n Amenazas de muerte y rasuramiento del padrón
Prácticas caciquiles del PRI para controlar a los votantes
Hugo Pacheco, corresponsal, y Juan Manuel Venegas, enviado, Chilpancingo, Gro., 7 de febrero n La jornada para que los guerrerenses eligieran gobernador no estuvo exenta de intentonas priístas de controlar el flujo de votantes, que podría alcanzar hasta 60 por ciento de participación, de un millón 616 mil 52 ciudadanos.
Fue un día en que las prácticas del priísmo caciquil se hicieron notar; amenazas de muerte, compra de votos, acarreos, denuncias por rasuramiento del padrón y presión a los votantes fueron denuncias recogidas por este diario en un recorrido por algunos municipios cercanos a Chilpancingo.
En Zitlala, municipio de la región de La Montaña baja, el diputado local priísta Jerónimo Vázquez Virgilio y una funcionaria municipal, Cleofas Tecolopa, amenazaron de muerte al dirigente perredista Miguel Martínez Hernández, porque fueron sorprendidos en un desayuno con los habitantes de Tlaltepanapa, en donde distribuyeron cemento, cal y cien pesos por persona para que votaran por Juárez Cisneros.
En Las Lomas, del mismo municipio, un sujeto que se hizo pasar como presidente de casilla --se negó a dar su nombre-- amenazó de muerte al representante de casilla del PRD: "Vas a ver, te vamos a chingar si te presentas". Sin embargo, cuando llegaron los representantes generales del PRD, el sujeto cambió su actitud, permitiéndole estar presente, no sin antes reiterarle la amenaza: "švas a ver, cabrón!".
En Quechultenango, la presidenta del PRI municipal, Eduarda Ramírez Astudilo, junto con Nicandro Silva, amagó con una pistola al perredista Napoleón Silva García, quien trató de impedir que entregara despensas, trastes de cocina y dinero.
En Chilapa, Tixtla, Eduardo Neri, Leonardo Bravo, Mochitlán, Zitlala, Quechultenango y Chilpancingo, los electores se quejaron de que la tinta no era indeleble pues se disolvía con el agua.
En algunas casillas de estos municipios se reportó que el número de boletas era mayor al de electores inscritos en la lista nominal; en otras, que las boletas habían sido cambiadas y no correspondían a la casilla, de acuerdo con el folio.
También hubo quienes, a pesar de tener credencial de elector, no fueron localizados en la lista de su sección y los enviaron a las casillas especiales, provocando que a las 14:00 horas fuera cerrada la votación.
Así ocurrió con la madre de Salgado Macedonio, doña Aurora Macedonio, quien recorrió varias casillas en Ciudad Altamirano hasta que le permitieron votar en una casilla especial. Otro caso fue el del magistrado del Tribunal Electoral del Estado (TEE), Javier Vázquez García, quien no apareció en la lista nominal y votó en una especial en el zócalo de Chilpancingo.
n Acapulco
Recurre el tricolor a la compra de votos y al acarreo
Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 7 de febrero n Las maniobras de los priístas para aumentar los votos para su candidato, René Juárez Cisneros --que se reportaron en las primeras horas de la jornada electoral en Acapulco--, no fueron determinantes en el resultado final. A la media noche, en este puerto los cómputos favorecían con mucho al candidato de la coalición PRD-PRT y PT, Félix Salgado Macedonio.
Aquí votó el gobernador con licencia Rubén Figueroa Alcocer, quien tuvo que buscar una casilla especial para los electores en tránsito porque su nombre no apareció en la sección a la que pertenece. En entrevista con reporteros, comentó la conversación entre el presidente Ernesto Zedillo y el gobernador perredista de Zacatecas, Ricardo Monreal, el pasado 5 de febrero, acerca de las elecciones en Guerrero. Figueroa dijo que el Presidente aceptó la propuesta de tener una relación de respeto con el nuevo gobierno de Guerrero si gana Félix Salgado, pero, agregó: "ahora esperamos que el PRD respete el triunfo del PRI".
En la mañana, la denuncia recurrente del PRD fue el acarreo de electores. El representante del PRD en el distrito 18, Wilfrano Salgado, señaló que en la casilla especial de Puerto Marqués no se permitía votar a ciudadanos identificados con el PRD, y se daba preferencia a los policías motorizados, que tienen su cuartel en esa área, y a funcionarios del ayuntamiento, como Oscar Rangel, y a líderes locales del PRI, que llevaban a un grupo de votantes en el autobús urbano número 294.
En Coyuca de Benítez se dieron muy temprano las primeras denuncias de maniobras atribuidas a priístas.
Representantes del PRD informaron que priístas estaban pagando dinero en efectivo --presuntamente 100 pesos por persona-- a ciudadanos de Aguas Blancas para que votaran en su casilla, y después, en una camioneta, los llevaron a votar a la especial de Coyuca de Benítez, en la que finalmente el resultado fue favorable al PRD, con 181 contra 119 del PRI.