n El grupo fue conformado en 1992 y se consolidó en 1996: Cendro-6
El cártel del sureste privilegia traslado marítimo de droga
Juan Manuel Venegas n Los informes del servicio de inteligencia (Cendro-6) de la Procuraduría General de la República (PGR) indican que la conformación del llamado cártel del sureste inició desde 1992 y se consolidó en 1996, con el éxodo de la gente de Amado Carrillo Fuentes y Rafael Aguilar Guajardo (ambos ya muertos) del norte al sur del país, "privilegiando las rutas marítimas para el transporte de cocaína suramericana y trasladando sus inversiones a los estados de Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas".
Desde entonces se "detectaron grupos de narcotraficantes, bajo una misma coordinación, dedicados a la transportación de estupefacientes, con estructura, bases aéreas, rutas marítimas y terrestres bien definidas".
Además, según los informes oficiales, "mientras que todavía a principios de 1995, las rutas del narcotráfico llegaban hasta el norte del país, la tendencia varió y ahora las rutas se detienen en un blanco común: los estados del centro y sur del país".
"Paralelamente, las rutas aéreas han dejado de ser el medio de transporte más adecuado para las organizaciones criminales, incrementándose los usos de las rutas marítimas y su presencia en puertos y costas de la República".
Respecto a lo que sería la organización del cártel del sureste, su influencia procede desde el norte del país: Juárez, ciudad fronteriza donde se asentó el fallecido capo Amado Carrillo Fuentes (El señor de los cielos), luego de que en sociedad con Rafael Aguilar Guajardo "organizó una banda de narcotraficantes que controla las operaciones de todo el sureste mexicano y se hizo del control de los estados productores de amapola y mariguana en las entidades del sur de la República".
La estructura del narcotráfico en la zona sur del país estaría en principio controlada por capos vinculados, o que estuvieron vinculados, al ex comandante de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, Rafael Aguilar Guajardo, asesinado el 13 de abril de 1993.
Incluso, se dice que el grupo que encabezaban Carrillo Fuentes y Aguilar Guajardo inició operaciones, como socio del cártel de Cali, Colombia, en el sureste mexicano. No obstante, dicen los informes de la PGR, "precisamente por su sociedad con los colombianos, adquirieron importancia a nivel internacional, ya que supieron trasladar su influencia en el narcotráfico hasta la zona de Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, ganando la disputa por esta zona a Juan García Abrego", preso desde enero de 1996 en Houston, Texas.
La importancia de la conexión Juárez-El Paso salta a la vista: según informes de la DEA, tan sólo "entre 1993 y 1996, cruzaron por esa región fronteriza más de 100 toneladas de cocaína y 200 de mariguana". Además, esta zona es también considerada como "el punto con mayor afluencia de armas de contrabando, siendo los narcotraficantes los principales beneficiarios de dicho acto ilícito".
Con el fortalecimiento de la conexión Juárez-El Paso, Amado Carrillo se trasladó a la ciudad de la frontera chihuahuense y amplió su zona de influencia a otros estados del norte del país como Sinaloa, Sonora y Zacatecas, dejando las operaciones de contrabando en el sur del país a otros narcotraficantes de segundo nivel (hasta su muerte, claro), sobre todo tras el asesinato de Aguilar Guajardo, su principal socio y garantía de protección policiaca, a principios de la década de los noventa.
Exodo y reacomodo
La disputa por el control de las rutas del narcotráfico en el sur del país empezó hace por lo menos tres años. Los objetivos eran mantener dos conexiones: por un lado, continuar la sociedad operativa con el cártel de Cali, y por otro, la mira puesta en el norte del país: Juárez o Tijuana, "respetando la ruta establecida por García Abrego en Veracruz, Tamaulipas y Nuevo León".
Pero el reacomodo por el control de rutas "se dio de manera natural" por la importancia estratégica del sur mexicano y "la dificultad que implican las rutas del norte, toda vez que los narcos están obligados a la utilización de la vía aérea para la transportación de drogas, en trayectos demasiado largos que facilitan su detección".
Por lo anterior, el funcionamiento del Sistema de Información Hemisférico ha permitido en los últimos años "la ubicación de aviones con importantes cargamentos de droga que se internan en el espacio aéreo mexicano".
"Las rutas aéreas, poco a poco, fueron dejando paso a las marítimas, adquiriendo importancia para las organizaciones del narcotráfico los estados del sur de México, desde donde salen diversos cargamentos de droga por la vía terrestre hacia el norte del país", indican los informes de inteligencia de la PGR.
Se ha detectado, agregan, que el movimiento y transportación de los cargamentos de droga "presenta una forma de organización similar, por lo que se puede afirmar que desde 1996 operan en el sureste mexicano grupos de narcotraficantes bajo una misma coordinación".
Son los "herederos de Carrillo Fuentes" (Eduardo González Quirarte y Juan José Esparragoza, sobre todo) los que asumieron el control de las rutas del sureste, concluyen los informes, y advierten que "hoy, con su poder económico, penetraron en las economías de la región... y se cuenta con indicios de corrupción en los diversos niveles de gobierno y los cuerpos policiacos, locales y federales".