n Descarta el funcionario que ocurran elecciones con estallidos sociales


"Sin tirar línea", Labastida prevé

la eliminación de candados priístas

n Podrían organizaciones delictivas asociarse con grupos de poder para influir en el 2000, admite

Topiltzin Ochoa Cervantes y Raúl López Téllez, corresponsales n Francisco Labastida Ochoa, secretario de Gobernación, sostuvo que, "sin ánimo de tirar línea", tarde o temprano "el PRI tiene que quitar los candados" para la designación de su candidato presidencial en las elecciones del 2000.

Señaló que no veía posibilidades de un tapado o la selección por dedazo, y se manifestó a favor de que su partido elija el proceso más democrático en la selección de sus candidatos y que sea aceptado por todos, porque "en la unidad está la fortaleza".

El responsable de la política interior del país realizó ayer dos giras de trabajo en Colima y Michoacán, donde firmó convenios de seguridad pública con los gobiernos estatales.

En la primera entidad, rechazó la posibilidad de que se presenten elecciones con estallidos sociales, y ante la amenaza de una "lucha sangrienta" dentro del PRI por la candidatura presidencial, sobre todo por la presencia de Manuel Bartlett y Roberto Madrazo, identificados dentro de la línea dura del tricolor, Labastida confió en que no ocurra esa situación.

"Espero que no. Tengo relaciones de amistad con las dos personas a quienes ustedes acaban de mencionar y espero mantenerlas, espero fortalecerlas y mantener siempre una relación respetuosa y constructiva sobre el partido, porque lo que debemos tener muy claro es que antes que las personas están las instituciones. Entonces, voy a defender a las instituciones", contestó Labastida en conferencia en Colima.

Sin embargo, admitió el riesgo de que organizaciones delictivas pudiera actuar asociadas con grupos de poder para influir en el proceso político del próximo año; pero para ello, aseguró, el gobierno ha asumido medidas que, si bien son preventivas, requieren el respaldo de la sociedad.

A pregunta expresa sobre el conflicto en Chiapas, Labastida reiteró que el EZLN no quiere reanudar el diálogo "por el interés político de tratar de influir en las elecciones del 2000". Incluso comparó la propuesta del gobierno mexicano de establecer negociaciones sin condicionantes, mientras que en España el gobierno también propuso un diálogo a la ETA, pero con el requisito de que deje las armas.

"Yo trabajo de secretario de Gobernación y no de brujo, no puedo saber quién va a ganar los comicios del 2000, va a ganar quien decidan las elecciones", sostuvo el político sinaloense, tras insistir en que él habrá de esperar a que su partido defina los tiempos y las formas para decidir si participa en la contienda por la candidatura presidencial.

 

Pros y contras de la consulta a las bases

 

Labastida recordó que el PRI tiene cinco métodos para escoger a sus candidatos a puestos de elección popular. Sin embargo, en conferencia de prensa en Morelia, Michoacán, insistió en que, "sin tirar línea", los candados establecidos en la última asamblea nacional de su partido habrán de ser retirados.

En cuanto al método de consulta a las bases priístas y la posibilidad de que él sea sometido también a una durante el proceso de selección del candidato presidencial, Labastida reafirmó su decisión de no anticiparse y advirtió pros y contras de esa fórmula de participación.

A favor, dijo, es que hay una mayor democracia; en contra es que realizar una elección de magnitud nacional cuesta mucho dinero. Lo importante, añadió, es que se elija un proceso democrático que sea aceptado por todos los priístas y que se mantenga la unidad, "porque partido que se divide es un partido que se debilita y partido que pierde".

El secretario de Gobernación insistió en destacar que como miembro del PRI lo importante es defender la unidad dentro de ese partido y no propiciar ni divisiones ni fracturas.

Por otra parte, sobre la probabilidad de que existan alianzas entre los partidos para las elecciones del 2000, señaló que éstas tienen el costo de perder las siglas y la identidad de los institutos políticos, pues las leyes establecen que tiene que haber unidad en todos los candidatos y unir plataformas políticas.

En cuanto a los recientes comicios en Quintana Roo e Hidalgo, señaló la ausencia de conflictos poselectorales, y señaló: "Los mexicanos nos estamos acostumbrando cada vez más a que las elecciones se rigen por la ley, a que tenemos medios más equitativos para competir".

Indicó que en los casos en los cuales ha habido impugnaciones, como en Tlaxcala por el PRI y en Guerrero por el PRD, la respuesta ha sido que se documenten y se presenten las pruebas ante las instancias legales.

Cuestionado sobre las denuncias de compra de votos, Labastida insistió en que si hay evidencias se presenten ante los tribunales electorales. Aseveró que si ese hecho fuera cierto deberían existir decenas o cientos de miles de votos para que tuvieran resultado en una elección.