n Instó Juan Pablo Arroyo a liberar compromisos y evitar mayores recortes al gasto público
Estallará la crisis de fin de sexenio si no se renegocia la deuda
Roberto González Amador n El gobierno mexicano debe buscar una renegociación total de la deuda pública, interna y externa, debido a que la limitada capacidad de pago derivada de la caída de ingresos petroleros ha ''creado las condiciones'' para que estalle una crisis de fin de sexenio, afirmó Juan Pablo Arroyo, presidente del Colegio Nacional de Economistas (CNE).
''Si el Fondo Monetario Internacional y otros acreedores de México no propician la renegociación de los vencimientos de la deuda pública mexicana para 1999 y el 2000 estarían creadas las condiciones para que estallara una nueva crisis económica al final de la administración'', sostuvo Arroyo en una conferencia de prensa.
El sábado pasado el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, anunció en Davos, Suiza, que el gobierno mexicano pretendía obtener nuevos préstamos para refinanciar los vencimientos de deuda externa para 1999 y el 2000, que ascienden a unos 13 mil millones de dólares. De esa cantidad, los vencimientos con el FMI alcanzan casi 6 mil millones de dólares, de acuerdo con información oficial.
Juan Pablo Arroyo comentó ayer que una renegociación de la deuda interna y externa mexicana permitiría una menor presión a las finanzas públicas, que en 1998 se vieron afectadas por la caída en los precios del petróleo, una situación que significó perder recursos por 5 mil 300 millones de dólares, de acuerdo con el Banco de México.
El 34 por ciento de los ingresos fiscales del gobierno provienen de la renta petrolera. La caída en la cotización de los hidrocarburos obligó al sector público a realizar tres recortes al gasto público en 1998 por cerca de 30 mil millones de pesos.
''La única salida que hay para evitar una crisis es la renegociación de la deuda pública mexicana, lo que permitiría liberar compromisos y evitar mayores recortes'', señaló el presidente del Colegio Nacional de Economistas.
''Si el Fondo Monetario Internacional no propicia una renegociación de la deuda mexicana, estarían puestas las condiciones para el estallamiento de otra crisis de fin de sexenio'', agregó.
Juan Pablo Arroyo aseguró que ''para todo el mundo'' está claro que las condiciones para obtener financiamiento en el exterior para canalizarlo a proyectos productivos han sido severamente limitadas por la crisis financiera mundial.
Por ello, indicó, el gobierno debe establecer con claridad cuántos recursos puede destinar en el corto y largo plazo para el pago de la deuda externa y no contraer más compromisos crediticios que no puedan ser sustentados en la actividad productiva.
Afirmó que el gobierno tendrá más fuerza para negociar con sus acreedores en la medida en que sea más fuerte el mercado interno, un sector debilitado en los últimos años. ''Si el país tiene un mercado interno débil, entonces será más vulnerable a los choques externos'', apuntó.