PARA RECORDAR
Alzate: científico y periodista
El 2 de febrero de 1799 murió José Antonio Alzate y Ramírez, científico y periodista novohispano que nació el 20 de noviembre de 1737 en la pequeña población de Ozumba, al pie del Popocatépetl, en territorio del actual estado de México. Su prolífica obra científica y periodística sustenta que se le reconozca como símbolo de la cultura de la ilustración novohispana.
Fue un pensador científico, antiescolástico, crítico, cuestionador y propositivo que tuvo la virtud de cultivar la concepción moderna de ciencia al recurrir a procedimientos observacionales y experimentales en el desarrollo de sus trabajos astronómicos, botánicos, físicos, geográficos, químicos, etcétera.
Fomentó el saber científico como benéfico no sólo porque ayuda a comprender y explicar el "espectáculo de la naturaleza", sino porque le pareció importante para resolver problemas sociales al vincularlo con la técnica, con lo cual radiografió su compromiso con la sociedad de su tiempo al suscribir como principio rector de muchos de sus trabajos su convicción de servicio.
Los productos de sus pesquisas científicas y aportes técnicos se pueden resumir en: desenvolver procedimientos metodológicos de la nueva ciencia y la filosofía moderna para investigar la naturaleza; descubrir el origen de la laca; inventar el obturador automático flotante y el jabón de aceite de coco; construir pararrayos; proyectar un farol hexagonal para lograr mayor iluminación urbana; recomendar trabajos de ingeniería para superar las dificultades de navegación de la laguna de Chalco, etcétera.
Su labor periodística tuvo resonancias, e incluso permite identificarlo como padre de la divulgación científica y técnica en las colonias iberoamericanas, al recoger y promover las inquietudes de los intelectuales prohijadas por la ilustración europea y americana. De ahí que las publicaciones que editó pueden apreciarse como fuentes imprescindibles de los historiadores para comprender la cultura de su época.
Publicó, con sus propios recursos, los periódicos Diario literario de México (1768), Asuntos varios sobre ciencias y artes (1772-1773), Observaciones sobre física, historia natural y artes útiles (1787-1788), y Gaceta de literatura de México (1788-1795). Además colaboró en la Gaceta de México (1784-1797).
Por sus trascendentes labores científicas y periodísticas tuvo reconocimientos desde el siglo XVIII, como lo corroboran las membresías que le otorgaron la Academia de Ciencias de París, la Sociedad Económica Vascongada de los Amigos del País y el Jardín Botánico de Madrid.
En el siglo XIX, la importancia de su actividad periodística quedó consignada con la redición de su Gaceta de literatura de México en 1831, en Puebla de los Angeles, y entre 1893-1898 en la ciudad de México; y sus aportes científicos con la fundación, en 1884, de la Sociedad Científica Antonio de Alzate, la principal asociación académica del país a fines de esa centuria.
Respecto al siglo XX, hay que señalar la permanencia de su nombre al ser transformada la SCAA en la Academia Nacional de Ciencias Antonio Alzate, en 1930; la designación de escuelas, calles, colonias, plazas, presas, etcétera. Ciertamente, la propia academia suprimió su nombre, y su nueva denominación, Academia Mexicana de Ciencias, lo soslayó.
Vale la pena recordar a José Antonio Alzate y Ramírez, en el bicentenario de su fallecimiento, como un científico y periodista que coadyuvó a propalar la independencia mental mediante la práctica moderna de la ciencia y su divulgación. (Alberto Saladino García)