n Compraventa de leche y fastuosas reuniones


Dublín, centro de operaciones de Raúl Salinas en el sexenio pasado

David Aponte n Dublín fue el punto de reunión de Raúl Salinas de Gortari para atender asuntos de familia, de diversión y grandes negocios. Durante el sexenio pasado, el hermano mayor del ex presidente de México utilizó la capital irlandesa para realizar fastuosas fiestas y cerrar grandes operaciones de compraventa de leche en polvo.

Obviamente, el mayor de los hermanos Salinas de Gortari fijó las reglas del juego. Del total de las adquisiciones de Liconsa, filial de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), a la Irish Dairy Board, diez por ciento iba a dar a una cuenta abierta en algún banco de Irlanda. El fondo estaba a nombre de alguno de los alias de Raúl Salinas.

Hasta ahora se han descubierto 289 cuentas bancarias que el autor intelectual del homicidio de José Francisco Ruiz Massieu tiene en México y en otros países. Sin embargo, la Procuraduría General de la República (PGR) no ha investigado o no ha dado a conocer a la opinión pública el manejo del fondo bancario abierto en Dublín, según datos recabados por La Jornada.

Investigadores mexicanos y suizos detectaron una intrincada red de cuentas bancarias de Raúl Salinas de Gortari, sus alias o terceras personas en México, Suiza, Estados Unidos, Francia, Alemania y Gran Bretaña. El hermano mayor del ex mandatario desarrolló una ingeniería financiera que le permitía enviar sus fondos desde instituciones financieras mexicanas a bancos del exterior, principalmente hacia Estados Unidos, Europa y el Caribe.

Millones de pesos y de dólares se transfirieron desde las oficinas del Citibank en la ciudad de México hacia diversas instituciones bancarias del extranjero, y a través de bancos privatizados en el sexenio salinista.

La PGR ubicó 140 cuentas en México y en otros seis países, las cuales están vinculadas a operaciones financieras. Los depósitos descubiertos hasta finales de 1998 ascendían a 946 millones de pesos y más de 250 millones de dólares. Sin embargo, los investigadores suizos calcularon los movimientos de Raúl en más de 450 millones de dólares.

Las autoridades mexicanas también encontraron al menos ocho empresas y 144 bienes inmuebles, desde departamentos y terrenos hasta casas y ranchos en territorio mexicano y en el extranjero.

Como parte de las indagatorias del caso Conasupo, legisladores de oposición descubrieron en mayo de 1997 cuentas bancarias y transferencias hechas por Raúl Salinas de Gortari desde Suiza a fondos en el Laredo National of Shares y la apertura de la cuenta 21000089 en el Citibank de Nueva York a nombre de Paulina Castañón. Otras más en Ginebra, Suiza, estaban a disposición de Margarita Nava S., con dirección en Hamburgo.

Los investigadores mexicanos y suizos rastrearon los movimientos bancarios del hermano mayor del ex presidente en Estados Unidos, Gran Bretaña, Holanda, Bélgica y Francia. Pero no profundizaron en los negocios ni en las transacciones bancarias efectuadas en Irlanda.

A principios de los años noventa, Raúl Salinas de Gortari encontró en Dublín --donde el ex mandatario reside desde principios de 1996-- un negocio que le produjo enormes ganancias y le permitió sumar otra cuenta bancaria a su intrincada red financiera, según datos recabados por este diario.

Desde finales de los años ochenta, el gobierno de México adquiría a la Irish Dairy Board grandes volúmenes de leche en polvo. No obstante, con Raúl Salinas de Gortari en Liconsa las autoridades mexicanas se convirtieron en las primeras compradoras del lácteo irlandés a nivel internacional: cada año compraban más de 2 mil toneladas. El hermano incómodo guardaba para sí diez por ciento de las operaciones en una cuenta bancaria en Dublín.

Los lazos comerciales eran tan sólidos que los representantes de las empresas lecheras irlandesas viajaban con frecuencia a las oficinas de Raúl Salinas de Gortari en el Distrito Federal. Uno de los vendedores realizó 90 viajes Dublín-México entre 1988 y 1992.

En este contexto de buenas relaciones económicas, los empresarios de la industria lechera de Irlanda se dieron el lujo de enseñar español a sus agentes para cerrar las negociaciones de compraventa del producto con el ''hermano del Presidente'' y con los empleados de éste.

Raúl Salinas no sólo estableció en Dublín un centro de negocios y de operaciones financieras; también ocupó sus hoteles e instalaciones ecuestres para realizar competencias y fiestas para sus amigos y políticos de la administración pasada.

Con frecuencia llamaba a la embajada de México en Dublín, abierta apenas el 26 de junio de 1991, para solicitar a los representantes diplomáticos que hicieran los arreglos necesarios en hoteles y lugares de descanso. Hubo ocasiones en que rentó pisos enteros para él y sus amigos: toda la infraestructura de la diplomacia mexicana para cumplir los caprichos del hermano mayor del entonces Ejecutivo.

A las fiestas llegaban políticos allegados al clan Salinas y, por supuesto, los hijos de sus amigos. Con sus influencias políticas y económicas, los allegados a la familia presidencial llegaron a cerrar el hipódromo de Dublín para celebrar reuniones importantes y algunas graduaciones escolares de sus vástagos.

De esa forma, Raúl Salinas de Gortari comenzó a construir en la capital irlandesa el cónclave de algunas de sus operaciones financieras y reuniones familiares y de amigos, antes de que su hermano Carlos decidiera instalar su residencia en Dublín.

Hasta ahora, la PGR no ha abierto una línea de investigación sobre los negocios de la leche realizados en Irlanda.