n La huelga persistirá al menos hasta el lunes; no hubo oferta salarial
Sindicato y universidad posponen negociaciones de nuevo
Claudia Herrera Beltrán n No obstante que el rector de la Universidad Iberoamericana (Uia), Enrique González Torres, anunció ayer que esa casa de estudios iba a presentar su propuesta de incremento salarial y se mostró optimista de que las clases se reanudarán mañana lunes, anoche los sindicalizados salieron de las negociaciones sin ofrecimiento económico y con una nueva cita para platicar el lunes.
Durante una reunión con ex alumnos de la Uia, el rector había manifestado que existían avances significativos en las negociaciones, por lo que ''prácticamente tenemos un acuerdo''. Respecto a la permanencia o situación de los trabajadores académicos, dijo que dependería de los cuerpos académicos de la universidad, mientras que la definición de los puestos de confianza y la subrogación del servicio de vigilancia se daría una vez reanudadas las actividades.
González Torres incluso comentó que su propuesta de aumento salarial era equiparable a la que se dio a otros sindicatos universitarios; en especial se refirió al SITUAM, que obtuvo 17.9 por ciento en salario directo y 2 por ciento más en prestaciones.
Sin embargo, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Iberoamericana (Stuia), Miguel de Jesús González Palos, señaló: ''nos tomaron el pelo'', pese a que por primera vez tuvieron contacto telefónico con el rector y este les ofreció un pronto arreglo.
Desde la casa del cardenal Ernesto Corripio Ahumada, según comentó González Palos, el rector se comunicó con los sindicalizados y mostró interés ''en alcanzar un acuerdo pronto'' para que los trabajadores realizaran su asamblea a fin de que el lunes se reiniciaran las clases.
Los trabajadores, dijo González Palos, están desconcertados porque después de una jornada de casi 12 horas de reuniones y de un receso en las oficinas de la Secretaría del Trabajo, ''no conocieron la oferta de la rectoría'' mientras la huelga cumple hoy tres semanas.
n El rector parece hablar de un conflicto empresarial, se queja egresada
Cuestionan si la Ibero aún cumple con su ideario humanístico
n La Uia no es una casa de beneficencia, sino un centro para crear pensamiento: González Torres
Claudia Herrera Beltrán n Extrañada, una psicóloga de la generación 1960-1964 señalaba al rector de la Universidad Iberoamericana (Uia): ''cuando lo escucho parece que me habla más de un conflicto empresarial que de una universidad''. Fue la primera intervención en la reunión que ex estudiantes de la Uia sostuvieron ayer con el rector Enrique González Torres.
También fue reflejo de un debate paralelo al movimiento de huelga que hoy cumple 21 días: si esa universidad sigue cumpliendo con su ideario cristiano y humanístico frente a otro empresarial y eficientista.
En alusión a las afirmaciones de los sindicalizados de que en su rectorado se han perdido los principios humanistas, cuando se promueve la subrogación de servicios y el despido de personal académico, el rector contestó que la Uia ''no es una casa de beneficencia, sino un centro para crear pensamiento de excelencia''.
En el estrado del auditorio del Colegio de Ingenieros Civiles de México, González Torres afirmaba que la concepción del humanismo que defiende la Iberoamericana, fundada por la Compañía de Jesús, ''se ideologizó por aquellos que permitieron la protección de ineficientes'' y advirtió que se le acusa de ''aplicar políticas neoliberales como si el cristianismo significara quedarse atrasado''.
Ante un auditorio con poco más de 60 ex alumnos de los más de 70 mil que hay, reconoció que ciertas estrategias aplicadas en la negociación con el sindicato fueron equivocadas. ''Reconozco errores y pido perdón'', pero argumentó que los cambios que propone al sindicato no los pudo promover en los más de dos años de su gestión, pues sólo fue posible hasta ahora, cuando no podía subir las colegiaturas porque el servicio no es bueno.
La referida reunión fue además marco para la deliberación de posiciones encontradas, pues mientras una historiadora se quejaba del maltrato dado a los académicos por considerarlos de bajo nivel y manejados por los jardineros, otro ex alumno pedía calcular cuánto cuesta liquidar el contrato colectivo del sindicato.
Advertidos de que el encuentro con el padre rector, como llaman a González Torres, no era un debate, hubo quienes hicieron planteamientos punzantes, pero velados, cuestionando al rector sobre su concepto de modernización, eficacia, eficiencia y productividad.
El sacerdote jesuita invitó a los presentes a ''que no le tengan pánico a esos términos que han sido utilizados con sentido deshumanizante'', y aseguró que modernización y eficacia se llevan bien con el humanismo cristiano, el sentido social de la universidad y los derechos de los trabajadores.
''Pensar que no somos tan eficientes, pero somos humanistas, nos limitó el crecimiento'', concluyó.
Al principio de la charla, González Torres expuso un panorama desalentador de la universidad que encontró hace dos años y medio, lo que lo llevó --según dijo-- a promover una reforma académica y administrativa ante ''la creciente competencia de otras universidades que dejaban mal parada a la nuestra y un mundo más globalizado'' en el que el posicionamiento académico de la Uia bajaba.
Esa posición fue respaldada por profesores que manifestaron que algunos docentes se han ido de la universidad porque no encuentran incentivos económicos, ha bajado la calidad académica y ''hay académicos que han creado cotos de poder'' argumentando que pertenecen al sindicato.
El rector dijo que hay excelentes profesores, pero no hay más de 20 de ellos integrados al Sistema Nacional de Investigadores, cuando ''deberían ser cien o más''.
Una vez concluida la conversación, se escuchó un aplauso para el rector, aunque algunos de los presentes se reservaron su apoyo con las palmas, incluso hubo quienes salieron del auditorio sin acercarse al estrado. ''No me convence'', decía una de las invitadas que lamentó la escasa convocatoria que tuvo el encuentro.