n La iniciativa del rector es autoritaria, afirman; marcharán el jueves


Estudiantes anuncian protestas contra las alzas

Claudia Herrera n Realizar una marcha del monumento a Obregón a la Rectoría de la UNAM el próximo jueves, bloquear la sesión del Consejo Universitario en la que se discute el incremento de cuotas y unirse en un frente con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), acordaron anoche alumnos inconformes con la propuesta de revisión del Reglamento de Pagos de la máxima casa de estudios.

En una asamblea en la que cerca de 600 estudiantes llenaron el auditorio Narciso Bassols de la Facultad de Economía, también se acordó por consenso realizar una ''magna reunión'' el miércoles 24 de febrero, para impulsar un plan de acción en rechazo al llamado plan Barnés y que aglutine a estudiantes, académicos y trabajadores de todas las dependencias universitarias.

En la accidentada reunión confluyeron activistas de diversas organizaciones, como el Comité Estudiantil Metropolitano, el Consejo Estudiantil Universitario, la Red de Estudiantes Universitarios y el Bloque Universitario de Izquierda, así como consejeros universitarios y técnicos alumnos y representantes de la mayoría de las escuelas, facultades y del bachillerato.

La sesión estuvo a punto de ser interrumpida, cuando un grupo de alumnos calificados por sus compañeros como ultras, jalonearon a la reportera de Radio Red Yazmín Quiroz para impedirle que entrevistara al consejero universitario de la Facultad de Ingeniería, Jorge Luis Cruz, con el argumento de que nadie iba a hablar a nombre de los estudiantes.

Pasadas las 10 de la noche, después de discutir cerca de cinco horas, los jóvenes se pronunciaron a favor de realizar una marcha al ritmo de batucada y con antorchas el próximo jueves. Partirá a las 17 horas del monumento a Obregón a la Torre de Rectoría de la UNAM. Además, anunciaron que constituirán un frente con los trabajadores del SME que se oponen a la privatización de la industria eléctrica.

Representantes del Colegio de Ciencias y Humanidades, la Escuela Nacional Preparatoria y de diversas facultades y escuelas hicieron un balance de las asambleas que realizaron durante la presente semana. Sus informes indicaban que la respuesta de la comunidad universitaria va desde la apatía hasta la participación entusiasta en rechazo a la iniciativa de incrementar la cuota semestral de inscripción a 20 salarios mínimos, en el bachillerato, y a 30 en licenciatura.

En tanto, en las paredes de CU comenzaron a aparecer carteles informativos con las posturas de los grupos estudiantiles, así como llamados a la comunidad universitaria a hacer movilizaciones en contra de esta propuesta.

En lo que parece un segundo aire del CEU, que surgió hace casi 13 años y que logró que los rectores Jorge Carpizo y José Sarukhán dieran marcha atrás a su proyecto de incrementar las cuotas, un grupo de jóvenes publicó un desplegado en el que afirman que van recuperar la esencia de la rebeldía estudiantil.

Consideraron que la iniciativa de Barnés es una medida ''autoritaria'' que atenta contra la función social de la UNAM, en un país donde seis de cada diez jóvenes de entre 20 y 24 años no estudian ni trabajan.

Dijeron que en México se empieza a considerar a la educación superior como un problema y una responsabilidad de cada familia o estudiante, en vez de que sea obligación del Estado; además, se importan modelos que igualan a las universidades con las empresas a través de conceptos como el de la excelencia y la calidad, y promueven la diversificación de fuentes de financiamiento para disminuir el gasto público en la enseñanza superior.

Como prueba, señalaron que según los indicadores del Banco Mundial publicados en 1998, en nuestro país no se ha incrementado la cobertura de la educación superior de 1980 a 1995, además de que frente a países como Argentina, Panamá y Perú, México es el que menor proporción de estudiantes universitarios tiene en relación con su población joven, y que destina el menor porcentaje a la educación con respecto a su producto interno bruto.