Masiosare, domingo 21 de febrero de 1999


Secuestro en Neza


El escenario detrás del
crimen


Alberto Nájar


Un crimen más, otra prueba de que no hay cruzadas nacionales ni superpolicías que valgan. Pero en el ayuntamiento de Ciudad Nezahualcóyotl no descartan que sea una respuesta de quienes han visto desvanecerse los jugosos negocios que hacían al amparo del poder. Una respuesta bien calculada: en pleno proceso electoral

El lunes 8 de febrero Rafaela y Concepción González Bautista esperaban el camión afuera de la bodega donde la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM) concentra las despensas que vende en Ciudad Nezahualcóyotl.

Eran las 19:30, pero la avenida Vicente Villada estaba semidesierta.

Una camioneta Van se acercó y Concepción le hizo señas.

``Espérate -dijo Rafaela. Ese no es pesero, no tiene cartulina''.

Lo que sigue ocurrió en menos de un minuto.

De la Van bajaron dos sujetos morenos y fornidos que trataron de subirlas a la camioneta.

Concepción, de 54 años, no pudo defenderse, pero su hermana, más joven (de 38 años), empezó a gritar y a golpear al sujeto que la arrastraba.

Los vecinos abrieron la puerta. Rafaela se zafó y corrió a la vivienda. No la siguieron. Tenían a Concepción y arrancaron rumbo al sur.

Nadie anotó las placas.

Quince minutos después el presidente municipal de Neza, el perredista Valentín González, supo del secuestro de su hermana y de inmediato ordenó que se denunciara en la Procuraduría estatal.

Luego informó a los medios de comunicación que el móvil del plagio es político, porque su administración ha afectado intereses millonarios ligados al PRI.

¿Una hipótesis aventurada?

El escenario del crimen

De enero de 1997 a la fecha, el ayuntamiento perredista de Neza ha recuperado 4 millones 785 mil pesos en impuestos y derechos que no se cobraban o se quedaban en manos de líderes priístas, y 250 policías municipales fueron dados de baja, entre ellos un subdirector operativo que amenazó al alcalde.

Los líderes priístas de 70 tianguis fueron obligados a entregar los impuestos que cobran a sus agremiados, mientras que a los sonideros se les restringieron los permisos para sus tocadas donde se venden alcohol y drogas.

Al mismo tiempo, el PRD tuvo un crecimiento explosivo: sus afiliados pasaron de 18 mil hace dos años a 56 mil. El PRD de Neza será una fuerza de consideración en los comicios estatales por venir.

Por eso Valentín González, oaxaqueño avecindado en Neza hace tres décadas y alguna vez estudiante del CCH Oriente, mira el secuestro de su hermana mayor con otros ojos: ``No se pueden aislar los hechos, pues se busca es desestabilizar. Sobre todo ahora que está en puerta el proceso electoral más peleado en la historia de la entidad''.

Un apostalado magnífico

La clase priísta de Neza se concentra en dos grupos: los siete magníficos y los doce apóstoles.

Antes del triunfo perredista, estos grupos se repartían el pastel de todo lo que significara algún beneficio económico. Por ejemplo, los magníficos otorgaban todos los permisos para construcción, y sus compañeros apóstoles se encargaban de las inspecciones, por medio de 322 empleados. Un mes después de tomar el poder, los perredistas los despidieron a todos.

Los magníficos cobraban cuotas en los tianguis, pero no entregaban ni un centavo al ayuntamiento. Ahora, tan sólo en el tianguis de autos de la colonia Sol se recaudan 25 mil pesos semanales.

Los apóstoles controlaban las direcciones de licencias, mercados y espectáculos, y recibían mordidas de vinaterías y giros negros.

Con el PRD perdieron las concesiones y menguó su fuerza política.

No ocurre lo mismo con los magníficos, que se mantienen activos. Incluso, uno de sus miembros, Eduardo Quiles, es presidente del PRI municipal.

El año pasado Quiles compareció en el proceso contra la banda de El Mochaorejas, pues los acusados lo involucraron en sus actividades.

Coincidencias

A mediados de febrero de 1998 el alcalde González despidió al director de Seguridad Pública, Daniel Huerta, y al subdirector Operativo, Samuel Muñoz de la Rosa.

Muñoz no se quedó callado: ``¡Esto no se va a quedar así, me las vas a pagar!''

Desde entonces, el alcalde volvió a recibir amenazas anónimas, que se habían suspendido en 1997. Y más: a su hermano Gildardo le robaron tres autos y a su sobrino Hugo lo secuestraron durante 12 horas.

``Lo confundieron con un hijo de Valentín, porque le preguntaron cuánto ganaba su papá el presidente municipal'', cuenta Gildardo González.

Estos hechos ``coincidieron con las campañas para presidente del partido y de candidato a gobernador''.

¿Coincidencias?

Entre los policías municipales se sabe que el ex comandante Muñoz de la Rosa estuvo relacionado con bandas de robacoches.

La Loba, otra vez

Los tres pepenadores están asustados.

``Nos dijeron que mejor nos juéramos porque si no nos iban a partir la madre a todos'', cuenta el mayor.

Es el lunes 15 de febrero. Tres horas antes Margarita Preisser -comadre de la cacique Guadalupe Buendía La Loba- llegó al tiradero de avenida Sor Juana y Bordo de Xochiaca, y sin más empezó a repartir el territorio entre sus 200 acompañantes.

El PRI ya no mandaba en el tiradero que reconquistó Preisser, y en su lugar había 40 pepenadores de filiación perredista.

Los comuneros de Chimalhuacán -territorio de La Loba- han exigido al cabildo de Neza que Procesa, la concesionaria de uno de los rellenos sanitarios, les compre 35 hectáreas que la empresa había rentado para construir el relleno sanitario.

¿La basura es motivo suficiente para un secuestro?

En septiembre pasado los seguidores de La Loba cortaron la energía eléctrica a las viviendas de los perredistas. Luego, a dos caballos los rociaron con gasolina y les prendieron fuego. En diciembre hicieron lo mismo con dos pepenadores.

Les falló el cálculo

Valentín González Bautista sentencia: ``No voy a renunciar, y menos bajo presión''.

Insiste: el problema por el que atraviesa ``no tiene nada que ver con mi posición política. Si piensan (los plagiarios) que por ser alcalde tengo mucho dinero, son estúpidos''.

El fin de semana pasado los secuestradores hablaron a la casa del alcalde y le exigieron ``una cantidad millonaria'' que ``ni la familia completa puede pagar''.

Así, para el presidente municipal el mensaje es claro: a los plagiarios no les interesa el dinero, porque ``ya saben que no puedo disponer recursos del ayuntamiento''.

En el fondo, insiste, se busca presionarlo para que abandone la alcaldía o bien utilice dinero público para el rescate.

En la Procuraduría mexiquense, dicen, ninguna hipótesis se ha descartado. Según el agente del Ministerio Público, René Archundia Díaz, desde el primer día ``estamos investigando todo''.