n La semana política en Estados Unidos
n Mientras más miente Bill Clinton, más crece su popularidad
n Resuelto el misterio con un lema: "Es la economía, estúpido"
n Enfrentan los enemigos del presidente costos políticos mayores
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 30 de enero n "Cuando empiezan a deslizarse los niveles de aprobación de Bill Clinton, la Casa Blanca sólo lo envía a tener otro affaire", se quejó un reconocido analista republicano que intentaba bromear con la frustración de su partido ante el misterio que resulta del hecho que cada vez que el presidente se comporta mal y miente más, mejor queda en las encuestas de opinión popular.
Pero el secreto del éxito político de este presidente no son sus mujeres, es la economía. Clinton, cuyo equipo adoptó una simple estrategia de centrar su campaña electoral sólo en el lema "es la economía, estúpido", se ha mantenido fiel a ese compromiso.
Este último año, la economía de Estados Unidos tuvo la mejor combinación de fuerte crecimiento económico, baja inflación y la tasa de desempleo más baja en tres décadas, según un reporte del gobierno difundido el viernes.
"Mientras el crecimiento en todos los otros lugares se está deslizando, Estados Unidos parece pasar de crecimiento a crecimiento", consideró el economista Bruce Steinberg, de Merrill Lynch, en comentarios aparecidos en el diario The Washington Post. "La economía estadunidense es la maravilla del mundo".
El real brasileño perdió mas de 40 por ciento de su valor en las últimas tres semanas, y las proyecciones para el crecimiento económico en diversas partes del planeta siguen sufriendo las consecuencias de "la peor crisis financiera en medio siglo", pero la economía de este país creció 5.6 por ciento en el último trimestre de 1998.
La inflación está en su nivel más bajo desde 1959 y la tasa de desempleo oficial es de 4.3 por ciento. En este clima económico, 40 por ciento de los estadunidenses dice estar "muy satisfecho" con su situación económica personal, y 60 se declara por lo menos "satisfecho", un índice de confianza económica extraordinaria.
"ƑQuién en el mundo dice que está muy satisfecho?", preguntó un reconocido estratega republicano entrevistado por La Jornada, al expresar su sorpresa ante este nivel de confianza registrado en las encuestas. En este clima, se quejó, a los estadunidenses les importa poco si el presidente mintió sobre sus aventuras sexuales y su vida personal.
De hecho, es muy difícil montar una ofensiva política contra el presidente en esta coyuntura, ni los ataques contra su vida personal ni contra sus políticas tienen grandes consecuencias ante un público que sigue expresando su satisfacción económica. Cuando la economía está en auge, parece, a pocos les interesa lo que pasa en Washington y entre sus políticos.
Para los críticos del presidente, esta realidad ha frustrado lo que tal vez en otra coyuntura habría tenido éxito. No sólo ha quedado claro que la decisión del liderazgo republicano del Congreso de intentar destituir a Clinton fracasará, sino que los impulsores de esa estrategia están sufriendo más consecuencias políticas que su enemigo.
Las encuestas siguen registrando un rechazo al esfuerzo de destitución y enjuiciamiento de Clinton por parte de los legisladores republicanos. Para los republicanos y otros enemigos de Clinton, el hecho de que en la segunda ocasión en la historia del país que se realiza un juicio político de un presidente, el ocupante de la Casa Blanca goce de un nivel de aprobación popular casi sin precedente, resulta peor. Por lo tanto, y por el momento, el que parece estar a la ofensiva, para defender su vida política, es Clinton y no sus acusadores.
Durante la última semana los republicanos buscaron otros temas para enfrentar al gobierno de Clinton, desde la lucha antinarcóticos hasta propuestas para "rescatar" el fondo de seguro social. Pero en una economía en auge, el electorado simplemente prefiere no pensar en Washington, se quejan tanto republicanos como demócratas.
Aunque el auge económico ha sido desigual en sus beneficios, gran parte de los empleos creados son de salarios inferiores y parte de la percepción de la prosperidad personal está envuelta en un enorme endeudamiento, los propagandistas profesionales de Washington han asegurado que el mensaje de la Casa Blanca es que "Estados Unidos está funcionando de nuevo" gracias al gobierno de Clinton. Y el mensaje, a pesar de una realidad donde lo más notable es una mayor desigualdad de riqueza, ha funcionado... hasta el momento.
La adivinanza: Ƒqué rescata a un presidente acusado de violar la ley, que confesó su infidelidad y sus mentiras ante el pueblo, que es figura de un escándalo sexual, y que es el segundo mandatario en la historia en ser políticamente enjuiciado? "Es la economía, estúpido".