n Llama a tejer una gran alianza progresista


García: lograr una nueva mayoría política, tarea inmediata del PRD

Georgina Saldierna n Decidida a llegar hasta el final de la contienda por la presidencia nacional del PRD y a no declinar a favor de ningún otro aspirante, la senadora Amalia García Medina, candidata a la dirigencia de este partido, considera que la principal tarea del perredismo en los meses por venir, será la conformación de una nueva mayoría política en el país, que haga posible el cambio en el año 2000 y siente las bases de un nuevo régimen político, económico y social.

Para ello, señala que el PRD tendrá que tejer una gran alianza progresista con partidos políticos de oposición, con personalidades y agrupaciones de la sociedad civil, con aquellos militantes que han decidido romper con el PRI, y con los integrantes de los llamados "poderes fácticos", a saber, la Iglesia, los empresarios y el Ejército.

Fundadora del PRD, ex militante del Partido Comunista Mexicano, del PSUM y el PMS, activista política desde 1962, puntualiza que la alianza debe construirse en torno a un nuevo proyecto socioeconómico y político para el país, porque "lo importante no es ganar, sino ganar para transformar a la nación".

Lograda la alianza, se decidirá después sobre las candidaturas y sobre quién las encabezaría, subraya García Medina, una de las principales promotoras de las candidaturas externas en el PRD y, por esa razón, una de las dirigentes criticadas por aquellos perredistas que ven con malos ojos la entrada de ex priístas al Partido de la Revolución Democrática.

Las manifestaciones de inconformidad han derivado en duros señalamientos en torno a que el PRD se está "priizando". Sin embargo, para la candidata por segunda ocasión a la presidencia perredista, esta percepción es incorrecta, aunque el hecho de que se exprese esa preocupación, demuestra que la próxima dirigencia debe atender el reclamo.

"No podemos tener una visión complaciente; es fundamental que digamos que no aceptaremos la construcción de un partido que pudiera poner el acento en el corporativismo y el clientelismo, porque esos han sido dos elementos fundamentales del PRI en su relación con la sociedad y su propia militancia", agrega.

La legisladora, promotora de la candidatura externa de Ricardo Monreal, hoy gobernador de Zacatecas por el PRD, habla sobre las diferencias que existen entre su partido y el PRI, porque a su parecer, carecen de fundamento los señalamientos de que el perredismo se está vistiendo de tricolor. Expone, por ejemplo, que el partido oficial siempre ha tenido un gran elector, y que no se ha roto el vínculo entre ese instituto y el gobierno, mientras en el PRD existe una verdadera competencia por la candidatura presidencial, y no se acepta que ninguna persona que llegue a algún cargo público lo use para beneficio personal, para la corrupción o las complicidades.

No obstante, reconoce que el reto del PRD es no caer en el clientelismo y el corporativismo, cosa que no es sencilla, porque éste no es solamente una práctica del PRI, sino de la propia izquierda. En su historia ha existido corporativismo a grado tal, que a las organizaciones sociales se les consideraba "correas de transmisión del partido".

Sostiene además que los ex priístas que han entrado al PRD, llegan a asumir sus prácticas, reglas, y están sujetos a las decisiones de la militancia. Un ejemplo es Mauricio Valdés, el ex priísta mexiquense que fue integrante del grupo Atlacomulco, quien rompe con el PRI, se suma al perredismo y va a una competencia por la nominación a la candidatura para gobernador. No gana, pero acepta las reglas y hoy está trabajando en el equipo de Higinio Martínez, actual abanderado de este partido al gobierno del estado de México.

Oriunda de Zacatecas, García Medina aclara, sin embargo, que el PRD se reserva el derecho de admisión, "pues no todo el mundo podrá venir al partido como si nada, como si hiciéramos borrón y cuenta nueva. Eso sería inaceptable. Hay un reclamo para que el partido se mantenga abierto, pero al mismo tiempo existan límites para el ingreso, como el compromiso y la honestidad", afirma.

En esta parte de la entrevista se refiere al affaire Morales Lechuga, como una de los dirigentes que impulsaron la candidatura del veracruzano, y destaca que fue un caso muy doloroso. "Creo que el gran error de la dirección nacional, fue no tomar una decisión a tiempo; creo que era necesario, y la gran lección del caso de Veracruz es que quien está en instancias de decisión tiene que tener determinaciones prontas, sobre todo en problemas complejos".

Hay la idea ųseñala la legisladoraų de que a un problema grave hay que darle largas, pero eso no lo va a desaparecer. Si hay el caso de una gran alianza, discutámosla rápidamente, pero no se puede hacer como que no existe, porque el problema existe y crece, hasta lo que pasó en Veracruz.

Identificada como una dirigente cercana a Porfirio Muñoz Ledo, la senadora inició su campaña de proselitismo apoyando la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, hecho que le valió críticas de sus compañeros de partido y del propio diputado Muñoz Ledo.

Amalia García reconoce que su decisión propició el distanciamiento con el legislador; sin embargo, puntualiza que no está escriturada a ninguna personalidad de su partido y que siempre ha expresado sus puntos de vista con valor civil y libertad. ''Mi compromiso indeclinable es con mis ideales'', agrega.

La legisladora, a cuya planilla recientemente se sumaron colaboradores cercanos del jefe de gobierno de la ciudad de México, asegura que cuenta con los votos necesarios para llegar a la presidencia nacional perredista, ya que afirma tener seguidores en Michoacán, el estado de México, Veracruz, Guerrero, Chiapas, Tamaulipas, Sonora, Zacatecas y Tabasco.

Sobre el amago de renuncia de la también senadora Rosa Albina Garavito a la candidatura por parte de Convergencia Democrática y su posterior rectificación, dice que en adelante la legisladora debe reflexionar las propuestas que presente.