n PAGINA 9 Ť Lourdes Galaz n

De línea a línea

* En Mérida, Clinton expresó su beneplácito por el combate antidrogas de México

* En el PRD se dice que Cárdenas ya tiene al bueno para liderar a ese partido

La visita de los Clinton a Mérida en pleno carnaval será muy recordada. El corazón de oro por el día del amor (Ƒperdón y olvido?), los chocolates, la cena íntima donde Bill tocó el sax para Hilary y sus amigos...

La alegría de Francisco Labastida, Rosario Green y José Angel Gurría por los elogios del visitante a la cooperación antinarcóticos y los acuerdos y los nuevos créditos y en fin...

Para crear el ambiente de la cena privada que ofrecieron los Zedillo en el Palacio Cantón, viajó desde la ciudad de México un equipo de expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Y encontraron sucio y descuidado el Museo Regional de Mérida ubicado en el antiguo palacio. La directora del INAH, Teresa Franco González Salas, exigió de inmediato la renuncia al arquéologo Agustín Peña Castillo, quien tenía seis años como responsable del inmueble. La Coordinación de Museos del INAH y el Estado Mayor Presidencial se hicieron cargo de la sobria decoración del recinto donde se ofreció la cena a los Clinton y, al día siguiente, una comida a los parlamentarios invitados al encuentro de los dos jefes de Estado.

Por cierto, sorprendió la excelente actuación de Bill Clinton. Con el más amable de sus gestos expresaría a su anfitrión el beneplácito porque "hasta hace algún tiempo nunca hubiéramos podido hablar sobre la droga sin caer en el argumento de siempre acerca de quién tiene la culpa... vemos con beneplácito el plan anunciado por México para dedicar 500 millones de dólares más en la lucha antinarcóticos". Y de ahí en adelante los voceros mexicanos hicieron los anuncios sobre la virtual certificación del Congreso de EU.

Lo dicho por Clinton resultó una confirmación de las declaraciones que hace nueve días hizo el vicepresidente Al Gore, cuando presentó en la Casa Blanca la estrategia nacional contra las drogas para 1999 del gobierno estadunidense. El anuncio se hizo precisamente cuando el aspirante a presidente Francisco Labastida llegó a Washington

a exponer el programa mexicano de combate al narcotráfico.

Al Gore recordó que en 1997 Clinton y Zedillo hicieron una alianza contra el narcotráfico que ha progresado. "Estamos comprometidos a elevar ese progreso". Informó que "gracias a los esfuerzos del presidente (Clinton) el gobierno mexicano anunció que invertirá 500 millones de dólares en los próximos tres años para adquirir nuevos aviones, barcos radares y equipo para la seguridad pública".

ƑDe qué otra forma explicar la inusual complacencia del gobierno de Estados Unidos por las acciones emprendidas por México, la simpatía de Madeleine, las sonrisa del señor McCaffrey y el buen humor de Janet Reno?

Todo fue bien hasta que un congresista demócrata, Ed Pastor, recordó a los parlamentarios mexicanos que el primero de marzo el Congreso de EU votará el caso México y que el presidente Clinton está preocupado porque no sabe si podrán reunirse los 218 votos que se requieren para la "carta de buena conducta".

La moneda está en el aire. Francisco Labastida hizo lo que pudo en Washington. Si no hay certificación, Ƒtampoco habrá candidato en Gobernación? Esteban Moctezuma está preparado para cualquier imprevisto.

 

 

En cuanto el Comité General del Servicio Electoral del PRD resolvió otorgar el registro a nueve planillas que pretenden participar en la elección de 128 consejeros nacionales, presidente y secretario general, comenzaron los golpes bajos. De entrada, tres de los nueve candidatos a líder nacional del partido pidieron que se posponga la elección. Arguyen irregularidades en el padrón de militantes y aseguran que "fue rasurado" el listado nacional.

Según las estadísticas de la Secretaría de Organización del CEN, habría un millón 957mil 737 afiliados al PRD. Es decir, 52 por ciento más que los registrados en 1996, cuando se eligió a Andrés Manuel López Obrador. El "rasurado" del padrón es apenas el principio de una refriega interna, previa a los descartes y las alianzas que se darán antes del 22 de febrero, cuando los verdaderos aspirantes a liderar el PRD salgan a la calle a buscar votos.

Por lo pronto, la planilla que encabeza Mario Saucedo es la que saldrá más raspada con la impugnación del listado de militantes. De hecho, la Secretaría de Organización es "controlada" por Saucedo, y un tabasqueño, el doctor Carlos Wilson, cercano a López Obrador, es el responsable directo del padrón.

El documento no sólo es impugnado por Carlos Bracho, Raúl Alvarez Garín e Irineo Pablo Reyes Salamanca (su familia y sus meros cuates lo conocen bien) y don Miguel Aroche Parra (el primer perredista que se registró en el partido y ahora no aparece su nombre). Los equipos de Jesús Ortega y de Amalia García también han encontrado irregularidades en la lista de militantes.

Por cierto, también fueron impugnadas las planillas de Ortega, Amalia y Rosa Albina Garavito porque registraron en las listas de consejeros a "personalidades que son inelegibles". La protesta se presentó ante la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia que, por si usted no lo sabe, se conforma de personalidades que no tienen cartilla perredista.

 

 

Ayer cuatro distinguidos perredistas se sumaron a la causa de Amalia García: Adolfo Gilly, Porfirio Barbosa, Leonel Godoy y Ricardo Pascoe.

Entre los "amalistas" se asegura que Cuauhtémoc Cárdenas ya tiró línea. ƑSerá? El ingeniero sabe bien su cuento...