n Grupos de choque tomaron las instalaciones, amenazaron a comerciantes y enfrentaron a la policía


Ataque concertado a la Central de Abasto

n Contabilizan autoridades 2 mil "golpeadores" n Hay ocho heridos graves, entre ellos un policía que fue arrollado

Humberto Ortiz Moreno y Fabiola Martínez n La incursión y posterior toma de la Central de Abasto se inició a las 23 horas del viernes, en un operativo prácticamente paramilitar que llevaron a cabo grupos de choque integrados por cerca de 2 mil "golpeadores" profesionales, quienes repartidos en células obligaron a los comerciantes a bajar cortinas.

De manera sincronizada, rodearon las instalaciones con camiones de transporte de perecederos, provenientes de Veracruz y Puebla, según mostraban las placas. Entre las 3:30 y 4 horas de ayer ingresaron las unidades, previo pago de cuota.

De inmediato se ubicaron estratégicamente en grupos de entre 50 y 80 personas, en los pasillos dos y cuatro, para cubrir los cuatro sectores de abarrotes y los ocho de frutas y legumbres. Prácticamente tenían tomada la Ceda. Y sólo había 300 policías desarmados y sin tolete, para repeler un ataque promovido por la protesta contra el cobro de peaje.

Desde el viernes, "los mercenarios" --como los llamaron las autoridades de la Ceda-- tenían listos garrafones con gasolina para preparar bombas molotov, ocultos en la sección de hortalizas, revela Juan Villanueva, representa a los locatarios en el comité técnico y quien observó los movimientos durante toda la noche en el interior del lugar.

Además, emplearon un operativo de inducción en los medios de comunicación, mediante llamadas telefónicas que realizaron una noche antes de los acontecimientos, para preparar el escenario de sus movilizaciones.

Los provocadores amenazaron y golpearon a comerciantes y así consiguieron que los 3 mil 619 locales, entre negocios y bodegas, cerraran durante todo el día de ayer.

Esperaron el momento propicio para atacar. Pasadas las 8 horas, decidieron iniciar el ataque: apedrearon las casetas de cobro de peaje situadas en el acceso del Eje 5 Sur, causando graves daños al sistema automatizado y de video; lanzaron proyectiles a los vehículos de policía que apenas llegaban al punto de conflicto y coordinaban las acciones, y asustaron a la escasa clientela que se atrevió a entrar en la zona.

Los cristales de los automóviles policiacos se hicieron añicos. Una patrulla fue literalmente destruida a garrotazos y pedradas, y un incipiente fuego comenzó a cubrirla. Al parecer, la hicieron blanco de una bomba molotov. Sus ocupantes la libraron apenas.

Cerca de las 9 de la mañana, los granaderos y uniformados a caballo repartían tolete a diestra y siniestra, amagando con sus armas y lanzando granadas con gases lacrimógenos. Un helicóptero del grupo Cóndores sobrevolaba la zona.

Gritos, mentadas, confusión y, de repente, una ráfaga, al parecer de metralleta. Fuera de control, la multitud --tanto compradores que finalmente se quedaron sin abasto, como "golpeadores" y comerciantes-- corre para evadir la lluvia de piedras, macanazos, patadas y escudazos de los granaderos. Acaso huyendo de una bala perdida. Niños y mujeres lloran desesperados, aterrorizados por el caos.

Los reporteros que se aventuraron en la zacapela recibieron su dosis de violencia. A algunos les robaron sus equipos, pero el más afectado fue Julio Vargas, fotógrafo de El Sol de México, a quien descalabraron y le arrebataron su radio.

Los policías lograron detener a 136 personas que fueron remitidas a las agencias 54, 18 y 60 del Ministerio Público, pero también registraron 21 bajas por lesiones. Hasta el área de la refriega llegaron las primeras noticias de un uniformado herido de gravedad.

Hugo Romero Sánchez, policía auxiliar comisionado en la Ceda, se interpuso al paso del Ford Fairmont amarillo, placas 498-DVF, con seis sujetos a bordo, y fue arrollado y arrastrado casi 10 metros. Su estado es grave y está internado en el hospital Mocel.

Un joven de 23 años, Valente Romero, fue detenido como responsable de esos hechos. Fue necesaria la fuerza para someterlo y permanece internado, en calidad de detenido, en el hospital de traumatología de Balbuena, junto con otros seis compañeros suyos.

La respuesta de la policía contra los atacantes fue más violenta y definitiva al cabo de unas horas, porque alrededor de las 10:30, los mil 200 efectivos, entre granaderos y policías a caballo, tenían casi controlada la situación.

En sus oficinas, Gabriel Mendoza, director de la Ceda, mantuvo reunido al comité técnico para tomar las medidas necesarias que restablecieran el orden y la distribución de alimentos. De allí no se movieron sino hasta las 10 de la noche, cuando se reiniciaron las operaciones.

El área de flores y hortalizas, la cual funciona por la noche, restableció sus actividades de manera normal. Las siete puertas de acceso a la Central de Abasto fueron reabiertas sin incidentes. Para garantizar la seguridad, hay 900 granaderos y 662 policías auxiliares asignados en esta zona.

Las siguientes horas al conflicto fueron de tensión. Pasado el mediodía fue reabierto el acceso a la Ceda, únicamente por la entrada sur, previo cobro del peaje.

Mientras, Jorge Schiaffino, líder de la CNOP-DF, e Higinio Cuesta, dirigente de la Uncofyl --quien prácticamente se colocaría como prófugo de la justicia si prosperan las denuncias--, preparaban la defensa de los detenidos, declarándolos "presos políticos" ante las autoridades, cuando ellos mismos han rechazado que el problema sea de carácter político.

Casi a la medianoche de ayer, Leonel Godoy exhortó al dirigente de la CNOP a retomar las vías del diálogo como forma de entendimiento político, y enfatizó: "No nos temblará la mano para aplicar la ley".

El saldo: 136 detenidos, 40 lesionados y daños en 30 vehículos de policía

Daniela Pastrana n Un total de 136 personas detenidas, 40 lesionados, ocho de ellos graves --un policía y siete civiles--, y 30 vehículos dañados fue el saldo del enfrentamiento de ayer en la Central de Abasto. De acuerdo con un informe interno de la Subdirección Operativa de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), los acontecimientos se iniciaron a las 8:45 horas, cuando policías auxiliares, de la Bancaria e Industrial y metropolitanos intentaron retirar a unos 450 locatarios, quienes minutos antes habían bloqueado el acceso a la Ceda.

Nueve minutos después, el policía Hugo Romero Sánchez, de 36 años, con número de placa 248446, fue atropellado en el Eje 6 Sur y Churubusco, por un Ford Fairmont 498-DVF. El conductor, Valente Romero López, fue detenido por los compañeros del oficial. Los ánimos se desbordaron.

A las 8:55, el helicóptero de Cóndores que trasladó al uniformado al Hospital Mocel con traumatismo en el cráneo, informó desde el aire que 300 personas arrojaban objetos y piedras a los policías, por lo que se trasladaron al lugar grupos de apoyo de granaderos, elementos a caballo y de los sectores Pantitlán y Abasto.

A las 9 de la mañana, el Cóndor sobrevoló el lugar con equipo de video. Diez minutos más tarde, comenzaron a reportarse las primeras detenciones. El director de Agrupamientos, Marco Antonio del Prado, se presentó en el lugar para dirigir las acciones policiacas.

Según el reporte, el acceso vehicular quedó libre alrededor de las 9:25, pero en los pasillos y avenidas de la central los inconformes continuaban arrojando objetos contra las patrullas. Los siguientes 60 minutos fueron de intensos enfrentamientos. Entre cada reporte --que tardaba de dos a cinco minutos--, se informaba de personas quemando llantas y detenidas. La unidad 75002 de la Policía Auxiliar fue prácticamente desbaratada, con el medallón y parabrisas destrozados, tres ventanillas rotas, una abolladura del lado izquierdo y la torreta desecha.

A las 11:15 llegó a la Ceda el subsecretario de Gobierno, Leonel Godoy, para dialogar con los inconformes. Ocho minutos después, "las personas involucradas fueron retiradas del lugar y las restantes se encuentran en actitud pasiva", según consta en el reporte.

Más tarde, la SSP informó que de las 40 personas que resultaron heridas, 21 fueron policías. Con excepción de Romero Sánchez, el resto de los uniformados fue atendido en el lugar. De los locatarios, en cambio, siete de ellos tuvieron que ser trasladados al hospital de Balbuena, en calidad de detenidos, mientras que el resto de las personas aprehendidas por la policía declararon en la 54 agencia del Ministerio Público.


n Fracasarán quienes buscan hacernos caer en la ilegalidad, afirmó


Se pretende crear ingobernabilidad: Robles

Daniela Pastrana n Al asegurar que "esta ciudad no puede ser rehén de unos cuantos", la secretaria general de Gobierno, Rosario Robles Berlanga, advirtió que se realizarán las investigaciones necesarias para fincar responsabilidades penales contra quienes "pretenden construir un clima de ingobernabilidad y provocación".

En conferencia de prensa, en la que estuvo acompañada por el secretario de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero; el subsecretario de Gobierno, Leonel Godoy, los delegados políticos y otros funcionarios del área que encabeza, Robles Berlanga sostuvo que los acontecimientos ocurridos en los últimos dos días en la ciudad ponen en evidencia que hay interés en provocar al gobierno capitalino para hacerlo caer en acciones ilegales.

"Desde aquí queremos decir que se equivocan, que no alcanzarán su objetivo, que es un gobierno tolerante, abierto al diálogo, pero también profundamente respetuoso de la ley", dijo la funcionaria, quien se negó a adelantar nombres de quienes podrían estar detrás de este supuesto boicot. "Sería irresponsable hacer señalamientos a personas o grupos, antes de realizar las investigaciones", indicó.

Por su parte, Gertz Manero reiteró que a partir de ahora se aplicarán las medidas necesarias, incluso el uso de la fuerza pública, para que en apego a derecho se garantice que ningún grupo altere el buen funcionamiento de la ciudad.

"Este gobierno va hacer lo que no hicieron los anteriores, que es cumplir con la ley", afirmó el secretario de Seguridad Pública. "Los derechos a expresarse o manifestarse libremente están en la Constitución y los defenderemos a ultranza, pero lo que no podemos permitir es que la ciudad se paralice por los intereses de unos grupos".

Ambos funcionarios insistieron en que los hechos ocurridos en las últimas 24 horas en la ciudad --manifestaciones, bloqueos, invasiones--, no pueden ser entendidos más que como actos de provocación.

Robles Berlanga señaló: "A partir del análisis que hemos hechos de las situaciones suscitadas ayer y desde la madrugada de hoy en la ciudad, pensamos que se pretende construir un clima de ingobernabilidad y provocación con el objetivo de hacernos caer en la ilegalidad. Queremos responder enfáticamente que, como gobierno, contamos con todos los instrumentos para garantizar la gobernabilidad de la ciudad, para aplicar la ley y desmontar cualquier provocación de esta naturaleza. Con la fuerza que nos da la ley actuaremos en consecuencia, y con decisión y energía vamos a realizar todas las investigaciones necesarias hasta fincar responsabilidad contra quienes pretenden construir esta situación".

A su vez, el secretario de Seguridad Pública comentó que, "al mismo tiempo que se llevaban a cabo los bloqueos, se estaban invadiendo dos zonas ecológicas en Tláhuac y generando una situación de crisis en la Central de Abasto, por un problema que ya estaba solucionado, por lo que cualquier mente lógica puede intuir que esto tiene otras intenciones".

Agregó, sin embargo, que el gobierno del DF no cederá a provocaciones. "Vamos a actuar con la ley en la mano, no vamos a caer en ninguno de los dos extremos, ni en la anarquía ni en la ilegalidad".

Acerca del problema suscitado en la Central de Abasto, Robles Berlanga aseguró que la semana pasada hubo pláticas con las organizaciones que estaban en contra del cobro de peaje --las cuales, dijo, son "un grupo absolutamente minoritario de la sección de frutas y legumbres"-- y se les ofreció instalar cinco mesas de negociación para buscar alternativas, pero los inconformes no aceptaron ninguna.

Sin embargo, afirmó que el gobierno continuará en la línea del diálogo y la concertación, sin que por eso se permita nuevamente un "intento de boicot" a la ciudad de México.

n Es una estrategia política de "mafias", asegura el comité técnico de la central


Responsabilizan a Schiaffino de las agresiones

Humberto Ortiz Moreno n Reunidos en pleno después de casi ocho horas de tensión, los miembros del comité técnico del Fideicomiso Central de Abasto responsabilizaron a Jorge Schiaffino, líder de la CNOP-DF, y a Higinio Cuesta, dirigente de la Uncofyl, de promover los ataques del 20 de febrero de 1998 y de este sábado en contra de la Ceda, y acordaron reiniciar operaciones desde las 22:00 horas de ayer, bajo un fuerte dispositivo de seguridad que resguardará los alimentos y garantizará su distribución en el mercado.

Los 20 integrantes de ese cuerpo colegiado repudiaron el atentado contra la comercialización de básicos, por parte de grupos minoritarios de la Ceda, y alertaron sobre una estrategia política de "mafias que pretenden defender privilegios como el cobro de derechos de piso" --actividad que tenía a su cargo la dirigencia de la Unión Nacional de Comerciantes de Frutas y Legumbres (Uncofyl)--, cuyos montos no fueron reportados a la Tesorería; sólo recibían de la administración los recibos y hacían con ellos lo que querían. Esos grupos, se remarcó, gozaron de discrecionalidad durante años y hoy buscan conservar sus privilegios.

Por la posible comisión de ilícitos en contra del patrimonio de la Ceda, han sido presentadas dos denuncias de hechos ante la 60 agencia del Ministerio Público.

Preocupados y enojados por estos actos violentos, representantes de los comerciantes afectados con el cierre de bodegas se reunieron afuera de la dirección general de la Ceda y convinieron en presentar querellas individuales contra quien resulte responsable de los desórdenes. De los hechos se deslindaron productores, introductores y transportistas, quienes llamaron a la clientela a hacer sus compras normalmente, seguros de que no será afectada por el conflicto.

En una evaluación preliminar, las autoridades calculan al menos 5 millones de pesos en pérdidas materiales para la Ceda, casi 30 millones para los bodegueros y mil 500 toneladas de básicos almacenados y pudriéndose, independientemente del perjuicio económico a tianguis y mercados públicos.

"El abasto sufrió daños profundos y graves, porque fuimos sorprendidos", dijeron miembros del comité técnico, quienes abrieron un espacio en su sesión de trabajo para hablar con los reporteros.

Gabriel Mendoza Manzo, director de la Ceda, aseveró que pese al golpeteo de Jorge Schiaffino, a quien responsabilizó por el enfrentamiento de ayer, el cobro de peaje sigue vigente y asentó: "No tengo por qué renunciar".

Condenó la "agresión incalificable de un grupo minoritario de irresponsables, que con la bandera de las cuotas de peaje de cinco y dos pesos ocultan un trasfondo político perfectamente identificado con el PRI en su sector popular, secundado por representantes del mercado de hortalizas y del sector de frutas y legumbres".

Aseguró que Schiaffino y Cuesta contrataron y trasladaron a grupos de choque en vehículos con placas de Veracruz y Puebla, cuyos integrantes cometieron desmanes, atropellos, agresiones, daños a negocios e intimidaciones contra los bodegueros, a partir de las 2 de la mañana del sábado.

Por tales hechos, informó Mendoza Manzo, fueron presentadas las denuncias respectivas contra quien o quienes resulten responsables.

El funcionario reiteró la apertura al diálogo, si bien los representantes de la Uncofyl rompieron abruptamente las negociaciones con la exigencia de cancelar el cobro de peaje.

El director de la Ceda refutó la información "dolosa y sesgada" de los promotores del conflicto, en el sentido de que la ciudad no tendrá abasto oportuno de alimentos. Reiteró que a pesar de los lamentables hechos de ayer, "el gobierno del DF garantizará que el funcionamiento de la central no sea interrumpido". Habló también de los beneficios generados con el cobro de peaje: las cuotas de estacionamiento bajaron de seis a cuatro pesos, y el servicio de sanitarios se redujo de dos a un peso.

"Exigimos que nos hagan justicia y que el secretario Gertz haga realidad sus declaraciones", dijo a su vez Jesús García, representante del sector abarrotes, quien recordó que ni el terremoto de 1985 hizo que se cerrara la Central de Abasto.

Precisó que la Uncofyl sólo representa a unos 30 comerciantes de hortalizas y de la sección de envases vacíos, en tanto que en el comité técnico participan 10 mil mayoristas. Luis Fernando Islas, del sector de frutas y legumbres, repudió este "atentado contra la distribución de alimentos", el cual produjo un "grave desabasto".

Saldo oficial

 

En el dispositivo de la Secretaría de Seguridad Pública participaron mil 200 efectivos, entre ellos 25 jefes, 42 oficiales, 3 superintendentes y un director general. Además, se utilizaron 94 vehículos y 250 caballos.

 

Policía Auxiliar: un jefe, 10 oficiales, 413 elementos.

Policía Bancaria e Industrial: un director general, tres superintendentes, 18 jefes, 10 oficiales, 60 elementos y 30 vehículos.

Sector 26 Iztaccíhuatl: un jefe, un oficial, 33 elementos y 10 vehículos.

Sector 25 Pantitlán: un oficial, 25 elementos y 10 vehículos.

Granaderos Guerrero: dos jefes, nueve oficiales, 455 elementos y 30 vehículos.

Agrupamiento a caballo Centauro: un jefe, dos oficiales, 550 elementos a pie y 150 montados.

 

Los daños

 

El saldo de daños reportado por la SSP fue de 30 unidades dañadas y 21 policías lesionados, uno de ellos de gravedad. Además, se detuvo y puso a disposición del Ministerio Público a 136 personas.

 

Guerrero: ocho camiones (reportaron además daños a una unidad de mantenimiento Balbuena, placas 37025).

Centauro: una Cherokee y tres Suburban.

Ciclón: un camión y cuatro Suburban.

Policia Auxiliar: una patrulla destrozada.

Sectores Oasis, Churubusco, Estrella e Iztaccíhuatl: 12 patrullas.