrana)