n Esperamos la desaparición de una medida que sólo beneficia a narcos: PGR


SRE: opaca la certificación el buen

entendimiento entre México y EU

n El tema, excluido de las pláticas entre Zedillo y Clinton y las reuniones entre sus comitivas

David Aponte y Rosa Elvira Vargas, enviados, y Luis A. Boffil, corresponsal, Mérida, Yuc., 14 de febrero n La persistencia del proceso de certificación antinarcóticos "opaca" el buen entendimiento de la cooperación entre México y Estados Unidos en materia de lucha contra las drogas. Las acciones unilaterales "son cada vez más cuestionadas por su inefectividad dentro de las propias sociedades donde se generan", expuso la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

En el mismo tenor, el procurador general de la República, Jorge Madrazo Cuéllar, aseguró que México no espera una calificación de Washington, sino la "desaparición" de una medida que sólo beneficia a los narcotraficantes.

Antes de la llegada del presidente Bill Clinton a territorio nacional, la oficina encargada de la política exterior del país cuestionó en forma severa el mecanismo unilateral de evaluación de las acciones contra el tráfico de estupefacientes.

El gobierno de México considera al mecanismo de la Casa Blanca contrario al derecho internacional y al espíritu de la Convención de Viena de 1988 sobre Tráfico Ilícito de Drogas y Sustancias Psicotrópicas, a pesar de tratarse de una legislación de carácter interno, indicó. "Además, dicho proceso tiende a minar la confianza y las bases de la cooperación bilateral en el combate al narcotráfico", agregó.

En un texto sobre el balance de las relaciones bilaterales, desglosó en siete puntos la posición mexicana frente a la certificación, a dos semanas de que el jefe del Ejecutivo de Estados Unidos divulgue los resultados de los 22 países que fueron sometidos a esa acción:

El gobierno mexicano rechaza el proceso por ser un acto unilateral y contrario al espíritu de cooperación internacional; combate por decisión propia a las drogas y en atención al peligro que el fenómeno representa para la seguridad nacional; mantiene su voluntad para combatir todas las manifestaciones del tráfico de manera permanente, con respeto a la soberanía de cada país y de conformidad con los compromisos internacionales; continúa sus trabajos orientados a mejorar la cooperación global, regional y bilateral, y fortalece sus políticas para una lucha integral y efectiva al narcotráfico, añadió.

A pesar de que la certificación no forma parte de la agenda de los presidentes Ernesto Zedillo y Bill Clinton, el tema está presente en el ánimo de las comitivas de México y Estados Unidos.

La canciller Rosario Green Macías insistió en que el mecanismo unilateral no estará en la mesa del diálogo de los mandatarios. "Se discutirá, sin duda, el tema de la colaboración en materia de droga. šPor supuestoš Es quizás, la nación, Estados Unidos, con la que México tiene el esquema de cooperación más intenso, porque, bueno, México ha sido un país de tránsito, además de país de producción y, de todas formas, Estados Unidos sigue siendo el más importante consumidor (de drogas) de la Tierra.

"Así que la cooperación entre nosotros es obligada", dijo a los periodistas momentos antes de acudir a la ceremonia de bienvenida de Clinton y su esposa Hillary en el aeropuerto Manuel Crescencio Rejón.

El asunto de la certificación no estará de manera oficial tampoco en las reuniones de las comitivas presidenciales ni en las pláticas que sostendrán este lunes el procurador Jorge Madrazo y el zar antinarcóticos de la Casa Blanca, Barry McCaffrey.

Sin embargo, miembros de la embajada de Estados Unidos en México comentaron que la sección política de la representación extranjera ya envió su informe a Washington sobre las acciones mexicanas en el combate a las drogas, para someterlo al dictamen del Departamento de Estado y del presidente Clinton.

Los periodistas preguntaron al procurador Madrazo si México tenía garantizada la certificación estadunidense. "Nosotros hacemos nuestro trabajo y no pensamos en la certificación de Estados Unidos, porque es un compromiso y tiene que ver con la seguridad de México. Lo único que esperamos es que pueda desaparecer porque no beneficia a nadie, a menos que sean los narcotraficantes los que resulten beneficiados con ese tipo de medidas unilaterales", manifestó.

Por la noche, rechazó que México esté sometido a las presiones de Estados Unidos en la batalla contra las drogas o en las investigaciones internas en la materia, como la realizada al gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva, por presuntos nexos con el narcotráfico. "Estamos trabajando exclusivamente con los tiempos que debe tener en cuenta el Ministerio Público. Nada más", precisó.

 

Acciones antinarco

 

En entrevista, el titular de la Secretaría de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, dio a conocer a la prensa algunas de las acciones que emprenderán las autoridades mexicanas para reforzar su esquema de colaboración bilateral en la guerra contra los cárteles de la droga, principalmente con la adquisición de radares de alta resolución, con una cobertura de 900 kilómetros, para la detección de aeronaves y embarcaciones sospechosas e interceptores de voz.

"Vamos a tener más información y debemos fortalecer los mecanismos de intercambio de información (con Estados Unidos), por una parte; por otra, vamos a adquirir tecnología de punta de uso restringido. Entonces, necesitamos facilidades para que dicha tecnología la podamos adquirir con gran velocidad, porque no queremos retrasar el programa. No queremos que trámites administrativos nos retrasen la ejecución del programa", insistió.

Ahora al frente de la lucha antidrogas, Labastida Ochoa comentó también que el gobierno de la República trabajará de manera constante en la depuración del personal encargado del combate a los cárteles. "(Hay que) pasarlos por centros de control de confianza, de tal manera que estemos convencidos de su honestidad, de su lealtad y compromiso con el esfuerzo que tienen que realizar", concluyó.

 

Silencio sobre el affair Lewinsky

 

Al margen de la agenda bilateral contra las drogas, los representantes gubernamentales afinan nueve acuerdos que serán firmados en presencia de los presidentes Zedillo y Clinton, en una ceremonia que tendrá lugar este lunes en el teatro José Peón Contreras de la ciudad de Mérida:

Acuerdo para la apertura de líneas de crédito por 4 mil millones de dólares con el Eximbak; memorándum de entendimiento sobre cooperación internacional para el desarrollo; memorándum de entendimiento sobre violencia en la frontera; sobre procedimientos de aplicación de la ley; mediciones de efectividad de la estrategia bilateral antidrogas; acuerdo que enmienda el convenio sobre transportes aéreos del 15 de agosto de 1960; memorándum de entendimiento sobre cooperación en la prevención y control de la tuberculosis; declaración sobre la cooperación bilateral para la prevención y combate de incendios y restauración forestal, y depósito de instrumentos de ratificación de México del acuerdo sobre el programa internacional para la conservación de delfines, adoptado en Washington el 21 de mayo de 1998.

Sobre la línea de crédito, el titular de la Secretaría de Hacienda, José Angel Gurría, mencionó que las delegaciones de ambos países afinan si el pago de los compromisos serán a corto o mediano plazos, o si los préstamos serán canalizados a México mediante infraestructura.

La visita de 22 horas del presidente Clinton culminará este lunes con la firma de los acuerdos y la lectura de un comunicado conjunto. Será el primer viaje oficial del mandatario estadunidense en el cual no habrá una conferencia de prensa porque el invitado no desea hablar acerca del affair Lewinsky, según miembros de la comitiva de Estados Unidos.