La Jornada domingo 21 de febrero de 1999

PAGINA 9 Ť Lourdes Galaz

Imaginerías tribales

* Funcionó la táctica de Garavito para presionar a sus aliados * Cárdenas se la juega con todos

los candidatos * Imaz se fortalece * Fox no debe rebasar a AN: García Cervantes * ƑRelevo en el PRI?

Los desafíos del 2000 ųcambio de poderes en un país con 20 años de crisis que no alcanza a tocar fondoų exigen a los partidos políticos "consolidar una dirección integrada con dirigentes de experiencia probada y nuevos líderes provenientes de los más diversos campos de la actividad social y cultural", escribió Adolfo Gilly hace unos días, al argumentar su ingreso ųy el de otros tres perredistas distinguidosų a la lucha interna por el control del poder en el partido de Cuauhtémoc Cárdenas.

Al día siguiente, una la de las dos mujeres que pretenden dirigir el PRD, la senadora Rosalbina Garavito, en lo que parecía un acto de honestidad ų"para no repetir la vieja experiencia de la Trisecta"ų, renunció con carácter de irrevocable a la planilla de Convergencia Democrática. Los de su equipo cercano dicen que "se trató de un enojo"; los adversarios aceptan que fue una táctica (muy femenina) para presionar a sus aliados, particularmente al senador Héctor Sánchez y al funcionario del gobierno defeño René Bejarano, que se negaban a abrir espacios para incluir a otros distinguidos perredistas, por demás cercanos al líder nato de ese partido y sugeridos por el mismísimo ingeniero: el procurador Samuel del Villar y el regiomontano Lucas de la Garza, entre otros.

La táctica de Garavito funcionó. Se abrieron pláticas en la llamada Convergencia Democrática ųque no es otra cosa que una facción de la Trisecta; la otra impulsa al reincidente senador Mario Saucedo, que otra vez quiere ser líder del PRDų. En Convergencia los aliados se repartieron, por cuotas de poder, las posiciones en la planilla de 128 candidatos al Consejo Nacional, registrada el 23 de enero, con Rosalbina a la cabeza y Héctor Sánchez en segundo lugar. Las tribus de René Bejarano (virtual jefe de los lecheros) y Sánchez (con la Codei) lograron 40 por ciento. Otros jefes de tribu que convergieron con la senadora son Camilo Valenzuela (aquel dirigente de los enfermos de Sinaloa, hace casi tres décadas) y Ramírez Cuéllar, el de El Barzón; también Armando Quintero y Martí Batres, líderes del PRD-DF y la Asamblea Legislativa (los dos inmersos en el escándalo de la leche Betty).

 

En cualquier proceso del PRD siempre hay sobresaltos. Y esta vez el mérito fue del líder nato de ese partido, que decidió hacer política y jugársela con todos los grupos. Cárdenas envió sus propuestas a la planilla de Jesús Ortega, en principio. Luego del registro, a juicio de sus cercanos y en opinión de Garavito y Amalia García, habría sido un error del equipo de Ortega inscribir al lado del nombre de los candidatos de su planilla la procedencia, los cargos que ocupan en el gobierno o su partido o la representación que tienen. Así, en un análisis comparativo de las planillas de Garavito, García, Saucedo y Ortega, la que parecía tener mayor presencia y fuerza entre el perredismo y el aval del ingeniero Cárdenas era la de Jesús Ortega.

Como el jefe de Gobierno sabe su cuento, tiró línea. Gilly, Porfirio Barbosa, Leonel Godoy y Ricardo Pascoe enviaron un "Mensaje al PRD" ųasí llamaron a su cartaų y se sumaron a la causa de García. El delegado Pascoe había anunciado días antes su apoyo a la planilla de Ortega. La línea es la línea, dicen en política. El apoyo ofrecido por los distinguidos perredistas del gobierno capitalino generó expectativas entre los amalistas. La senadora, muy a su estilo, sigue llevando agua a su molino.

También Garavito recibió el aval. A su lista se incluirían Del Villar, Lucas de la Garza y otros del primer círculo. Las tribus se lo impidieron, de ahí la "renuncia irrevocable". Sánchez y Bejarano tuvieron que abrir siete espacios en los 25 primeros lugares de la planilla para incluir las "sugerencias del Zócalo". La estrategia de Garavito y su insistencia de una alianza con Saucedo no son del agrado de los capos en la Convergencia. Tan es así que Sánchez y Bejarano hicieron contacto ayer con el equipo de Ortega. Enviaron a la diputada Dolores Padierna (esposa de Bejarano) a ofrecer š140 mil votos! Seguro que los tienen, el clientelismo es su fuerte.

El fin de semana fue de negociaciones y alianzas. Mañana se conocerán las listas definitivas y se abre el juego que termina el 14 de marzo. Ya se advierte que la batalla final será entre Ortega y García. Gane quien gane, el líder nato saldrá triunfador. Así es la política, y Andrés Manuel López Obrador entiende de eso. Llamó a los hombres de su equipo en el CEN y ordenó que nadie se metiera ni expresara preferencias por alguno de los contendientes. También se reunió con los candidatos y los invitó a hacer campaña en Tabasco. Aseguró: "Los votos tabasqueños son libres... gánenselos".

 

En la contienda por el liderazgo del PRD en el DF, la candidatura de Carlos Imaz va con fuerza. La estrategia es clara: no hay compromiso con alguno de los grupos que aspiran a la directiva nacional; sumaron a la planilla a gente de Ortega, Garavito, Saucedo y García. Y lo fundamental: Imaz tiene todo el apoyo de Cárdenas.

 

También en el PAN preparan el cambio de dirigencia con miras al 2000. Ya hay dos candidatos bien definidos para sustituir al michoacano Felipe Calderón. Al senador bajacaliforniano Ricardo García Cervantes lo apoyan Ernesto Ruffo y algunos neopanistas norteños. Dicen los enterados en ese partido y la Coparmex que el senador mexiquense Luis Felipe Bravo Mena ųapoyado por el gobernador de Guanajuatoų tiene una mayor presencia y las preferencias entre los delegados a la convención, que será en marzo. Y García Cervantes advierte que el PAN debe tener cuidado para que Vicente Fox no vaya a rebasar al partido, "pues no es lo mismo un candidato del partido que un partido del candidato".

 

En marzo también habrá cambios en el PRI. Hay movimiento y las corrientes internas exigen que se precisen las reglas del juego para el 2000. De Los Pinos salen los rumores sobre el relevo en la directiva nacional y se menciona a José Antonio González Fernández (alfil del influyente secretario particular Liébano Sáenz) para sustituir a Mariano Palacios. En las tribus priístas, cada vez se habla menos de una Asamblea Nacional para enmendar los documentos básicos (por aquello de los candados y la privatización del servicio eléctrico) y ya hasta quieren que se quede Palacios para que opere el destape del presidenciable. Hasta Humberto Roque Villanueva quiere ser; ayer inició campaña en Parras, Coahuila. Hay que esperar el 4 de marzo. Ayer también, la ex líder de la Cámara de Diputados y directora del ISSSTE, Socorro Díaz, celebró su primer cincuentenario. La fiesta fue todo un evento político.