La Jornada Semanal, 7 de febrero de 1999
Cómo estarás riéndote ahora
Cómo estarás riéndote ahora de todo lo que digo
Aquí dos hombres encienden al mismo tiempo dos cigarros
Aquí dos hombres encienden al mismo tiempo dos cigarros.
Viene la calma cerrando tus notarías y despachos,
Te arrancas de ahí y te arrancan de mí,
con tu dentadura postiza
y tu
relegada blusa de fascista
y tu también relegada hoz y
martillo
y todas, todas tus hojas relegadas
niño desencantado
que buscaba y buscaba y buscó y nunca nada encontró.
porque así
fuiste,
porque de tu amor sólo quedó la risa sarna y la risa
piedra
y la risa muñón y la risa escéptica
ante el niño que tú
antes que nadie
viejo mundo, viejo calzón, vieja
desesperanza
supiste no tenía salvación.
Cómo estarás riendo
ahora que te pregunto.
y yo esta
noche me acostaré con Blanca Idalia -amiga ocasional,
esparadrapo
del terror, venda de la angustia.
Todo es verdad, todo es
verdad,
es verdad que te amo y que te odio y que me amo
como al
anzuelo que desgarra mi paladar.
No hay mentira posible,
no hay
muerte, no botamos la vida en parte alguna.
Cara o
cruz: ¿quién eres el muerto?
Alguien esta noche se acuesta con
Blanca Idalia.
lacrando para
siempre nunca más tus sucias notas que de nada sirvieron.
Viene la
calma.
Quiero llamar a tu casa, saber cómo va la descomposición de
tu cuerpo,
cómo tercamente quieres sembrar un último olor
y una
última manada de gusanos en tu lecho.
Sobres vacíos, una jarra
también vacía y tú, chico inconsciente tirando en la cama
babeando
tus últimas palabras, coloso de la ebriedad,
cuenco de las infamias
de todo, todo tu mundo al que maldices con morirte.
Quiero llamar a
tu casa y el teléfono no quiere, se detiene,
me reta como tú me
habrías retado.
raíz podrida, tallo.
No
quiero que te mueras, no lo quiero.
Si a ti te llevan se están
levando mi cuerpo,
me están enterrando por enterrarte.
Pero
sobre tu muerte y mi muerte
quedo extraño.
Choco con el morbo de
tu gente.
¿De dónde te sabe tanta gente? ¿Cómo te reconocen
ahora
si yo mismo ya no te conozco?
Ahora me encierro y trato de
no salvarte
y trato de no salvarte y de salvarte. Me echaré a
dormir.