Marco Rascón
Lo que nos sobra y lo que nos falta

Es el tiempo en que deberíamos guiarnos por el pesimismo de la razón y subordinar al optimismo de la voluntad; es decir, ser claros con nosotros mismos, para ser claros ante el pueblo mexicano. Es tiempo hoy de hablar con verdad sobre nuestros errores, para levantar la credibilidad en lo que decimos y hacemos, ante la nación rota y la Constitución violada y entregada. Tiene que ser así, porque en la otra orilla, velan las armas de siempre contra el cambio pacífico de los mexicanos. Porque la tarea no sólo es organizar a nuestros parciales y convencidos, sino fundamentalmente neutralizar a quienes conspiran contra la transformación de México y un nuevo rumbo.

Para ganar y cambiar verdaderamente, apuntemos cada quien en reflexión, lo que nos sobra y lo que nos falta, o decirlo como Ramón López Velarde a la Suave Patria'' ``Yo que sólo canté de la exquisita/ partitura del íntimo decoro, alzo la voz a la mitad del foro, a la manera del tenor que imita/ la gutural modulación del bajo, para cortar a la epopeya un gajo''. ¿Qué nos sobra y qué nos falta en el PRD, si creemos verdaderamente en conducir el cambio y el 2000 no se vuelve un lugar común y triunfalista?

Nos sobra autocomplacencia para los errores. Nos falta vigilancia de nuestros actos.

Nos falta vida colectiva. Nos sobra individualismo.

Nos sobran historias de luchas, nos faltan unirlas y hacerlas una sola.

Nos falta previsión. Nos sobra ingenuidad.

Nos sobran aliados políticos. Nos faltan alianzas sociales.

Nos sobra fe, nos falta contenido a la política.

Nos faltan legisladores. Nos sobran gestores.

Nos sobra asistencialismo y filantropía. Nos falta una política social.

Nos faltan movimientos de clase. Nos sobran ONG.

Nos sobra corporativismo. Nos faltan organizaciones en lucha.

Nos falta teoría. Nos sobran corrientes pragmáticas

Nos sobra burocracia. Nos falta democracia interna.

Nos faltan llaves. Nos sobran candados (como el sistema de elección por planillas).

Nos sobran partidos dentro del partido. Nos falta unidad programática.

Nos falta una política hacia los campesinos. Nos sobra gestión de camionetas chuecas.

Nos sobran buenos propósitos de campaña. Nos falta una organización electoral eficiente.

Nos falta participación de la militancia. Nos sobran padrones de afiliados hechos con dádivas.

Nos sobra cultura priísta. Nos falta cultura democrática.

Nos falta precisión política. Nos sobran lugares comunes contra el neolibera- lismo.

Nos sobran dificultades y retos. Nos falta disposición para afrontarlos abiertamente.

Nos falta autocrítica. Nos sobra condescendencia.

Nos sobran pactos de cúpula. Nos falta respeto a la legalidad y los estatutos.

Nos faltan dirigentes políticos. Nos sobran operadores.

Nos sobran burócratas indispensables. Nos faltan cuadros militantes.

Nos falta unidad por convicciones. Nos sobra sistema de lealtades por intereses.

Nos sobra indiferencia. Nos falta compañerismo y solidaridad.

Nos falta memoria. Nos sobran olvidos.

Nos sobra nómina. Nos falta partido.

Nos falta saber reconocer méritos de compañeros. Nos sobra planilla única.

Nos sobran candidatos declinadores. Nos falta libertad para elegir libremente a los dirigentes y candidatos.

Nos falta generosidad. Nos sobran actitudes mezquinas.

Nos sobran ``nadadores de muertito''. Nos faltan defensores de ideas.

Nos faltan dirigentes que asuman la responsabilidad de sus actos. Nos sobran quienes se esconden en la de otros.

Nos sobran intentos de alianzas con oligarcas. Nos falta creer en la gente.

Nos falta audacia para luchar. Nos sobra audacia para pactar.

Nos sobra dureza en la lucha interna. Nos falta dureza en la lucha externa.

Nos falta tolerancia a la crítica interna. Nos sobra condescendencia con la maniobra externa.

Nos sobra envidia. Nos falta reconocer las aportaciones de otros.

Nos falta unir el talento nacional progresista. Nos sobra una nueva clase política, imitadora de la vieja clase política.

Nos faltan medios propios de comunicación y propaganda. Nos sobran expectativas de que habrá imparcialidad en los medios.

Nos sobra mucha soberbia. Nos falta reconocer que estamos a la mitad y pueden revertir el proceso.

Nos falta trabajo teórico, político, organizativo y programático. Nos sobra el triunfalismo.

Nos sobran buenos propósitos. Nos falta más intransigencia con la corrupción.

Nos falta intransigencia en la defensa de la legalidad interna. Nos sobra benevolencia en aras de la unidad.

Nos sobra imaginación para maniobras internas. Nos falta imaginación para la lucha externa.

Nos falta reconocer que si hay izquierda, también hay derecha y que esta se prepara todos los días contra el cambio democrático.

Nos falta tener presentes a los compañeros que han perdido la vida por el PRD y por la transformación democrática de México. Por ellos, es necesario quitar lo que nos sobra y alcanzar lo que nos falta.