n México rechaza el proceso de certificación de EU, sostiene en Saltillo


El EZLN pospone deliberadamente la solución al conflicto: Labastida

n Pugnará por la unidad del PRI y esperará a que éste defina las reglas sobre las candidaturas

Antonio Pérez y Fernando López, corresponsal, Saltillo, Coah., 18 de febrero n El secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, responsabilizó al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de prolongar deliberadamente la solución al conflicto chiapaneco, con el propósito de ''actuar e influir'' en la contienda presidencial del año 2000.

''No vemos, no percibimos una disposición al diálogo del EZLN. Yo diría que, por el contrario, sus objetivos entre este año y el entrante no son poner fin al conflicto; sus objetivos son tratar de actuar e influir en la contienda política del año entrante'', expresó el funcionario.

En ese sentido, agregó, los zapatistas ''no van a cambiar un dulce político que esperan tener, por un proceso de paz que, según mi personal opinión, no tienen interés en lograrlo''.

Sostuvo que por parte del gobierno federal ha existido y ''siempre habrá'' voluntad para dialogar. Refirió que así lo ha demostrado, desde enero de 1994 cuando unilateralmente suspendió el fuego hasta el año pasado, con ocho pronunciamientos del presidente Zedillo, para dar una solución al problema.

El funcionario dijo que así como para pelearse se necesitan dos, para llegar a un acuerdo también se necesitan dos: ''Quien tiene hoy la responsabilidad de que ese conflicto no termine, sin lugar a dudas, es el EZLN por sus intereses político-electorales'', puntualizó.

Labastida Ochoa reconoció que ''la causa que motivó el problema en Chiapas fue el alto grado de marginación'', por ello se refirió a la gran cantidad de recursos que ha destinado el gobierno federal para esa entidad a fin de dotar a la población de los servicios públicos básicos.

Agregó que ''el problema de Chiapas no es sólo el surgimiento del EZLN, porque ello sería simplificarlo. Hay que atacar las causas y no las manifestaciones''.

El secretario de Gobernación firmó en Saltillo un convenio de coordinación en materia de seguridad pública, entre la Federación y el estado. Posteriormente ofreció una conferencia, donde dijo que México no acepta el proceso de certificación de Estados Unidos, pero advirtió que si es adverso, ''entonces las cosas cambiarían y nos pronunciaríamos sobre ello, porque afectará el clima de colaboración que en esa materia tienen ambos países''.

Señaló que México arrastra un problema estructural de fondo en materia de seguridad pública, derivado del incremento de 60 por ciento de los índices de criminalidad y delincuencia en los últimos ocho años.

Informó que este año el país destinará 6 mil 500 millones de pesos a los programas de prevención y combate de los ilícitos, a todos sus niveles.

Explicó que de esos recursos, 191 millones corresponden a Coahuila, casi el triple de lo ejercido en 1998, donde los índices delictivos se han reducido significativamente en los últimos cinco años y se mantienen en 60 por ciento debajo del promedio nacional. Entre las metas del programa nacional en la materia, precisó, están las de duplicar el número de policías, agentes del Ministerio Público y peritos; la depuración de las corporaciones, la creación de un sistema de inteligencia contra el crimen, así como la creación de 40 mil lugares más en las penitenciarías del país, casi 38 por ciento adicional a la capacidad carcelaria actual.

Respecto de sus aspiraciones presidenciales, Francisco Labastida Ochoa reiteró que cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) defina las reglas y los tiempos, entonces tomará una decisión y la hará pública, ''mientras tanto, como militante y como secretario de Gobernación, coadyuvaré a la unidad del partido, que no haya división, para poder tener éxitos políticos''.

Por razones de ''confidencialidad'', el responsable de la política y la seguridad interna del país declinó comentar el secuestro del señor Alvaro Campos, padre del portero de la selección mexicana de fútbol, Jorge Campos.

''Sobre el caso particular no voy a decir nada... se está trabajando sobre ello y no se va a decir nada'', dijo tras aceptar que el secuestro es ''un delito que mucho hiere, ofrende y agravia a la sociedad''.