Masiosare, domingo 21 de febrero de 1999

Pero si el PRI es tan poderoso, ¿cómo lo lograrás?, le preguntan.

``No lo haré solo. Somos muchos los mexicanos que no vamos a dejar que el país continúe como está. Vamos a trabajar por construir un México maravilloso, un México exitoso, un México de oportunidades para todos. ¡Esa es una gran amenaza para algunos!''

El libro se llama Vicente Fox. Dreams, Challenges and Threats. Sueños, retos y amenazas y forma parte de la serie Mexican Leaders of the 21st Century, editada por el Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de Texas en Dallas.

Es una edición bilingüe. Los derechos están reservados por el gobernador Vicente Fox, aunque se aclara que él ha donado sus regalías ``para becas de guanajuatenses''.

Una parte del libro está sólo en inglés. Se trata del prólogo escrito por el académico mexicano Jorge Castañeda.

En la contraportada se entiende la importancia de este texto para la comunidad académica de Estados Unidos:

``Mientras el discurso ideológico y de inclinaciones sociales de Vicente Fox sigue dividiendo a muchos de los intelectuales mexicanos de centro-izquierda -particularmente en asuntos sociales y culturales-, sus tres años en el gobierno de Guanajuato lo han acercado más que a sus colegas de centro-derecha del Partido Acción Nacional a esta amplia corriente de pensamiento y acción latinoamericanos. También ha empezado a abrir una ventana pequeña, en crecimiento, de oportunidades para la convergencia de fuerzas y personalidades en la que Fox desempeñaría un importante papel '' (Jorge Castañeda).

``Fox podría llegar a ser presidente de México'' (Alfredo Corchado, Dallas Morning News, febrero 25 de 1996).

``Las elecciones de México en el 2000 serán las más disputadas de su historia... Fox, y sólo él, ha rescrito el calendario político de México'' (Sam Dillon, New York Times, 11 de mayo de 1998).

``Vicente Fox, conocido como un político maverick con la propensidad a vociferar, el único panista favorecido por la izquierda y los pobres'' (Sam Quiñones, Mexico Business, febrero de 1998).

El camino a la presidencia

El libro contiene una entrevista concedida por Fox, en julio del año pasado, a Juan Hernández, director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de Texas en Dallas. El resto son textos presentados por Fox en diversos eventos entre 1996 y 1998. La selección es una manera de entrar a la agenda de prioridades de Fox: Alianzas y cambios políticos, Reflexiones personales sobre la política actual de México y la perspectiva de Guanajuato en el contexto nacional, Federalismo y desarrollo regional, Seguridad y justicia, Pemex, Retos para México en el nuevo siglo, y Carta a mexicanos en Estados Unidos.

La entrevista da título al libro. En ésta Fox va de su infancia a sus años de empresario, y su reto de la presidencia de la República el año venidero.

Por ejemplo, habla de su niñez en el rancho San Cristóbal, cercano a la ciudad de León, donde sus compañeros de juegos eran niños campesinos. Dice que algunos siguen siendo sus amigos. ``Son iguales que yo, pero con una gran diferenciaÉ siguen todavía con un salario mínimo, con pocas oportunidades de progresar. Esto me ha movido hacia la política, el buscar que todo ciudadano, todo chiquillo, que todo joven tenga oportunidades''.

Varios de esos amigos de Fox se han ido a Estados Unidos a ganarse la vida. A ellos, y colocado frente al ``reto'' de la presidencia, Fox inaugura la frase que ha repetido varias veces desde entonces: ``En este país el camino a la Presidencia de la República desde la oposición está lleno de piedras, alimañas, sanguijuelas, alacranes y víboras que tratarán de impedir que llegue a esa silla''.

¿Y los retos de México? Fox dice que son la pobreza, la falta de infraestructura y el bajo nivel educativo.

Por ello, el día que llegara a la presidencia -dice- iniciará ``la madre de todas las batallas en contra de la corrupción, de la deshonestidad, del narcotráfico, del crimen político''.

Mangabeira, con Salinas y con Fox

``Sus posturas políticas (de Fox) en variados temas están mucho menos lejos de lo que muchos creen de la mirada de nuevas posiciones que la centro-izquierda latinoamericana ha articulado en los dos últimos años'', escribe Jorge Castañeda en el prólogo del libro.

Castañeda atribuye este acercamiento de Fox a las posiciones de centro-izquierda a varios factores: su experiencia como gobernador, su participación en reuniones varias, ``y su incipiente amistad con excepcionales pensadores latinoamericanos, como el profesor de derecho en Harvard, el brasileño Roberto Mangabeira Unger''.

¿En qué temas está cerca Fox del profesor brasileño, coautor de artículos de fe antineoliberal con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari?

En el tema de los impuestos, por ejemplo.

Castañeda recuerda que Vicente Fox fue el único gobernador y líder del PAN que en 1997 se opuso a la reducción de impuestos, que su partido y el PRD buscaban ``para granjearse a las clases medias y ser coherentes con sus promesas de campaña y pensamiento doctrinario''.

En aquel año, Vicente Fox sostuvo que el gobierno necesitaba más dinero para cumplir sus enormes responsabilidades en materia de salud, educación en infraestructura. ``Además, en Guanajuato, Fox pretende establecer un impuesto especial de 2% para fines educativos'', agrega Castañeda.

La posición de Fox en favor de más impuestos nace, según Castañeda, de diversas vertientes: en primer lugar, en Guanajuato Fox se ha percatado de que el principal problema para gobernar es de carácter financiero; luego, las ``largas conversaciones'' que ha sostenido con Mangabeira, quien es un decidido impulsor del incremento del IVA en Latinoamérica, y por último la participación del panista en muchas reuniones de grupos políticos de centro-izquierda. ``Hoy, en México, quizá el único político con estatura nacional -en la izquierda o en la derecha- que abiertamente declara que el país requiere una profunda revisión fiscal para incrementar, no decrementar,'' los impuestos es Vicente Fox, sostiene Castañeda en su prólogo.

Hay un segundo asunto en el que Castañeda atribuye a Fox más cercanía con la ``nueva'' izquierda latinoamericana que con la ``vieja'' derecha mexicana: en la política industrial, el empleo y las conexiones locales con el sector exportador.

Castañeda explica, a guisa de ejemplo, el caso de la General Motors en Silao, Guanajuato, donde Fox conjugó los esfuerzos de la transnacional con empresarios y universidades locales para abastecer de insumos a la enorme planta.

A Castañeda le parece que este tipo de acciones alejan a Fox de la plataforma del PAN.

``En verdad, parece más el tipo de alianza descentralizada, democrática y flexible entre gobierno, empresarios, la comunidad académica y el trabajo por el que abogan Mangabeira y Ciro Gomes, su colega brasileño y ex gobernador del estado de Ceará'', afirma Castañeda.

En Latinomérica, los izquierdistas se mueven a la derecha y los derechistas a la izquierda, sostiene Castañeda.

Fox se ha acercado, entonces, a la izquierda.

¿El siguiente capítulo? El prologuista argumenta que Fox es un convencido de que en el año 2000 sólo una amplia alianza de diversas fuerzas políticas será capaz de derrotar al PRI. ``Para erigir esta alianza, sus compañeros deben dejar a un lado diferencias secundarias, ideológicas, a fin de concentrarse en los puntos esenciales que los reúnan''.

La ruta chilena arroja luz en ese camino: ``Tal y como Fox esclarece en esta selección, él admira la experiencia chilena pospinochetista, y en alguna medida la considera un modelo para México''.

Sin embargo, argumenta Castañeda, para ingresar a la ruta chilena, el PAN tendría que rechazar su tendencia a simplificar algunos asuntos internacionales y económicos, además de ceder en temas como el papel de la Iglesia, los derechos de la mujer, educación, planeación familiar, tolerancia cultural y social.

``Fox, como este libro lo demuestra, está cada vez más consciente de estos dilemas y cada vez más dispuestos a inclinarse hacia la dirección chilena. El que él realmente pueda cumplir con este empeño está aún por verse''.

Por ganas no quedará, porque como retó Fox a la multitud en un mitin en el Toreo de Cuatro Caminos, el año pasado: ``Si avanzo, ¡síganme!; si me detengo, ¡empújenme!; si retrocedo, ¡mátenme!''