n Exhorta al SME y otras agrupaciones a reconsiderar su oposición


Si se abre el sector eléctrico, la IP exige evitar sobresaltos sexenales

n Los trabajadores tienen todo el derecho a defender sus conquistas, afirmó Gerardo Aranda

Antonio Vázquez n El proceso de apertura para que la iniciativa privada invierta en el sector eléctrico deberá incluir reglas claras que alienten la inversión y otorguen seguridad jurídica al capital nacional y extranjero, pero si el gobierno sólo busca allegarse recursos en momentos de dificultad económica, a la larga será la sociedad la que pague las consecuencias de adoptar medidas coyunturales o temporales.

Las dirigencias del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), demandaron al gobierno recordar que en el pasado, a causa de ''indefiniciones técnicas'' y de falsas concepciones de nacionalidad, patriotismo y soberanía, las inversiones se alejaron.

Ante esta situación, añadieron, es importante evitar que posturas sexenales, personales o partidistas, conviertan nuevamente al país en rehén, condenándolo al atraso tecnológico y ahuyentando inversiones que, guste o no, son la única opción para asegurar que la generación y distribución de energía eléctrica llegue a un mayor número de mexicanos a precios más accesibles.

En relación con la postura asumida por el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y otras agrupaciones laborales que rechazaron la reprivatización, la cúpula patronal los exhortó a reconsiderar su postura. ''No se trata de regresar a los días de la Mexican Ligth and Power o de la American Ligth and Power Co. Los trabajadores tienen todo el derecho de defender sus conquistas y su situación laboral'', dijo el presidente de Coparmex, Gerardo Aranda.

Sin embargo, destacó que en este proceso es importante evitar que el dogma o la intransigencia se impongan a la racionalidad económica y a la impostergable necesidad tecnológica que tiene el país para modernizar los servicios que ofrece en el sector eléctrico.

Vicente Yáñez, dirigente de la Canacintra, se sumó a la postura de Coparmex y aunque no personalizó la dedicatoria de su mensaje, advirtió que no se puede dejar que el sector eléctrico nacional se oriente hacia la fractura por defender posturas personales, partidistas o sindicales. ''Hablamos de la sobrevivencia de un sector definitivo y definitorio en el desarrollo futuro de México''.

Si hoy se anuncia la apertura del sector a la iniciativa privada, y mañana por presiones de cualquier índole se decide dar marcha atrás, ''corremos el riesgo de que a falta de inversiones el suministro y la distribución de energía eléctrica desalienten nuevas inversiones. Al iniciarse el proceso de licitación lo que debe vigilarse es que no vayamos a ofrecer el sector a precios chatarra. Que lo vendan en su costo real: ni muy caro ni a sobreprecios que desalienten la inversión''.

A su vez, el CCE señaló que al comparar la estructura de consumo de electricidad, durante el periodo de 1995 se observó que en el país la participación del sector industrial fue de 52.7 por ciento, mientras que la de los socios comerciales en el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLC) y el conjunto de países integrantes de la OCDE se ubicó entre 31 y 38 por ciento.

Lo anterior, comentó el máximo organismo patronal, fue el resultado de una política permanente de precios subsidiados que condujo al país a un excesivo consumo de este tipo de energía. Mientras en Estados Unidos y la OCDE durante 1996 el precio de electricidad para uso industrial fue 4.6 y 7.4 centavos de dólar por kilowatt hora, en México fue de sólo 3.8 centavos de dólar.

Por si esto no fuera suficiente, agregó el organismo encabezado por Eduardo Bours, la deficiencia en la transmisión de energía eléctrica en México ha provocado que durante el transporte masivo del fluido se produzcan pérdidas cuantiosas, calculadas en la actualidad en 15 por ciento, mientras el estándar internacional se ubica en niveles inferiores a 10 por ciento.

 

Hay más. El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) sostiene que mientras en los países industrializados se observó una reducción en el indicador referente a la eficiencia operativa entre 1980 y 1994, en México, y a consecuencia de las bajas inversiones y mantenimiento de redes, el margen aumentó.

La cúpula empresarial coincidió al señalar que la iniciativa enviada por el presidente Ernesto Zedillo al Congreso de la Unión para abrir el sector eléctrico a la inversión privada, permitirá modernizar el sector para evitar que se convierta en un obstáculo para el crecimiento económico del país.

Permitir el ingreso de empresas privadas a la actividad de cogeneración, sin deterioro de las conquistas laborales, elevará la eficiencia energética de los combustibles en los sistemas de generación eléctrica. Como valor agregado, esta modalidad permitirá mediante el uso de tecnología de punta un importante ahorro en el consumo de combustibles no renovables y ayudará al desarrollo sustentable.