n Advierten estudiantes que se movilizarán contra esa decisión
Alza de cuotas de la UNAM a partir
de agosto próximo, anuncia Barnés
n La propuesta de incremento tiene la anuencia de Zedillo y de Cárdenas, señala Malo Alvarez
María Esther Ibarra n A partir de agosto próximo, las cuotas anuales de inscripción de la UNAM se incrementarán a mil 360 pesos para el bachillerato y en dos mil 40 para la licenciatura, anunció el rector Francisco Barnés de Castro, quien ayer mismo envió al Consejo Universitario su propuesta para modificar el Reglamento General de Pagos, en el cual también se plantea aumentar el costo de otros servicios educativos.
Al mismo tiempo hizo un llamado al gobierno y al Congreso de la Unión para que destinen más recursos a la educación superior y al subsidio de la máxima casa de estudios, por lo que --enfatizó-- las colegiaturas de los futuros alumnos de ninguna manera cancelan o sustituyen la responsabilidad del gobierno federal de continuar subsidiando a la UNAM ni la privatizan.
El secretario de Planeación de la UNAM, Salvador Malo Alvarez, aseguró que la propuesta --que significa un alza de cerca de un millón por ciento frente a las cuotas de 15 y 20 centavos vigentes-- tiene la anuencia del Presidente de la República y el visto bueno del jefe de gobierno capitalino, Cuauhtémoc Cárdenas.
"Nunca se ha cuestionado la constitucionalidad de las cuotas que la universidad siempre ha cobrado. Lo único que ha estado a debate ha sido la pertinencia de sus actualización", argumentó Barnés de Castro al presentar previamente el documento "Universidad responsable, sociedad solidaria" ante los integrantes de la Junta de Gobierno, el Patronato Universitario, el Colegio de Directores y demás funcionarios. Al acto no fueron convocados los consejeros universitarios.
Al conocer la iniciativa del rector, la reacción estudiantil no se hizo esperar. La Red de Estudiantes Universitarios criticó que la presentara ante la "burocracia" universitaria y no ante la comunidad de la UNAM.
"Esto evidencia su propósito de privatizar a la universidad, con lo cual violenta el carácter público y gratuito de la educación y cancela el derecho de acceder a ella a miles de jóvenes", manifestaron los integrantes de ese organismo estudiantil, José Luis Cruz, consejero universitario de la Facultad de Ingeniería, y Bolívar Huerta. Anunciaron que a partir de hoy convocarán a la comunidad y a la sociedad para echar abajo la propuesta del rector Barnés.
En la sala de sesiones del Consejo Universitario, Barnés de Castro leyó su documento de diez cuartillas, en el cual aclaró que los recursos que se obtengan por las cuotas no se dedicarán a la "caja chica de los directores de las escuelas, facultades e institutos", sino a mejorar íntegramente la formación de los estudiantes y mejorar los servicios educativos que la institución les puede brindar.
Especificó que el monto que se estima recabar en el mediano plazo equivale a los recursos que actualmente se dedican --en el conjunto de facultades y escuelas-- al apoyo de los programas docentes, una vez descontados los sueldos y los salarios del personal académico y administrativo y los gastos generales de la institución.
La cuota actual --recriminó Barnés de Castro-- no se ha incrementado desde hace 50 años y representa un subsidio injusto e indiscriminado para los alumnos que pueden contribuir al sostenimiento de la universidad. "Las familias con capacidad de sufragar la preparación universitaria de sus hijos han quedado hasta ahora prácticamente exentas de hacerlo, porque otros, mediante sus impuestos, lo han hecho por ellas", subrayó.
La reforma al Reglamento de Pagos, consistente en cinco puntos, establece que las nuevas colegiaturas se aplicarán a los alumnos que ingresen a la UNAM a partir del próximo agosto de 1999, y no serán retroactivas para los que actualmente estén inscritos, por lo que continuarán pagando las vigentes hasta que concluyan sus estudios profesionales.
Los alumnos de nuevo ingreso cuyos recursos familiares sean menores a cuatro salarios mínimos, que equivalen a 4 mil pesos, con sólo solicitarlo quedarán exentos de su pago, y cuando por causa justificada no puedan pagar podrán hacerlo al término de sus estudios.
En la iniciativa también se propone aumentar el pago de los exámenes extraordinarios a un día de salario mínimo y el de titulación a 40 días. En el caso de los estudios de posgrado y de los Sistemas de Universidad Abierta, las cuotas serán propuestas por el secretario general de la UNAM, previa consulta con los titulares de las dependencias académicas. Los pagos por estos conceptos en ningún caso serán menores a los de los estudios profesionales.
En su artículo cuarto --el nuevo reglamento contiene 16-- se señala que las cuotas por concepto de inscripción a "quienes pretendan ingresar" en cualquiera de los ciclos de estudios de bachillerato, técnico y de licenciatura, se cobrarán al inicio de cada año escolar y al inicio del segundo semestre del mismo. De tal suerte que para los dos primeros niveles será de 680 pesos cada seis meses y mil 20 para el tercer nivel.
Barnés de Castro hizo también un exhorto a los egresados y alumnos actualmente inscritos a hacer aportaciones voluntarias de 3 mil pesos anuales, que implican --dijo-- tan sólo 2 por ciento del costo actual de cinco años de sus estudios profesionales. También afirmó que están obligadas moralmente a ayudar económicamente a la UNAM las empresas y todos los que se han beneficiado o se benefician ahora de la labor educativa y cultural de la máxima casa de estudios.
El rector fue enfático en señalar que la reforma al Reglamento de Pagos actualiza los montos vigentes de cuotas de inscripción y colegiaturas, y restituye el valor que tenían cuando fueron modificadas por última vez. Informó que ésta será enviada a cada uno de los consejeros técnicos de la Universidad, para que los cuerpos colegiados y la comunidad de la UNAM en general la conozcan y puedan hacer llegar al Consejo Universitario sus opiniones, que serán tomadas en cuenta por las comisiones que emitirán su dictamen antes de presentarla al pleno de los consejeros universitarios.
Al término de la lectura hecha por Barnés de Castro, el cuerpo directivo y demás funcionarios universitarios le otorgaron de pie un prolongado aplauso.