n Enfrenta divisionismo, impopularidad del gobernador y repunte de la oposición


Podría perder el PRI hegemonía en Quintana Roo

Ciro Pérez Silva, enviado, y Javier Chávez, corresponsal, Chetumal, Q. Roo, 20 de febrero n Dividido por un proceso interno de selección que enfrentó a los dos principales grupos políticos del estado y con el lastre que le significa la impopularidad de un gobernador ligado insistentemente al narcotráfico, el PRI enfrentará hoy las elecciones más competidas en la historia de esta entidad, uno de los últimos bastiones del priísmo, cuando acudan a las urnas más de 400 mil ciudadanos para elegir gobernador, ocho presidentes municipales y 15 diputados de mayoría relativa.

Aunque en los comicios participan cinco partidos políticos, el PAN, con Francisco López Mena ųex priísta y socio en algunos negocios del ex gobernador Pedro Joaquín Coldwellų; el PRD, con Gastón Alegre López ųempresario ex tricolorų, y el PRI, con Joaquín Hendricks Díaz, se perfilan como protagonistas de una dura batalla en la contienda por la gubernatura.

Según cálculos de los partidos de oposición, Cancún y Cozumel, ubicados en el norte del estado, así como las de Lázaro Cárdenas, José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto, municipios rurales con predominante población maya, podrían tener ayuntamientos con un gobierno no priísta.

Históricamente, el PRI ha sido hegemónico en Quintana Roo. Los cuatro mandatarios que han gobernado el estado, desde su conformación como entidad federativa en 1974, han surgido de ese partido.

Los votos emitidos a favor de los candidatos del tricolor se ubican entre los más altos del país. Por ejemplo, el 4 de marzo de 1981 el candidato del PRI a la gubernatura, Pedro Joaquín Coldwell, obtuvo 98.2 por ciento de los votos (53 mil 286). El resto de los sufragios fueron repartidos entre PPS (481), PST (409) y PARM (81). El PAN sólo obtuvo 16.

La misma tendencia se repitió en las elecciones de 1987 y 1993, con Miguel Borge Martín y Mario Villanueva Madrid, este último obtuvo 85 por ciento de los sufragios, mientras que el candidato del PRD, Carlos Angulo Oliva, sólo 5 por ciento.

Sin embargo, resulta claro que en los procesos electorales más recientes el PAN ha incrementado su presencia en las preferencias de los ciudadanos. En el municipio de Benito Juárez, donde se ubican los centros turísticos de Cancún y Cozumel, se advierte que a pesar de la amplia diferencia que mantenía con el PRI hasta las elecciones de 1993, en 1996 el PAN tuvo un aumento de 19 mil 816 votos, y pasó de 0.05 por ciento a más de 40, mientras que el tricolor obtuvo 6 mil 726 sufragios menos, una caída de casi 50 por ciento.

Esas cifras perfilan al PAN como un serio contendiente en las elecciones municipales en esa zona, la más desarrollada de Quintana Roo. Una relación similar se observa en las zonas rurales con alta marginación, donde existe una mayor presencia perredista.

Los líderes del PRD en la entidad consideran que en Quintana Roo podría generarse el efecto dominó, como consecuencia de los triunfos obtenidos por ese partido en las recientes elecciones de Baja California Sur, Tlaxcala y Zacatecas.