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Promoción de autos eléctricos
Según el Programa para Mejorar la Calidad del Aire en el Valle de México 1995-2000, de 4 millones 9 mil 629 toneladas de contaminantes, 75 por ciento fueron emitidas por el transporte, 13 por la industria y los servicios y 12 por el suelo. Dentro de la cifra atribuida al transporte, 44.5 por ciento de las emisiones provienen de los autos particulares, 22.3 de los taxis, 16.4 de las rutas de transporte colectivo, 11.2 del de carga y 5.6 de otras fuentes.
De acuerdo con el estudio Daños a la salud por la contaminación del aire en la ciudad de México: una propuesta para promover el auto eléctrico, elaborado por investigadores del Instituto de Biología de la Facultad de Medicina, el centro de Ciencias de la Atmósfera (ambos de la UNAM) y el Instituto Mexicano del Seguro Social, si se convirtieran todos los automóviles particulares y taxis en autos eléctricos con cero emisión, se lograría la eliminación de 50 por ciento del total de emisiones contaminantes.
La propuesta consiste en que todos los que adquieran un vehículo nuevo de gasolina paguen un impuesto, con el cual se aporte un subsidio para todos los compradores de autos eléctricos.
Mediante ecuaciones y fórmulas, los autores del estudio sugieren encontrar la forma de que el precio de un automóvil eléctrico sea inferior al de uno de gasolina, sin que el impuesto por éste sea inaceptablemente alto.
Los vehículos eléctricos tienen precios altos; sin embargo, los autores proponen que si el gobierno implanta dicha propuesta, la fabricación en serie y la demanda abaratarían los costos de producción.
La Comisión Metropolitana para la Prevención y el Control de la Contaminación en el Valle de México calcula que en condiciones de contingencia atmosférica (más de 250 puntos del Imeca) hay un incremento de 522 mil personas con síntomas respiratorios, y de éstas, 130 mil buscan atención médica, con un costo total de unos 70 millones de pesos.
Los costos por la contaminación del aire son altos, y las personas estarían dispuestas a pagar para asegurar la presencia del aire limpio. (Mirna Servín)