n Cualquier ''derrota'' será responsabilidad de ambos gobiernos, advierten
Presionan legisladores de EU para que México asuma mayor compromiso antidroga
n En el Capitolio consideran que será difícil revertir la certificación, pero prevén un ''debate feo''
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 16 de febrero n El presidente de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, y varios de sus colegas republicanos se preparan para el debate anual sobre la certificación con firmes advertencias de que México ''debe hacer más'' para disminuir el flujo de drogas a Estados Unidos, un día después de que el presidente Bill Clinton dio indicios de que otorgará pleno apoyo a la estrategia antinarcóticos de su vecino.
El representante John Mica, quien preside el caucus republicano antidrogas y que encabezará una delegación de legisladores que esperan reunirse con el presidente Ernesto Zedillo en México a fines de esta semana, declaró este martes que el gobierno de México y el de Clinton deberían ser responsabilizados de cualquier derrota adicional en las batallas de la guerra antidrogas de aquí en adelante.
Pero quizá aun más importante por las implicaciones en el debate sobre la certificación, el presidente de la Cámara Hastert también se prepara para el siempre conflictivo asunto, al participar en una poco común sesión informativa a puerta cerrada del Comité de Inteligencia, donde el tema fue la interdicción y erradicación de drogas.
Aunque los detalles de esa sesión, realizada el pasado fin de semana y en la que también participaron funcionarios de la CIA y otras agencias, aún son secretos, una fuente cercana al titular de la Cámara comentó a La Jornada que Hastert continúa teniendo algunas preocupaciones en torno a México en este contexto.
"Hastert desea obtener un compromiso de que México está dando pasos oportunos para detener las drogas que llegan a este país", comentó la fuente legislativa. "Entendemos que Estados Unidos también debe hacer su parte para reducir la demanda, pero México necesita adoptar los pasos necesarios para controlar sus fronteras. No sólo se producen algunas drogas en México, sino que es una base mayor de traslado de nárcoticos que ingresan a este país", agregó.
Los que se dedican a contar posibles votos en el Congreso creen que no habrá los suficientes en el Senado para revertir la esperada decisión de Clinton de otorgar una plena certificación a México, pero varias fuentes entrevistadas por La Jornada advierten que podría darse un debate "feo". Este se iniciará en serio la semana entrante, cuando la Cámara y el Senado han programado audiencias públicas sobre la certificación y los esfuerzos antinarcóticos de México.
El anuncio de la decisión de Clinton sobre los países que serán certificados se espera para el lunes 1o. de marzo, y a partir de esa fecha el Congreso cuenta con un periodo de 30 días para revertir la decisión o dejarla en vigor.
Funcionarios de la Casa Blanca creen que la mejor oportunidad que tienen para derrotar algún intento de revertir una certificación de México sería en el Senado. La senadora californiana Dianne Feinstein, quien el año pasado impulsó la descertificación a México, habría decidido no asumir un papel activo para promover nuevamente esa medida este año. Sin ella, dicen fuentes legislativas, cualquier intento para revertir la decisión presidencial sobre México podría ser imposible.
Los asesores de Feinstein niegan que la senadora haya cambiado su opinión, pero una fuente cercana a ella reconoció que la legisladora no cree que haya un caso igual de fuerte contra la certificación de México como en años pasados.
"(Feinstein) está realmente indecisa sobre la certificación", afirmó esta fuente. "Le gustaría ver que se ha llegado a un punto en donde México está cooperando plenamente, y si no cree que los hechos comprueben eso, no se sentirá renuente a repetir los mismos argumentos que presentó el año pasado". Una fuente del Congreso también confirmó que la canciller mexicana Rosario Green extendió una invitación a Feinstein a México y que la senadora "está considerando" esta cortesía.
Los argumentos más fuertes contra la certificación de México provienen del representante John Mica, de Florida, encargado del agrupamiento de legisladores republicanos interesados en el tema antinarcóticos. "México ha actuado con una lentitud patética para detener el flujo de drogas ilegales que pasan por nuestra frontera", sostuvo Mica en un artículo publicado en el periódico conservador Washington Times.
Mica reitera sus demandas para que México incremente el número de extradiciones, permita que los agentes de la DEA porten sus propias armas en México y que se firme un acuerdo marítimo, así como también una implementación más a fondo de las leyes contra la corrupción y el blanqueo de dinero. "Si los líderes mexicanos se rehúsan a avanzar en estos temas centrales, pueden esperar un renovado esfuerzo en la Cámara de Representantes de Estados Unidos para que se rindan cuentas y responsabilidades, y sí, la descertificación", concluyo Mica.