n Definirá su estrategia el 11 de febrero, en asamblea general
Combatirá "con todo" el intento de
privatización, advierte el SME
n Desde 1998 Luis Téllez trató de convencer al gremio de las "bondades" de la modificación
Fabiola Martínez/II y última n El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), organización surgida al calor de la Revolución Mexicana y de tradición solidaria con las luchas sociales, se alista "para enfrentar con todo" el intento de privatización de la industria eléctrica y defender la integridad del contrato colectivo de los 45 mil electricistas que atienden la zona centro del país.
Ese documento, creado en el año 1936 con 107 cláusulas, es calificado por líderes sindicales y abogados laborales como "vanguardista", porque desde entonces estableció derechos, prerrogativas y beneficios económicos para este gremio, cuyo sustento es aún vigente.
"El SME representa una fuerza importante unificadora del movimiento obrero y, desde su creación en 1914, ha sido activo solidario de las luchas del pueblo, sindicales, sociales y populares", destacó Oscar Alzaga, presidente de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos.
Ante la eventual reforma constitucional con la que se permitiría la entrada de capital privado en la industria eléctrica y la posible división de Luz y Fuerza del Centro en varias empresas regionales, dirigentes del SME señalaron que desde el año pasado el secretario de Energía, Luis Téllez, los trató de convencer "hasta el cansancio de las supuestas bondades de esta modificación".
En los más recientes foros de análisis del sector eléctrico --uno de éstos denominado "Desafíos y opciones para el sector eléctrico mexicano"--, el funcionario se pronunció por la apertura a la iniciativa privada, "aunque aseguró que ello no significaba privatización, sino una alternativa para el crecimiento".
Sin embargo --agregan los representantes del SME, integrantes del Comité Ejecutivo y comisiones mixtas--, al igual que en otros momentos difíciles para nuestro sindicato, "sabemos que estamos en alerta roja, pero también dispuestos a fortalecer los derechos de los trabajadores".
Para ello, el próximo jueves 11 de febrero los electricistas decidirán en asamblea general extraordinaria la estrategia de lucha y de defensa de la industria y su contrato porque, expresan, "para los neoliberales, profesionales del marketing, no ha sido suficiente todo lo que se ha ofrecido al capital privado".
Por lo pronto, centrales obreras y sociales como la Coordinadora Intersindical Primero de Mayo y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) proponen firmar con el SME "un pacto de solidaridad y apoyo mutuo", lo que representaría --señala Agustín Rodríguez, líder de los trabajadores de la UNAM-- una oportunidad para unificar al movimiento obrero independiente y exigir al gobierno una discusión amplia entre la población respecto a este tema.
"Revisamos la iniciativa del Ejecutivo (para modificar los artículos 27 y 28 constitucionales) y consideramos que es un gran error del presidente Ernesto Zedillo, porque lo que está en juego es el patrimonio del país. Lo que se quiere hacer con esa industria es el 'último cierre de la pinza' para acabar con los electricistas", señaló Agustín Rodríguez, también presidente colegiado de la UNT.
Cada año, expresan los dirigentes consultados, el Sindicato Mexicano de Electricistas representa "una especie de piedra en el camino" para los proyectos privatizadores del sector eléctrico.
En esta ocasión, tras la iniciativa de reforma constitucional, esta organización solicita un incremento directo al salario de 46.5 por ciento para los 34 mil 231 trabajadores en activo y 13 mil jubilados (incluidos los sindicalizados y de confianza). El porcentaje se aprobó en asamblea general con base en estudios económicos que dan cuenta de la pérdida de poder adquisitivo de 1995 a la fecha.
El promedio salarial de los electricistas del centro del país es de 106 pesos diarios, esto es, tres veces el salario mínimo vigente; la gran base trabajadora, constituida por unos 26 mil empleados, tiene ingresos desde 41 hasta 148 pesos pesos diarios.
Uziel Lecona y Guillermo Herrera, integrantes de la comisión económica del SME, señalan que el costo total de nómina para la empresa Luz y Fuerza equivale a 15 por ciento de las erogaciones totales. Sin embargo --aclararon-- el costo laboral, respecto a los ingresos por comercialización de energía eléctrica, es una proporción inferior a 7 por ciento ,"aunque la empresa quiere endosar sus pérdidas acumuladas a los costos laborales, sin contabilizar para ello los salarios excesivos y 'confidenciales' de 656 trabajadores de confianza, incluyendo puestos medios y superiores".
Los trabajadores del SME aseguran que a pesar de la escasez de material y herramientas para realizar sus funciones, el nivel de productividad ha aumentado. Así, explica Ramón Aceves, de la comisión de Productividad, desde 1994 se fijaron 56 indicadores y --de una base de 100-- en 1995 obtuvieron 89.1 en productividad; en 1997 fue de 94.28, y el año pasado alcanzaron 94.85 puntos. "Sin embargo, desde 1994 la empresa no cuenta con una estrategia de largo plazo para mejorar la operación de la empresa".
A ello se agrega el cambio de cuatro directores de LFC desde el año referido, lo que representa irregularidades administrativas y fallas en el programa de adquisiciones que redunda en la constante falta de materiales para trabajar con mayor rapidez y eficiencia.
"Para la empresa, los trabajadores somos 'muy caros' y justifica su falta de proyecto en las acciones del sindicato; pero en principio Ƒpor qué no atiende su anarquía administrativa y su falta de estrategia a largo plazo?", se preguntó Aceves.